Taller para Padres

Violencia escolar. ¡Mi hijo hace bullying!

Constantemente se habla sobre la persona que está siendo víctima de bullying, pero poco de quienes realizan este abuso. ¿A qué se debe que los niños, niñas y adolescentes cometan estos actos? y ¿qué se recomienda hacer cuando me entero, como madre o padre, que mi hija o hijo hace bullying? Descúbrelo en nuestra siguiente nota de Taller para padres.

¿Alguna vez sentiste que todos se burlaban de ti o que estabas aislado y nadie compartía los recreos contigo? Una realidad, mucho más profunda y tormentosa, lo ha vivido el 61 % de los jóvenes que declaran haber sido víctima de matonaje escolar según el estudio “Bullying en establecimientos educacionales” realizado por el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) en 2017.

Carolina Mora, psicólogaEl mismo sondeo indicó que el 84 % de los jóvenes ha sido testigo de bullying en su colegio o instituto, un abuso que puede ser de carácter verbal, físico, social, sexual y también cibernético. Carolina Mora, psicóloga chillaneja, explica que el bullying “afecta no solo a la víctima, sino también al victimario, testigos y comunidad escolar en general”.

Pero, ¿cuáles son las posibles causas de que un niño o niña haga bullying? Según la psicóloga, se ha podido establecer a través de diversos estudios que los victimarios tienen ciertas experiencias en común como haber sido castigados a través de la violencia o intimidación, pertenecer a familias donde existe violencia conyugal o donde las relaciones entre sus miembros son poco afectivas, recibir estilos de crianza autoritarios o permisivos.

¿Cómo detectar que mi hijo o hija hace bullying?

Existen ciertas conductas que adoptan los niños que hacen bullying y que los padres o madres deben considerar, según la psicóloga Carolina Mora:

  • Es impulsivo y quiere que se haga su voluntad sin considerar las necesidades del otro.
  • Manipula y chantajea para obtener lo que desea.
  • Posee dificultades para empatizar con los otros, incluido sus padres.
  • Resuelven sus conflictos a través de la violencia.
  • Tiene conductas abusivas con los otros.
  • Se expresa de forma peyorativa de sus pares.
  • No reconoce sus errores, externalizando la responsabilidad de sus actos a otros.

En ese sentido, el perfil de un niño o niña victimaria, para que los adultos estén atentos, son los bajos niveles de habilidades sociales, autocontrol, empatía y baja tolerancia a la frustración, presentan una personalidad narcisista y, por último, dificultad para comprender sus emociones y la de los otros.

¿Qué hago si descubro que mi hijo o hija hace bullying?

La especialista recomienda que, en primer lugar, los padres y madres deben mantener la calma y luego actuar: “No podemos actuar castigándolo, golpeándolo, criticándolo, etcétera, ya que esto probablemente provocará mayor frustración y rabia en el niño o adolescente y, quizás, en vez de disminuir la conducta, la aumente”. Para ello, la mejor opción es recurrir a ayuda profesional.

“Es importante mencionar que tanto la víctima como el agresor de bullying poseen mayor riesgo de psicopatología en el desarrollo, a través de múltiples estudios longitudinales se ha podido establecer que los agresores presentan mayor probabilidad de conductas antisociales en la adultez, consumo de sustancias, conflictos con la ley, entre otros”, recalca Carolina.

¿Cómo prevenir estas conductas?

Para prevenir que nuestro hijo o hija tenga conductas ligadas a la violencia o acoso en su establecimiento escolar, se deben entregar modelos adecuados en la resolución de conflictos a nivel familiar, basados en la tolerancia a la diferencia y respeto hacia el otro. También, establecer estilos de crianza efectivos.

“Ser padres cariñosos, que validemos las emociones de nuestros hijos, demostrarle la importancia de ponerse en el lugar de los otros, ayudarlos a reflexionar sobre sus actos y cómo impactan en los demás, enseñarles a ser humildes, a reconocer sus errores, a pedir disculpas cuando se equivocan y asumir las consecuencias de sus actos”, finaliza la psicóloga.

Y es que el bullying es un fenómeno que no debe dejar a nadie indiferente, aún más cuando las cifras de violencia escolar son alarmantes.

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