Crianza de los hijos tras una separación ¿Cómo afecta una mala relación y qué hacer?
Finalizar un matrimonio y tomar la decisión de separarse sin duda es una situación muy compleja para la pareja que tiene que vivir ese proceso, según datos del Registro Civil, en los últimos 12 años la cantidad de divorcios ha aumentado exponencialmente, de más de 10 mil separaciones actualmente se registran más de 50 mil.
La complejidad de un divorcio o separación aumenta cuando hay hijos de por medio, y es que si piensas que al tomar caminos diferentes te liberarás de ver a esa persona por el resto de tu vida, con pequeños nacidos de esa relación es prácticamente imposible.
Tuición completa, tuición compartida, tiempos para el cuidado de tus hijos y comenzar a criar desde hogares diferentes, ¿no suena muy fácil verdad? Hay algunas dificultades que se generan en la crianza tras una separación, Johanna Alfaro, psicóloga clínica explicó cuáles son las principales complejidades. “Pasar a ser una familia diferente a la que estaban acostumbrados, es decir, a comenzar a tener dos hogares y que los adultos logren coordinar los tiempos en esta nueva dinámica familiar, así como mantener las mismas reglas en ambas casas es el principal embrollo”.
En esa línea, la especialista agregó “es un proceso de acomodación de los adultos que se separan y también por parte de los niños, ya que no tienen a sus padres juntos al mismo tiempo y en un mismo lugar físico para cubrir sus necesidades”.
Mientras dura el periodo de acomodamiento a un nuevo estilo de vida, —transcurso que puede ser muy variado— puede ocurrir diferentes efectos en los hijos. “A todo niño le afecta ver que su familia se transforme y que sus padres no estén juntos. En los casos más severos pueden presentarte trastornos ansiosos, estado depresivo o trastorno adaptativo”.
Cuadros que se pueden agravar cuando la relación entre los padres tras la separación no es la adecuada para la crianza correcta de los menores, esto ocurre cuando los adultos comenten algunos errores frente a la paternidad o maternidad luego del divorcio.
Los errores que comenten los padres según la psicóloga son:
- Unir la separación de la pareja, con ser padres.
- Exponer a los niños a situaciones en donde se expresan mal del otro (padre o madres).
- Dejar de comunicarse entre ellos utilizando a los niños de intermediarios (“dile a tu mamá que…” o “dile a tu papá…”)
- Dejar de cumplir con rituales establecidos con el niño/a como cuando vivían juntos, por ejemplo, ir a dejarlo al colegio por las mañanas.
- Explicarles a los hijos las problemáticas de pareja.
“Una mala relación de los padres puede generan en los hijos desde mayores niveles de ansiedad e inestabilidad emocional, es decir, irritabilidad, problemas al dormir o inseguridades, hasta mayores problemáticas para adaptarse al nuevo proceso de no tener a sus padres juntos y repetir conductas observadas entre sus padres con sus pares y/o entorno como una conducta aceptada”.
Pero, ¿cómo debería ser la relación de los padres en estos casos?, la especialista fue enfática en las características de la nueva comunicación entre los adultos para una buena crianza “cordial, y coordinada, basada en el buen trato para generar en el niño estabilidad y cumplir ambos con las obligaciones que conlleva la crianza”.
Diferencias y similitudes de vivir con el padre o la madre
Según explicó Johanna, la diferencia no radica en con cuál de los padres se vive, sino en la estabilidad emocional que tenga el adulto de poder cubrir las necesidades del o los niños, es decir, que si el padre o la madre con el que vive el menor está estable emocionalmente brindará el amor, contención, normas y reglas para un desarrollo normal del menor.
“Una diferencia que he podido observar en procesos terapéuticos radica en que cuando el niño vive con la mamá o el papá de forma permanente y tiene visitas con el otro, este último no cumple las mismas reglas, no apoya el proceso escolar en esos días que está con él o ella, aludiendo a que es poco el tiempo que pasan juntos para ser tan rígidos o estructurados”.
En cuanto a las similitudes, estas radican en que ambos adultos están preocupación constantemente por el bienestar de sus hijos, “se centran en lograr una contención emocional, normas, reglas, acompañar en los diferentes procesos de los niños, responsabilidad frente a cumplir su rol de padres proveedores emocionales y materiales”, concluyó Alfaro.
Recomendaciones para impactar de forma positiva en la crianza de sus hijos tras la separación:
- Diferenciar las problemáticas de pareja que lo llevaron a la separación del rol de padre y la relación con sus hijos.
- Mantener una relación constante con los hijos, ojalá de forma diaria y que sea presencial o por llamados donde el niño sienta que su madre/padre está presente.
- Cumplir con las promesas realizadas, por ejemplo, si se fija un día para asistir a visitarlo se debe asistir aunque sea por menor tiempo.
- No conversar con el hijo problemáticas de la pareja, recordar que el niño siempre será hijo de ambos, por ello respetar la imagen que tenga del otro progenitor.
- Establecer reglas en conjunto para cumplir en ambos hogares y así el niño se mantenga estable en su funcionamiento cotidiano, por ejemplo, horarios de dormir o tareas a realizar para el colegio.
- Los acuerdos sobre la crianza de los hijos no deben ser tomados en presencia de ellos (visitas, dinero, reglas, normas, permisos extras), para evitar generar ansiedades y preocupaciones que no le corresponden.
No pedir a los hijos, bajo ningún caso, que sea intermediario con el otro padre, los adultos se deben comunicar, si no puede personalmente por el deterioro de la relación puede ser mediante mail para coordinar temas de sus hijos.