Dr. Néstor Silva, gestor de Oncostop y encargado de la Unidad de Dolor no oncológico Hospital San Fernando
Este médico anestesiólogo llegó en 2003 a este recinto hospitalario, siendo un aporte fundamental para patologías del dolor debido a su especialidad, y, quien dio vida a Oncostop, un emprendimiento inédito en Chile que tiene como fin pesquisar los cánceres más frecuentes en Chile de forma temprana y precoz.
Sin duda el cáncer, para cualquier persona, es un enemigo silencioso. Así fue el caso de Idalia Monsalve (59), quien fue diagnosticada con dos tipos de cáncer: cáncer de mama y cáncer a los ganglios linfáticos, llamado linfoma no Hodgkin. Idalia, ha luchado durante cinco años con este padecimiento, un camino que la ha sometido a tratamientos quirúrgicos y sesiones de radioterapias.
Actualmente, Idalia se atiende en la Unidad de Dolor dirigida por el Dr. Silva: “He ido a algunos lugares en Santiago donde me he encontrado con doctores que no se entregan a su trabajo, pero en esta unidad me han atendido muy bien, el Dr. Néstor Silva es muy preocupado, yo lo llamo a la hora que sea y él llega a mi casa, es un excelente profesional”, confiesa.
Para ella, este lugar le ha traído grandes beneficios: “Al principio no podía levantarme de la cama, estaba encerrada, no quería vivir más y cuando llegaba de las quimioterapias era peor, tenía que darme ánimo para atender a mi mamá, quien tiene Alzheimer. Pero cuando llegué al equipo de dolor, el doctor Silva, quien lo encabeza, me dio ánimo y empecé a preocuparme de mi tratamiento”, cuenta con emoción.
Y es que, el Dr. Néstor Silva, médico anestesiólogo, con dos postgrado de dolor de la Universidad de Sevilla y Universidad de Salamanca, España, forma parte del equipo médico, desde el año 2003, del Hospital de San Fernando y, actualmente, es el encargado de la Unidad de Dolor no Oncológico de dicho centro de salud, a raíz de lo cual gestó el proyecto de Oncostop. Es por ello que conversamos con él sobre la importancia de esta Unidad de Dolor, de Oncostop y la prevención del cáncer.
(Fuente: Emol.com)
Entendiendo eso, ¿cómo se logra conformar la Unidad de Dolor?
En Estados Unidos, en los años sesenta, el médico John Bonica empezó a estudiar los efectos deletéreos del dolor en la salud del paciente y se dio cuenta que no solamente se trataba de un síntoma, sino que en algunas situaciones se comportaba como enfermedad, y esos pacientes, desde el punto de vista de su autonomía como personas, se limitaban tremendamente.
Además, descubrió que el dolor crónico, intenso, que se prolonga por más de tres meses y que a veces dura años, podía producir cuadros depresivos, incluso asociados a suicidios, entonces comenzó a tratar el dolor y así se constituyeron las primeras Unidades de Dolor estadounidenses. Luego, se replicó en Europa.
Y hace cuatro años, por decreto de ley, Chile cuenta con las primeras Unidades de Dolor en los hospitales y clínicas para pacientes que están sufriendo de dolor crónico asociado a cáncer.
¿Qué profesionales son parte de esta Unidad de Dolor?
Al principio médicos generales, quienes tenían algún tipo de conexión o simpatía con el área del dolor, y también enfermeros, kinesiológicos y psicólogos, eran equipos sin mayor experiencia que, con buena voluntad, trataban a los pacientes. Con el tiempo estos grupos se han especializado y hoy contamos con Unidades de Dolor en los hospitales más capacitados, con médicos especializados en esta área.
¿Quiénes se atienden actualmente en esta unidad?
En este momento, la Unidad de Dolor de los hospitales está tratando solamente a pacientes con cáncer en etapa terminal, ellos tienen derecho a ser atendidos por la unidad y disponen de una canasta de medicamentos analgésicos, por tanto, quedan excluidos de este tipo de tratamiento los pacientes que padecen de dolor pero cuya causa no es cáncer, por ejemplo, los pacientes con artrosis, fibromialgia, entre otros.
¿El número de personas con este tipo de padecimiento ha crecido?
Sí, sin duda, aún estos pacientes que tienen el beneficio de cuidados paliativos por cáncer son minoritarios en relación a los pacientes que padecen de dolor producto de otra enfermedad que no sea cáncer. En estos momentos, menos del 1% de la población padece de algún tipo de neoplasia, de los cuales un 10% de ese porcentaje cae en la categoría de cáncer terminal. Entonces, en comparación al 30%, de la población general, de pacientes que sufren de dolor por causas no oncológicas, la diferencia es abismante. En este hospital, hay alrededor de 150 pacientes beneficiados por la Unidad de Dolor Oncológica, y esta cifra debiera ir en aumento en la medida que la edad de la población vaya aumentando.
ONCOSTOP
Además usted es creador de una iniciativa orientada a la detección del cáncer en etapa inicial…
Sí, como es evidente que los pacientes en etapa terminal son los que más recursos requieren, con un pronóstico duro y cuyo dolor es más difícil intervenir, nosotros creamos un emprendimiento llamado Oncostop porque, como es de conocimiento, el mejor pronóstico es si se detecta la enfermedad al comienzo, pues el cáncer es curable si se pesquisa a tiempo.
¿De qué trata Oncostop?
En primer término, lo visitaremos en su casa y realizaremos una encuesta que será interpretada por médicos preparados en el diagnóstico precoz del cáncer. Estos profesionales le entregarán a cada paciente un informe, orientándolos con respecto a un plan de pesquisa precoz de cáncer dependiendo de las características y riesgo de cada paciente, emitiendo además las órdenes para los exámenes respectivos.
Nuestra empresa, interpretará el resultado de estos exámenes y lo orientará de una manera rápida y eficaz. Ud. y su familia quedarán ingresados en nuestra base de datos y año a año le recordaremos y planificaremos sus controles rutinarios para cuidarlo y protegerlo de algún tipo de cáncer avanzado.
Con la información disponible, está en sus manos elaborar una estrategia de detección de cáncer precoz para usted y su familia.
Debe ser responsable y considerar que el cáncer es un enemigo implacable que está al acecho y que se puede manifestar en cualquier momento, causando sufrimiento y la ruina de un hogar. Nuestra empresa se creó justamente para orientarle y asesorarle.
¿Cuál es el mensaje que usted podría dar a las personas frente a este tipo de patologías?
El mensaje principal es que actualmente existen equipos con especialistas dedicados al dolor, lo que no ocurría antes, y, por esta razón ahora es posible reincorporar a las personas en su vida laboral y familiar sin ningún problema, hay esperanza para estos pacientes. Además, Oncostop dispone entre sus servicios de equipos de asistencia médica y de enfermería para el servicio de hospitalización domiciliaria ya sea en pacientes que requieran cuidados paliativos o que sufran algún tipo de dolor severo e incapacitante.
Finalmente, ¿cuáles son los puntos que se deben tener en consideración para entregar un mejor servicio?
Hay muchas propuestas, una de ellas es generar una política de salud adecuada y eso apunta precisamente a la idea de incorporar el dolor crónico no oncológico a la canasta AUGE, porque eso va a permitir que los pacientes puedan ser atendidos de manera rápida, expedita, que tengan medicamentos de buena calidad y que su dolor sea tratado con eficiencia. Además, esperamos que se formen más especialistas del dolor y también esperamos que la población se informe más, tenga el conocimiento de que hay médicos especialistas adecuados y sepan dónde están esos médicos.
“Tengo fibromialgia”
“Soy Lissette Vera y tengo 46 años. Hace tres años me diagnosticaron fibromialgia, aun cuando tenía los síntomas y dolencias desde hace cinco años. Se me vino el mundo abajo… fue terrible asumir la enfermedad, pensar que viviría con dolores el resto de mi vida puesto que es una enfermedad sin cura y sin tratamiento realmente efectivo. Esta enfermedad no solo me afecta a mí, sino también a mi familia. Me levantaba todos los días con dolor, me dañaba física y emocionalmente, no podía levantarme sin primero “armarme”.
No podía quedarme sin hacer nada para mejorar mi calidad de vida. Recurrí a terapia psicológica la cual me ayudo a entender y aceptar la enfermedad, luego llegué al Dr. Silva quién me ha ayudado con el manejo del dolor y ha hecho que las crisis sean cada vez de menor intensidad y más distanciadas, gracias a eso hoy estoy muy bien, hago hasta zumba. Lo que puedo aconsejar a quienes la padecen es que no se resignen, el dolor se puede manejar con excelentes resultados si se ponen en manos del especialista indicado”.
Teléfono: +56992158678
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