Sebastián Fritzer González, periodista y concejal de Pinto
“Para hacer política el norte es el beneficio social y comunitario”
Sebastián sabe perfectamente lo que es estar comprometido con las personas, ya que desde la enseñanza media, gracias a la influencia de su familia, se sentía movilizado por el servicio público hacia la comunidad que lo rodeaba. Este profesional, oriundo de Penco, nos contó, en una amena conversación, sobre su vida y sobre ese vínculo con el mundo social y político que lo ayudó a desarrollar una conciencia cercana a los problemas de la gente para buscar soluciones concretas. Como también el suceso que cambió su vida y lo llevó, por el amor a su hijo Vicente, a vivir en Ñuble, específicamente en la comuna de Pinto, donde hoy es concejal.
Este periodista de 34 años estudió en la Universidad Católica de la Santísima Concepción en la ciudad penquista y fue en esa tierra donde comenzó su estrecha relación con la política y su preocupación social. “Desde pequeño que me vinculé a ese mundo, ya que desde mi niñez veía a mi familia comprometida con él, por lo que siempre supe que, de una u otra forma, mi vida iba a estar direccionada hacia ese camino”, confiesa.
¿Por qué estudiaste Periodismo?
Es algo bastante anecdótico, mi madre siempre me fomentó el área social. Ella quería que estudiara Derecho. Por eso di la Prueba de Aptitud Académica (fui la última generación) y quedé en lista de espera para estudiar Derecho en la Universidad Católica de la Santísima de Concepción. Recuerdo que un profesor amigo me dijo que estaba difícil que corriera la lista y averigüé que en la universidad se daba la posibilidad de hacer el cambio interno de carrera, por lo que me matriculé en Periodismo de la misma Casa de Estudios Superiores. Pasé un semestre y cuando fui a hacer la postulación para el cambio me enteré que sí había quedado en Derecho. De todas maneras el destino me dio una señal, justo en ese instante había conocido a un amigo que estaba estudiando la carrera y tenía que estar todo el día memorizando y repitiendo… Claramente, me di cuenta que no era la mío. Por lo mismo, no me arrepiento, ya que Periodismo ha sido una herramienta importante para cultivar mi vocación política y social.
Entonces se podría decir que fue una excelente herramienta para tu ejercicio profesional…
Así es, desde siempre he estado vinculado a campañas políticas, federaciones de estudiantes, centros de alumnos, además de mi labor profesional, sin duda que me ayudó enormemente. Por ejemplo, recuerdo que tuve la posibilidad de asesorar a Adolfo Zaldívar cuando era presidente del Senado. Y fue como también conocí a mi amigo, colega y socio Hansel Silva, todo a través del Periodismo. Por lo que le tengo cariño a la carrera y a mi universidad.
¿Cómo se dio la opción de trasladarte de Concepción a Pinto?, porque además de un cambio laboral fue un cambio de vida…
Es verdad, fue un cambio en todo sentido. En Concepción trabajé principalmente en asesorías comunicacionales a parlamentarios, concejales, alcaldes, entre otros. Además, paralelamente estaba trabajando en un proyecto con mi amigo Hansel, que era un periódico que aparecía en Cabrero y Yumbel llamado “El Rerino”, que me aportó mucho en mi formación personal y profesional, ya que conocí a personas muy valiosas. Mi carrera se estaba perfilando de buena manera, pero hubo un hecho personal que lo cambió todo.
Justo había sido padre, con mi expolola, quien por un azar de la vida era de Pinto. Lamentablemente la relación de pareja no resultó y eso generó problemas para ver a mi hijo, lo que trajo gran angustia y dolor en mi vida. Fue justo cuando en ese tiempo el exalcalde de Pinto, Fernando Chávez (QEPD), andaba sondeando la zona para ser candidato a diputado por el distrito 42. Yo le planteé mi situación personal y me ofreció el cargo de periodista y relacionador público en la Municipalidad de Pinto. Eso sí, fue por la mitad del sueldo que yo ganaba en Concepción. Lo pensé y analicé bastante, pero pesó el hecho de estar cerca de mi hijo. Fue una decisión de corazón.
Me trasladé a principios del 2011 y estuve hasta finales del 2012 en el municipio. Fueron dos años muy enriquecedores y de aprendizaje junto a Fernando, ya que me fui involucrando con la comunidad (clubes deportivos, de rayuela, adultos mayores, dirigentes vecinales), lo que me sirvió para mi trabajo. Posteriormente por algunas diferencias decidí renunciar. Me volví a Concepción, pero volví a Ñuble a asesorar a un Core de la zona y a trabajar a una consultora, en paralelo fui consolidando algunos negocios personales que tenía.
Luego vino la opción de ser candidato a concejal…
Sí, antes de salir de la municipalidad, Fernando me había pedido ser candidato a concejal por la UDI, situación que se concretó, gracias a que siempre me mantuve vigente en el mundo social en Pinto. Además sentí que se podían hacer importantes cosas en una comuna lejana donde el rol del concejal tiene una preponderancia muy grande.
Finalmente acepté y salí electo, pero no como lo esperaba, porque en comunas como Pinto, pesa mucho el no tener arraigo familiar. De todas maneras, no pasó de ser más que una anécdota, ya que tan pronto me puse a trabajar creo que fui demostrando una forma de hacer política y ejercer el cargo de concejal diferente, cumpliendo las promesas de campaña, algunas que nadie creía que se concretarían, como una oficina de servicios a la comunidad financiada en un 100% por mí.
Por lo anterior es que me siento cómodo donde estoy, pues es muy importante en política cumplir con lo que se promete. Sin embargo, el ser concejal me cambió ciertas perspectivas de lo que pensaba, me di cuenta que es un cargo bastante ingrato, por eso no iré a la reelección, aun cuando he cumplido a cabalidad lo que prometí en campaña como es invertir toda la dieta de concejal (alrededor de 730 mil pesos) en la gente y sus problemas. Creo ser el único concejal de Ñuble, que tiene una oficina al servicio de la comunidad, de lunes a viernes, donde doy becas de pasajes a los alumnos, amplificación, fotocopias, impresiones, libros, entre otros servicios gratuitos.
¿Ha sido un cargo muy demandante?
Es que si uno quiere hacerlo como corresponde por supuesto que es demandante. La comunidad es exigente con sus autoridades y está bien que lo sea, el concejal es 24/7. Por eso cuando asumí tuve ese perfil cercano y decidí no vivir de mi dieta de concejal. Siempre dije “no quiero vivir de la política”, porque es una doble trampa, le hace daño a la gente y a uno mismo. Además si uno está en cargos de servicio público es para servir. Por eso tengo mis negocios en el área de obras civiles, arriendo de maquinarias y restauración patrimonial.
¿Cuáles son los objetivos que te planteaste como concejal?
Tratar de demostrar que se puede hacer algo diferente, más allá que ir al concejo municipal, a los actos, bingos, platos únicos… Me dije, “no voy a vivir de esto y voy a colocar la oficina para aportar a la comunidad en pequeños servicios”. Además como siento que estudiar es importante, todos los años coloco a disposición becas de pasajes para diferentes estudiantes gracias a una empresa de buses que me autoriza la compra de talonarios con esa finalidad. También pongo a disposición de la comunidad, para sus beneficios y eventos, servicios de cubiertos y platos, bingos, amplificación, etc., lo que se suma a la asesoría y entrega de información para trámites legales.
Ahora, en el ejercicio del cargo dentro del concejo, soy de los que no dicen sí a todo. Por ejemplo, durante años era tradición que los concejales viajaban junto al alcalde a Argentina, con el objetivo de sostener reuniones bilaterales con municipios trasandinos, pero como funcionario me tocó ir obligado y me di cuenta que era más bien un viaje turístico con fondos públicos. Ya como concejal me opuse, pedí el informe de cuánto se gastaba y lo publiqué… Y hoy esos viajes se cortaron. Lo otro es mi lucha contra los cursos de capacitación para los concejales, tanto en Chile como el extranjero, cosa que no encuentro correcto, pues no entiendo la necesidad de supuestamente ir a capacitarse a ciudades que son turísticas. Personalmente llevo cero gasto en viáticos y capacitaciones.
Y el lado B…
Es que no puedes resolver nada. Se pueden proponer cosas en beneficio de la comunidad, pero no tenemos atribuciones resolutivas. Me ha pasado en muchas ocasiones por lo que siento esa impotencia de no poder hacer más allá de recepcionar los problemas de la gente y tratar de brindar soluciones que estén a mi personal alcance. Es esa la principal razón por la que no iré a la reelección.
Siendo periodista y político, ¿cuál es tu visión del mundo político actual?
La gente está más despierta en exigir un poco más, pero los instrumentos legales no ayudan mucho como en Tribunales y Contraloría. Aun así, el empoderamiento de la comunidad ha hecho que la gente que está llegando sea más por vocación. Nunca debemos olvidar que para hacer política el norte es el beneficio social y comunitario. Aunque hay una doble responsabilidad, de los políticos pero también de la gente, la que debe ejercer su derecho ciudadano, por ejemplo, en el acto cívico de votar.
Mencionaste que no irás a la reelección, ¿piensas seguir vinculado de otra forma al servicio público?
Por supuesto, no quiero alejarme del servicio público. En estos momentos estoy barajando algunas alternativas. Puede ser a través de una candidatura a consejero regional o esperar y ser candidato a alcalde de Pinto, que es un deseo importante para mí, ya que me gustaría liderar un proyecto transformador en el área de turismo para esta querida comuna. Tenemos todas las herramientas para ser un destacado polo turístico no solo en la parte alta y para eso me siento con las capacidades para liderar este gran cambio que sin duda traerá beneficios a los pinteños de hoy y de las futuras generaciones.