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Julio Stark Godoy, Periodista y locutor radial “De niño ya inventaba revistas y programas de radio”

Dedicado 100% a su profesión sin dejar de lado su rol como hijo, hermano y tío, Julio Stark, periodista y locutor radial, ha consolidado su carrera como comunicador en Santiago, sin olvidar su vida en Chillán y Los Ángeles.

“La primera revista que hice se llamaba ‘Amigos’ y el primer programa radio, Satélite”, así recuerda Julio Stark, periodista y actual locutor de radio Corazón los primeros pasos que dio para llegar convertirse en el comunicador social que es hoy.

Nació en Santiago, pero a los pocos años sus padres se trasladaron a Chillán y luego a Los Ángeles. En estas dos ciudades, Julio recuerda su infancia, etapas de su vida que guarda con cariño y que incidieron en la persona que es actualmente.

“En lo profesional soy un apasionado por lo que hago, a veces demasiado apasionado. Y en lo personal, un tipo común y corriente, con mucha sensibilidad, muy apegado a mi gente y de disfrutar las cosas sencillas de la vida”. Una definición que poco a poco logró completar, pues Julio, confesó que no acostumbra a hablar mucho sobre él.

 

¿Quiénes componen tu entorno familiar y cómo es la relación con ellos?

Mi padre, Julio Stark y mi madre, Marta Elena Godoy, cuatro hermanos y siete sobrinos. Yo soy el mayor, soltero y sin hijos.

Con mi familia somos muy unidos, estamos siempre pendientes los unos con los otros. Cada vez que puedo me arranco a Los Ángeles a ver a mis padres o ellos vienen a Santiago.

Hace tres años falleció una hermana, ella venía después de mí, una muerte que caló muy hondo a toda la familia y que marcó mi vida.

 

¿Qué recuerdos tienes de tu vida en Chillán y en Los Ángeles?

La mitad de la enseñanza básica la cursé en Chillán en el colegio Padre Hurtado y luego en Los Ángeles salí del Liceo Alemán. Mis recuerdos de niño y de juventud están allá. En Los Ángeles desarrollé lazos afectivos, amistades que aún conservo. También me formé como líder estudiantil y afloraron las primeras inquietudes de lo sería en el futuro.

 

COMUNICADOR POR EXCELENCIA

Stark desde pequeño gustó de leer y estar al tanto de lo que ocurría en el país. “Compraba revistas de corte político, como La Bicicleta o la revista Análisis. Recuerdo que a mi casa llegaba la Hoy y el diario La Época”. Muy influenciado por su entorno familiar, Julio comenta que durante los ochenta la política se vivía intensamente en su hogar. “Escuchaba a mis abuelos, a mis padres y a gente que venía a la casa hablar sobre política, conversaban sobre situación que vivía el país”.

Pero no solo la política atraía a Julio de niño, también la literatura Universal. “Leía los clásicos. Tenía una mini biblioteca con libros como La Ilíada, La Odisea, el Quijote, leía esa literatura sin que me obligaran en el colegio”.

 

¿Cómo te formaste en el mundo de las comunicaciones?

Desde niño me gustó el cuento de las comunicaciones, recuerdo que cuando estaba en Chillán hice mis primeras revistas, siempre me gustó escribir. Frente al colegio había un club social, y mi nana era la polola de uno de los chicos que trabajaba ahí, entonces yo les enviaba mis revistas o se las pasaba a mis amigos en el colegio. Pero un día mi papá llegó con una grabadora y micrófono, y ahí empecé con el cuento de hacer radio como un juego.

 

Entre creaciones de medios de comunicación desde la mirada de un niño, Julio, fue creciendo hasta llegar a la etapa de decidir el camino que tomaría su vida como profesional. “Tenía dos opciones para estudiar en la universidad. Primero estaba Derecho, siempre ligado al área de las ciencias políticas, quería ser diplomático. Y mi segunda opción era periodismo, lo que me gustaba, yo era el que animaba todos los eventos y el que editaba las revistas en el colegio”.

Finalmente, Julio entró a la Universidad Andrés Bello en Santiago, pero no optó por las comunicaciones. Sin embargo, su vida como estudiante superior daría un vuelco. “En mi primer año de Derecho me di cuenta que lo mío era el Periodismo. Y es que yo escribía muy bien y mis profesores me lo dijeron. En Leyes no me podía explayar más de lo acordado, y yo me mandaba tremendas respuestas. Además, seguía con la inquietud por la radio”.

Julio detuvo entonces sus estudios para ser abogado y se encaminó en el mundo de las comunicaciones.

 

¿Fue la mejor decisión dejar Derecho para estudiar Periodismo?

Al primer año ya estaba trabajando en radio. Mi profesor era Guillermo Muñoz Melo, en ese entonces jefe de prensa de radio Cooperativa. Ahí comencé con una práctica y después hacía turnos de fines de semana. Incluso, en las vacaciones cuando me iba a Los Ángeles, lo hacía como corresponsal. En paralelo, colaboraba en la Rock & Pop y ahí me fui metiendo en la música y el espectáculo.

En el año 1995 fui con unos compañeros a radio Carolina, porque estaban ofreciendo práctica. Ahí hice mi segunda práctica y terminaron contratándome. Ese fue mi primer trabajo estable y desde ahí no paré más.

 

¿Cómo ha sido tu trayectoria laboral?

Comencé en la Carolina cuando me ofrecieron el programa “Para ir a la playa” del que fui productor periodístico. Luego, comencé con “Máximo volumen”, programa que hacía con Evelyn Bravo.

En el ‘99 el entonces director de la radio renunció para formar parte del proyecto radial Iberoamericana Radio Chile, y ahí me ofrecieron integrarme a la radio FM HIT. Acepté el desafío y estuve 14 años en ese consorcio, ocho en la FM HIT y seis en la Corazón.

Luego renuncié a Iberoamericana para irme a Canal 13. Estaban iniciando el proyecto de la radio donde estuve dos años y luego cambió a Teletrece Radio. Pero me querían de vuelta en la Corazón, así que regresé y aquí estoy. En resumidas cuentas, no he parado desde el 1995.

 

¿Qué consejo tienes para los comunicadores jóvenes que les gustaría emprender una carrera como la tuya?

Siempre se lo he dicho a los estudiantes de periodismo o practicantes, creo que primero está la vocación. El consejo es seguir lo que les dicte el corazón, pero también deben buscarlo en la mente, saber qué les gusta, cuáles son sus intereses y en qué pueden ser buenos.

Yo no entré a las comunicaciones para hacerme rico o famoso, ni para salir en la tele o el diario, yo lo seguí porque me gustaba, porque tenía habilidades. Algo que se transformó en una pasión.

 

MÁS ALLÁ DEL COMUNICADOR

Paralelo a su rol como periodista, Julio Stark, tiene pasatiempos que de un modo u otro están ligados a su profesión. “Me gusta mucho la fotografía, colecciono música en todos los formatos y soy amante de los vinilos. Por otra parte, continúo con mis gustos por la lectura, tengo una biblioteca en casa. Asimismo, me gusta la tecnología, tengo el computador sincronizado con el celular y estos con el reloj, me gusta estar conectado. Además, me gusta viajar, recién vengo llegando de Nueva York”.

 

En cuanto a la música y lectura, ¿cuáles son tus gustos?

La música que me marcó fue la de los ‘80 y algo de los ‘90. Soy un fanático de Soda Stereo. Cuando el Circo Du Soleil realizó un espectáculo de Soda, fui a verlo a Argentina y luego me lo repetí acá en Chile. En Chillán, recuerdo mi primer concierto de ellos en el estadio Nelson Oyarzún. En mi rol de periodista pude entrevistar a Cerati y al grupo en general.

Y en cuanto a la lectura, hay mucho de sociales-musicales, literatura clásica y de corte político e historia en mis gustos. Ahora último estaba leyendo un libro de Marisol García, “Canción Valiente”, y otro que se llama “Corrupción a la carta” de Tamara Agni y Susana Sierra.

 

Desde tu fuero personal, ¿crees en algo?

Soy creyente, católico, de esos que van a misa. Más allá de que la institución esté inmersa en una crisis, creo en el mea culpa que está haciendo la iglesia y las decisiones que está tomando el Papa para limpiar todo el daño a los que profesamos la religión.

Me ven como extraño cuando digo que voy a ir a misa el domingo, pero donde esté me arranco para ir. Yo creo en Dios y siempre me encomiendo a él y tras la partida de mi hermana, creo que ella también me acompaña desde arriba. Ambos me guían en todo lo que hago.

 

¿Cuáles son los temas que te sensibilizan?

Me sensibiliza la realidad que viven las personas que están en la calle, por eso creo que la labor que cumple el Hogar de Cristo es muy importante.

Por otro lado, las causas sociales son importantes para mí, si bien es cierto, no soy el joven rebelde que creía que luchando podía derrotar las causas injustas, ahora de adulto, más maduro, me doy cuenta de cómo son las cosas.

 

¿Hay algo de lo cual te arrepientas en tu vida?

He vivido muchas cosas pero no me arrepiento de nada porque sé que las puedo contar. Tal vez, debería haberle quitado un poquito el acelerador a la pega, ya que me convertí en una persona muy trabajólica. Sin embargo, con toda la pega que he hecho en el ámbito profesional a lo mejor no habría estado donde estoy ahora. De repente hay que arriesgarse y hacer sacrificios para llegar a la meta.

 

¿A quién admira Julio Stark?

A mis padres, porque la formación que me entregaron fue fundamental. Sin duda los valores que uno obtiene en la casa lo marcan para toda la vida. Es admirable el trabajo que hicieron, hacen y siguen haciendo tanto conmigo y con mis hermanos. Son lo que más quiero.

 

Tu entorno cercano es muy importarte, ¿piensas en tener una pareja y formar una familia?

Como se dice en el fútbol, las cosas no se han dado. Pero si mañana me enamoro y encuentro a la persona que me hará feliz y me caso, bien. En mi vida no he planificado, solo se fueron dando las cosas, fueron apareciendo, las fui aprovechando y las he vivido intensamente. Me gusta vivir el presente, sin pensar en lo que podría ser. Soy feliz así.

 

¿Cómo te gustaría que te recordaran cuando ya no estés?

Que me recuerden por lo que hice, lo que hicimos juntos y cómo fui con mi gente. Una persona que amaba lo que hacía y que quería a su entorno, creo que eso me define.

 

Twitter: @juliostark

Instagram: @juliostark

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