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¿CÓMO ACOMPAÑAR A NUESTRAS HIJAS ANTES DE LA LLEGADA DE SU MENSTRUACIÓN?

La confianza y comunicación son fundamentales


La llegada de la menstruación en las niñas e incluso niñes es un tema que hasta el día de hoy es tabú en la sociedad chilena. Con respecto a esto, la psicóloga Pía Espinoza nos dio tips muy importantes a considerar acerca de este proceso de desarrollo natural de la niñez a la adultez.

¿Cómo orientar correctamente a nuestro hijo o hija durante la pubertad?

Apoyar a nuestros hijos durante el proceso de transición a la adultez es muy importante y es parte de la base de la construcción del respeto y la confianza en uno mismo y en los demás. Pero debemos considerar que antes de la pubertad hay muchos otros procesos más que ocurren, que muchas veces pasan desapercibidos.

“Se debe acompañar respetuosamente y recepcionar de manera correcta todas las emociones que vaya manifestando el o la adolescente”, comentó la profesional.

 Este desarrollo evolutivo debe manejarse de una manera muy consciente, ya que tanto dejarlos solos en él o llenarlos de información tienen graves consecuencias en el desarrollo de los niños. No se les puede dejar solos, considerando que hoy en día la mayor parte de la población tiene acceso a Internet y esto puede conllevar a la desinformación u obtener definiciones de fuentes poco confiables; ni tampoco abrumarlos con muchos tecnicismos, porque esto hará que los niños se frustren y se cierren al diálogo.

La menarquia en las niñas

Primero que todo ¿Qué es la menarquia? Este es el nombre que se le da al proceso biológico que sucede en las mujeres cuando experimentan, por primera vez, un sangrado uterino o mejor conocido como la menstruación. Sucede en las mujeres durante el periodo de pubertad y es algo completamente normal. Generalmente ocurre entre los 10 y 16 años.

Es fundamental escuchar a nuestra niña, acompañarla en esta transición al ritmo que ella quiera, sin entregar una avalancha de información que ella no pida”, dijo la psicóloga Pía Espinoza.

Es altamente recomendable realizar este acompañamiento de manera lúdica e instaurar la conversación, como por ejemplo a través de cuentos (como “Bienvenida mi luna” y “El libro rojo de las niñas”).

Otro consejo para considerar es ir anticipando este proceso y hablar naturalmente del tema antes de que a nuestras niñas les llegue el período y no hablar de este tema desde la emergencia o cuando recién les ha llegado. En el caso de que no lo hicimos de esa forma, lo mejor que se puede hacer es brindarles la información en la medida que nuestras hijas la requieran. Es importante primero darles la confianza y reforzar el vínculo para que puedan ir dialogando de estos temas.

Si no estamos seguros de la información que le vamos a entregar a nuestra hija lo mejor es asesorarnos con algún especialista para que nos pueda guiar en este proceso”, dice la psicóloga, por ejemplo, en el caso de que el calendario menstrual de nuestra niña no sea cíclico, como naturalmente debería ser.

También la profesional nos recomienda recurrir a nuestra propia experiencia y hacerse este tipo de preguntas:

  • ¿Cómo fue nuestra preadolescencia?
  • ¿Hubo alguien que me acompañó en eso?
  • ¿Qué cosas me hubiera gustado que me dijeran? o ¿qué cosas no?

Transparentar nuestras propias vivencias con nuestra hija sirve mucho para reforzar el vínculo entre padres o madres e hija.

Desde la perspectiva de una madre

María Cecilia Varas Myrik, que tiene dos hijas (de catorce y nueve años respectivamente) nos contó que su experiencia cuando tuvo su menarquia a los 14 años fue algo sorpresiva:

“Estaba con mi padre y mis hermanos mayores, mi mamá había salido. Yo estaba nerviosa de contarle a él. Lloré, sentí pena, pero tuve que hacerlo… él no sabía que hacer, pero me ayudó en el momento, principalmente en hacerme sentir tranquila y segura. Luego volvió mi mamá y ella me orientó por mucho tiempo”.

Comentó también que al momento en que a su hija de catorce años le llegó su menarquia, no lo habían hablado con anterioridad y que fue inesperado. Su hija se asustó un poco al comienzo, pero después fue entendiendo que es un proceso totalmente normal.

También nos dijo que en su hogar está normalizado conversar de este tipo de temáticas y que habla sobre el ciclo menstrual con sus hijas siempre que ellas lo pregunten o cuando hay una información importante que entregar. Por ejemplo, acompaña a su hija mayor a anotar mes a mes las fechas de su ciclo.

Naturalicemos la menstruación

 ¡Extender la información a toda tu familia es esencial! Este es un proceso natural y no solo de mujeres, sino que también sucede con nuestros niños transgénero que requieren el apoyo de la mayor cantidad posible de familiares o seres de confianza.

Así también se extiende el concepto de la importancia del cuidado del cuerpo y de esa manera los niños estarán conscientes de que, si en algún momento alguien transgrede su cuerpo en contra de su voluntad, la familia estará ahí para apoyarlos, y así prevenimos inclusive un posible abuso.

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