Adolescentes, estrategias de comunicación y vínculo
Todos deseamos que cuando nuestros hijos lleguen a la etapa de la adolescencia, hayan adquirido habilidades de comunicación, empatía, juicio, autoestima, sean amorosos, etc. A veces se torna compleja la crianza, estamos agotados, todo es más acelerado, pero sí se puede lograr. Es importante que desde niños, les otorguemos autonomía, decisión y conexión, para mejorar ciertas formas en la conducta y entregar estas habilidades para la vida, porque les aclaro que estas no vienen incluidas en el ser, sino que se aprenden.
El comportamiento de los jóvenes está directamente relacionado con el positivo vínculo que formes con ellos, de esta forma, las buenas relaciones entre los adolescentes y los padres tendrán resultados exitosos, tanto en el plano escolar como en la vida cotidiana. En caso contrario, las relaciones de poder, de lucha, generan conflicto, resistencia y comportamientos disfuncionales. Pueden desencadenar problemas con alcohol, drogas y violencia, entre otros, y en algunos casos suicidio.
Ahora bien, una buena relación con los adolescentes se basa en el respeto, no ser amigo sino padre, educar, escuchar y guiar a los jóvenes en temas que a ellos les competen. Abrir un diálogo, sin juzgar, es una de las mejores maneras de llegar a los adolescentes.
Además, sintonizar con la edad, ten en cuenta que ellos están regulando de a poco las emociones, la labilidad está a flor de piel, los cambios de humor y el duelo del cuerpo de niño con los cambios que trae la adolescencia generan diferentes reacciones.
También es importante el respeto por sus emociones, conocer sus gustos, conectar con su personalidad. Evitar pensar que ellos deciden como adultos, también es clave a la hora de reforzar el vínculo padres-adolescentes.
Muchas veces tendrás que decir que no, con firmeza, la idea es que frente a esto se genere una solución respetuosa para ambos, y no sea una lucha de todos los días, porque entonces algo del mensaje no está siendo claro. A veces somos inconsecuentes, cedemos y luego queremos ser firmes. El único resultado de esto, es que la relación sea ambigua, sin pautas claras.
Escuchar, sin juzgar, situaciones que ellos nos cuentan, es algo muy valioso para poder colaborar en la educación de diferentes situaciones de la vida diaria, nos permite saber cómo piensa y cómo podemos ayudarles. ¿Acaso no recuerdas cómo eras cuando adolescente?
Deben sentir que les damos confianza, siempre son buenas las citas individuales, salir y conversar con ellos, abrir ese espacio para la escucha. En el hogar nacen estos espacios también, cenas o almuerzos.
Estamos acostumbrados a llenarlos de discursos y palabras y no a sacar, no los dejamos opinar y cuando nos cuentan algo que nos genera angustia, enseguida actúa nuestro cerebro primario, sin filtrar nuestras emociones y como padres caemos en descalificar a sus amigos, a ellos y a etiquetarlos de flojos, irrespetuosos, carreteros, etc. Por supuesto, el derivado de esto serán respuestas reactivas, violentas y de revancha: “la próxima vez lo haré peor”.
El “tiempo fuera” positivo para uno que es padre, es una buena herramienta, cuando sientas que pierdes el control y la conversación se convierte en discusión, retírate. No sermonees, usa palabras cortas y simples, usando un tono adecuado, sin amenazas. Esto generará obviamente menos resistencia que gritar o alterarse.
Establece acuerdos, y que ambos sean consecuentes con lo que dicen y hacen, despierta la responsabilidad de sus actos, no actúes salvando la situación sino que involúcralos a una solución, no te cierres en las consecuencias (castigo).
Asimismo, ellos también necesitan atención, abrazos, validar sus emociones y sentimientos, respetarlos y valorarlos. Es bueno conocer sus gustos, hablar de sus intereses y tener mucha paciencia.
Castigarlos o maltratarlos solo genera trincheras de poder, y finalmente sacamos esa carta especial de “como soy tu padre me debes hacer caso”. Ganarles los convierte en perdedores y no creo que eso sea lo que esperemos de ellos. Por lo mismo, pensemos en ganarnos a los adolescentes, conectar para corregir es esencial en la disciplina positiva con adolescentes.
Adrián Aguilera, psicólogo
Director del sitio Disciplina Positiva Talca
Certificado en Disciplina Positiva para padres (Discipline Positive Association USA)
disciplinapositivatalca@gmail.com
RECUADRO
Tips para comunicarse con ellos
- Dale su espacio. Como seres adultos, podemos comprender la necesidad de privacidad en diversos aspectos de nuestra vida. El adolescente comienza a dar importancia a su privacidad, así que ¡respeta su espacio! Acostúmbrate siempre a tocar la puerta antes de entrar en su habitación.
- Escucha más y habla menos. Una actitud de escucha exclusiva (sin hacer otra actividad, sin interrumpir) genera una gran apertura para expresar lo que se tenga dentro.
- Enfatiza diversión y buenos sentimientos. Crea situaciones para reír junto a tu hijo adolescente, ver comedias, comentar momentos agradables familiares o foráneos. Comparte momentos de ternura y generosidad, puede ser compartiendo con mascotas, con bebés o niños más pequeños, en la naturaleza, ayudando a otros.
- Mantente al día de sus intereses. Conoce bien sus gustos y lo que disfruta en música, cine, deportes u otros hobbies.
- Agenda tiempo para estar juntos. Tanto tú como madre/padre y tus hijos tienen variadas actividades que realizar cada día, es importante crear instancias diarias para conversar y escuchar a tus hijos. Puede ser durante el desayuno o la cena.