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“HAY QUE PRIORIZAR A LOS PROFESIONALES DE LOTA»

Carla Ceballos Santibáñez, profesional lotina

Conversar con Carla Ceballos Santibáñez es respirar los valores que proyecta y que han construido su vida en cada una de sus etapas: honestidad, responsabilidad, verdad, justicia social y ética. Es conectarse con esa generación de jóvenes que no solo desean cambios profundos, sino que trabajan laboriosamente por ellos, con la mente puesta en el bien común, donde todos están invitados a sentarse a la mesa del desarrollo y crecimiento de un país.

Su vida no ha sido fácil, como para la mayoría de los chilenos, especialmente de los lotinos y lotinas, pero esta joven profesional y mamá se siente orgullosa. Nunca se dejado abatir por las vicisitudes y muy por el contrario, ha sabido enfrentarlas y salir airosa de ellas, sacando siempre grandes lecciones que la han impulsado a creer en una sociedad mejor y más justa, donde todos puedan compartir los problemas de los demás, buscar soluciones y ayudar. Parece una visión idealista, pero Carla sabe en su fuero interno que no es imposible, aunque reconoce que es un camino largo donde todos deben comprometerse.

¿Cómo  te definirías?

Simplemente como Carla Ceballos Santibáñez, una ferviente defensora de las mujeres y de la justicia social. Toda la vida cristiana, creyente en Dios, con una familia maravillosa, mamá e ingeniero comercial, la mejor carrera del mundo (dice con alegría), que ejerzo con vocación de servicio público para entregar todas mis habilidades, conocimientos, experiencias y mis ganas de hacer cambios en política. Soy una apasionada de la vida, una mujer fuerte, humilde y corajuda que con sacrificio y el apoyo incondicional de mis seres queridos ha sabido crecer.    

Carla respira Lota, sus calles, sus lugares históricos, su gente y sus recuerdos. Mientras nos tomamos un café con ella asevera que “Llevo a Lota en mis venas”. Todo ello gracias a los valores y principios que le inculcaron sus padres.

¿Quiénes componen la familia en que creciste?

Mi mamá Nuvia Santibáñez quien de oficio es manipuladora de alimentos, ha trabajado más de 35 años en jardines infantiles en Lota y de esos 30 los ha realizado en el jardín donde crecí (Baldomero Lillo), en el sector Fundición, muy reconocido porque de ahí han salido niños (as) que se han transformado en personas destacadas en diferentes ámbitos laborales. Y hoy, felizmente, ejerce en el acogedor y destacado jardín Gabriela Mistral de Lota Bajo. Ella es una mujer maravillosa de la cual aprendí muchas cosas, es una trabajadora incansable, preocupada por su familia y por todas las personas, ya que aun cuando no las conozca, si puede ayudar, lo hace de corazón. De ella heredé esa empatía con la gente, ese apoyo incondicional cuando se necesita.

Mi papá Ubaldo Ceballos fue vigilante privado del banco de los pensionados de Lota y luego emigró a Concepción a una empresa de transporte de valores. Después de cerca de 25 años de trabajo fue cesado por necesidades de la empresa lo que fue un golpe fuerte para él, pero siempre contó con el amor y la acogida de toda la familia. Él es un hombre honesto y trabajador. Recuerdo nuestros viajes a Santiago a ver a mis abuelos y mientras íbamos en la ruta siempre escuchaba sus relatos e historias, me leía diferentes libros, entre ellos, la historia de Chile, lo que me acercó, siendo muy jovencita, a ver la política de una manera más profunda y crítica.

Además, están mis hermanos, Maritza Arriagada, una comprometida funcionaria de un jardín infantil en Coronel, quien tiene dos hijos preciosos, dos nietos que han llegado a entregar alegría a la familia. Y mi hermano Felipe Ceballos, “el conchito de la familia”, quien se encuentra terminando sus estudios como ingeniero en mantención industrial. Un joven sano, trabajador, querendón de los animales y de los niños.

Fue una niña muy inquieta, extrovertida, participaba en todo cuanto podía en el colegio El Niño Jesús de Lota. De esa vivencia rescata y valora los principios que le entregó ese establecimiento educacional católico como la disciplina, el trabajar por los demás, la búsqueda incansable de la verdad, la transparencia y la buena fe.

Mientras mira a su alrededor señala que todo eso no debe quedarse al interior de las familias, sino que debe llevarse a todos los ámbitos de la vida. “Es preciso que compartamos nuestras experiencias y aprendamos de las de otros. Solo de esa manera podremos construir un país más justo sobre la base de una cultura social de respeto”.  

¿Y qué nos pueden compartir de la familia que formaste?

(Esboza una sonrisa) Somos tres. Alejandro Cid, el amor de mi vida, y nuestro pequeño hijo Salvador, nuestro aire. A Alejandro lo conocí en la radio. En ese tiempo yo estaba en campaña para concejal y visité la radio El Carbón de Lota, de la que era director. Ahí se demuestra que la vida nos da sorpresas en los momentos menos esperados. Estaba en plena campaña y jamás imaginé que en ese lugar iba a nacer una linda historia de amor.

Al principio conversamos mucho, compartimos nuestras historias y nos dimos cuenta que éramos personas bastantes afines en cuanto a la forma de ver la vida y el compromiso social con la comunidad de Lota. Me producía mucha admiración el vínculo que Alejandro tenía con toda la gente, acompañándola y escuchándola para ayudar a solucionarles sus problemas. Claramente esa sensibilidad y empatía por los demás nos flechó a ambos.

¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

Como soy una mujer inquieta trato de aprovechar al máximo el tiempo personal. Me encanta la lectura, afición que como conté la obtuve de mi papá. Uno de mis libros preferidos es “Orgullo y Prejuicio”, una novela anglosajona que te convence que el verdadero amor no discrimina, y otro de los libros que siempre rescato es “La Gran Brecha” de Stiglitz, un libro que te muestra la realidad de la desigualdad con una mirada económica política. Además, me gusta mucho el cine y las series de Netflix. De las películas que me marcaron están la cinta italiana Cinema Paradiso y la superproducción Titanic por el impacto que me produjo al verla a los 10 años. Menciono el cine porque mientras estudiaba en la universidad trabajé en diferentes cosas para solventar los gastos que demandaba cursar la carrera, entre esos, encargada de la taquilla, recibiendo a la gente, cortando sus boletos y llevándola a sus asientos.

En cuanto a música, me gusta de todo. Desde la música clásica hasta el rock pesado. Pero si hay una música que me toca el alma es el rock chileno, por ejemplo, Lucybell, Los Bunkers y Los Tres son grupos que marcaron mi vida. También me fascinan Los Jaivas como un grupo que ha aportado mucho a la música chilena. Ahora que también si tengo ganas de bailar, no viene mal unos cuantos temas de reggaetón (suelta unas carcajadas).

No puedo dejar de mencionar que además soy amante de la naturaleza, me gusta visitar lugares naturales como diferentes lagos de la región y el sur de Chile; por ejemplo, cuando hice mi práctica profesional como ingeniero comercial en el Casino y Resort Enjoy de Pucón, me maravillé con lo bien cuidado que está el turismo en este tipo de ciudades que están enfocadas a esa área. Además protegen todo lo que tiene que ver con el patrimonio natural, lo que es importante, y da una clara señal que si trabajas profesional y seriamente, puedes construir una ciudad con ese perfil. Considerando, que Lota es la ciudad que más patrimonio per cápita tiene Chile y no han sabido hacerlo brillar, ni vincularlo con nuestra propia gente.

VOCACIÓN PROFESIONAL POR LA JUSTICIA SOCIAL

Poco a poco Carla va adentrándose en lo que para ella es la base fundamental de la vida, la educación. Así como contó que cursó la enseñanza básica en el colegio Niño Jesús de Lota, retomó esa historia y señaló que la enseñanza media la realizó en el Liceo Comercial donde se enamoró de la administración y, reconoce, encontró su vocación profesional en el liderazgo de trabajo en equipo y la obtención de logros. Eso la llevó a estudiar Ingeniería Comercial, becada en la que llama gloriosa Universidad del Bío-Bío, debido a su excelente rendimiento. “Mi profesión es estudiar a las personas y entender su comportamiento, es absorber a las diferentes personalidades que puede tener una organización y traducirlas en trabajo efectivo, procurando como administradores ser eficientes con los recursos y beneficiando a todos y todas”.

¿Pero no tuviste alguna otra carrera como alternativa?

Sí, hubo dos carreras que barajé. Por un lado, Pedagogía en Lenguaje, recuerdo que en el Liceo Comercial tuve una profesora de lenguaje que era espectacular, ella me enseñó a querer las letras y los libros (junto con lo que ya traía de mi hogar). De hecho, me gusta escribir bien y mi estilo es bastante poético. Pero lo que me apasionaba seguía siendo la administración. Por otro lado, una segunda alternativa fue Obstetricia y Puericultura, ya que me gusta lo que significa el proceso de traer vida al mundo, pero luego de reflexionarlo profundamente y ver las limitantes que tiene en cuanto al campo laboral (mi primera práctica de administración de empresas la hice en un centro médico de Coronel y conocí esa realidad) opté por Ingeniería Comercial. Hoy me siento muy orgullosa ya que es una carrera que me ha abierto oportunidades en diferentes lugares.

Cuéntanos en síntesis tu trayectoria laboral

Me titulé de Ingeniería Comercial en 2015. Mi primera experiencia laboral fue en el Centro de Formación Técnica Lota Arauco haciendo clases en la carrera Técnico de Nivel Superior de Gestión Turística en ramos que tenían que ver con la administración. Fue muy significativo porque ahí entendí que podía ser profesora de jóvenes adultos y sumar con mi granito de arena, como ser gestora de la realización de la primera Feria de Emprendimiento e Innovación en Lota.

Luego de eso fui jefe de personal del Departamento de Educación Municipal de Lota (DEM). Llegué ahí con la esperanza de poder aportar a que las cosas mejoraran en el aspecto educacional en mi ciudad, era un desafío importante, pero al poco tiempo me di cuenta que era un puesto demasiado político, lo que me trajo complicaciones al ser testigo de malas prácticas y corrupción, de lo que no quise hacerme parte. De todas maneras fue una experiencia muy enriquecedora desde el punto de vista de la recepción que tuve de las personas que trabajan en el servicio público y del profesorado. Pude constatar el por qué muchos jóvenes no llegan a la universidad y por qué la educación que se brinda no es de calidad.

Eso me encendió la llama de la justicia en el sentido que si hay recursos destinados a la educación tienen que ser utilizados para la educación de los niños y jóvenes, porque no hay otra herramienta que ayude más a una persona que la educación.

Yo soy una persona que no tranza valores y principios y cuando uno se enfrenta a una política obstruccionista, poco transparente, deficiente y corrupta tienes que decidir qué hacer. Al hacer mi trabajo de manera correcta tuve muchos enfrentamientos con personas que querían que lo hiciera de una forma deshonesta. Por lo mismo terminé por salir de ahí pero con un gran aprendizaje.

Me enfrenté con profesionalismo y ética a esa situación y eso es lo que yo quiero transmitir a los lotinos y lotinas, que siempre está la alternativa de trabajar de forma honesta, utilizando todos los recursos públicos para solucionar los urgentes e históricos problemas de la gente.

Ese fue el gran impulso para involucrarme en política y al estar sin trabajo me dije “yo elegí estar cesante pero estoy tranquila porque no estoy siendo parte de un engaño hacia la comunidad que tanto quiero”. Mi deseo no es ejercer cargos públicos porque sí, mi fin es entregar lo que sé por el bienestar común, porque cuando están bien los demás, yo me siento bien. Por lo mismo no podía estar bien si sé la injusticia que hay en mi ciudad.  

POLÍTICA: UNA LLAVE PARA EMPAREJAR LA CANCHA A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN

Tu primera incursión en el mundo político fue con la candidatura a concejal por Lota en 2016, ¿qué nos puedes contar de esa experiencia?

Fue muy enriquecedora. A pesar de contar con poco tiempo y nada de recursos para realizar la campaña, me dejó grandes lecciones. Evópoli, un partido nuevo, mayoritariamente de  jóvenes, profesionales, me ofreció su respaldo y acepté de inmediato, aun cuando fui de manera independiente.

Ser candidata a concejal fue una vivencia única. Destiné mis propios ahorros para financiar la campaña y me lancé con toda mi fuerza y convicción. Lamentablemente el dinero y el tiempo fueron grandes limitantes. Por eso, si bien no fui electa, obtuve una muy buena votación. Pero lo más importante es que esta experiencia me dejó en claro que la gente desea que como político le dejes de prometer y mentir. Recuerdo que las personas se me acercaban en las actividades puerta a puerta o en la feria y me pedían que no cambiara mi forma de ser, escuchándolas y conversando sobre lo que les pasaba, sus problemas y sus sueños. Es lo que la ciudadanía necesita, verdad y consecuencia. Si hay algo que mueve a la gente es la confianza o la desconfianza como lo vemos en la actualidad.

Luego vino la candidatura a diputada en 2017…

Así es. Es algo que se dio sin buscarlo, yo estaba trabajando en el área de ventas y llegó esta propuesta desde Los Ángeles, a través de otro candidato, René Núñez, quien me invitó a sumarme a este gran desafío, ya que el partido quería contar con una mujer conocedora de la realidad del sur del distrito 21 que comprende las provincias de Lota, Arauco y Biobío.

Mi necesidad por cambiar la mala política y oxigenarla con un renuevo de jóvenes conocedores de la realidad, estaba más latente que nunca, así es que acepté el desafío y fui con todo. Esta campaña fue muy linda pero sacrificada. Nuevamente el factor dinero me jugó en contra. Sin los recursos necesarios no se puede llegar a toda la comunidad. Tuve nuevamente que utilizar ahorros personales para cumplir con lo planificado, pero aun así, por ejemplo, no pudimos llegar a todas las comunas de la Provincia del Biobío, que era territorio importante del distrito.

Ahora dentro de las conclusiones que pude sacar está el hecho de percatarme que algunos dirigentes vecinales o de organizaciones sociales se arrojan el derecho de “negociar” los votos de quienes representan con los candidatos y creo que ese es un error de ambas partes. Más que a las cúpulas hay que acercarse a la gente, conocer sus rostros, escuchar su voz, sentir empatía por cada uno y valorar la libertad que tiene cada persona de votar por quienes ellos creen y quieren.

Estoy convencida que ese aspecto es uno de los que me hace pertenecer a Evópoli, la libertad que te brinda para plantear tus ideas, respetando las diferencias, pero con un pensamiento común que es cambiar la forma de hacer política en el ámbito público, para alcanzar importantes objetivos como vivir en un país más justo, inclusivo y con especial atención en los niños y niñas.

¿Qué hiciste después?

Luego de eso postule a SENCE, ya que necesitaban supervisores de terreno para el programa de inversión en la comunidad, que son programas de empleo de emergencia dirigidos a comunas con altos índices de cesantía. Logré ingresar como funcionaria a honorarios y hoy estoy contratada, gracias al trabajo arduo que llevamos a cabo como equipo.

En estos años logramos hacer diferentes proyectos para las personas del programa (en Lota más de 5 mil personas son beneficiadas con estos empleos), apoyando a mujeres, hombres y jóvenes a salir adelante con el fin de que logren una estabilidad que les permita continuar por sí solos. 

A través de este trabajo conocí a cientos de personas que han logrado superarse, estudiar y lograr salir del programa como profesionales. Como también constatar que las personas trabajan y se comprometen cuando están motivadas a hacerlo. Para eso necesitan respeto y valoración.

EXPERIENCIA Y SENSIBILIDAD PARA SER ALCALDESA

Tu historia ha sido un camino que te ha llevado a querer ser la primera mujer alcaldesa de Lota

Así lo siento. Creo que los principios y valores de mi familia, los conocimientos adquiridos en la academia, mi consecuencia, honestidad y ética para encarar la vida en lo laboral, mi conexión profunda con las lotinas y los lotinos día a día, han sido luces que me han hecho ver con total claridad lo que necesita mi querida comuna. Como señalé anteriormente, a Lota la llevo en las venas, por eso esta postulación obedece a esa profunda convicción.

Lota necesita un cambio, personas de un camino de trabajo intachable, que conozcan de raíz los problemas que nos han afectado por años y que escuchen y trabajen por la comunidad. Profesionales preparados y comprometidos con la realidad que quieren representar.

Durante los últimos 20 años, Lota solo ha tenido dos alcaldes que se turnaban las alcaldías, lo que resultó ser, desde mi punto de vista, un fracaso (es cuestión de ver en las condiciones en que está Lota). Luego, cuando salió electo un tercero con la esperanza que comenzara a cambiar todo lo negativo que afecta a la comuna, terminó por ser el peor edil que ha tenido Lota en su historia. Y creo profundamente, que eso ocurrió por falta de preparación profesional acorde con el cargo y la política partidista que continuó haciendo de Lota una guarida de políticos afuerinos que sólo llegan a pagarse de favores políticos.

Mi candidatura tiene su base en mi historia, pero también en mi cercanía con la gente, mi conocimiento sobre Lota y la preparación y experiencia profesional que tengo del servicio público.  Somos la comuna con más campamentos en la Región del Biobío, con 24 oficializados y 33 en total, con muchos niños, adultos mayores y personas en situación de discapacidad que no pueden movilizarse por la falta de accesos y caminos que en invierno son piscinas de barro. Son muchas las injusticias en Lota y aquí hay algo muy importante, ninguno de los alcaldes ha tenido la competencia profesional y visión para hacer una buena gestión.

Por eso mi compromiso social y profesional con la comunidad es total. Soy una trabajadora incansable, defensora de los derechos de la mujer. Tenemos mucho que decir y hacer por nuestra comuna. En esta tierra hay mujeres trabajadoras, luchadoras, que se han convertido en profesionales y al mismo tiempo sacado adelante a sus familias. Tenemos todas las capacidades para hacer de Lota una gran familia. Ahí está la raíz de mi candidatura. Todo lo he logrado por mérito y con transparencia. Siendo fuerte frente a la adversidad y saliendo adelante como muchas y muchos de mis coterráneos. De tal manera que hoy quiero ser la primera mujer en ser alcaldesa de Lota para devolverle a mi tierra lo que por décadas nos han quitado.

¿Cuáles son los grandes temas que tienen prioridad en tu programa?

Primero decir que mi proyecto fue creado por las y los miles de lotinas(os) en cada encuentro, conversación, recorriendo y conociendo hasta el más pequeño rincón de la comuna. Nosotros (mi equipo y yo) somos portadores de sus necesidades y anhelos. Lo que se ha plasmado en un proyecto que considera más de 100 propuestas concretas para Lota que van a ser trabajadas a partir del 15 de abril al ser electa. Pero, sin duda, hay prioridades:

  • Los campamentos en primera instancia. Hacer un catastro para que puedan acceder a los servicios básicos y regularizar los accesos, entre otras iniciativas.
  • La educación. Hoy se les está fallando a los alumnos y a las alumnas, a los profesionales de la educación, a los asistentes de la educación. En el DEM, las gestiones pasadas y la actual, no han sido capaces de pagar, por ejemplo, lo que se les descuenta a los trabajadores por concepto de préstamos o créditos personales, tampoco se ha cumplido con el pago estricto de sus cotizaciones obligatorias y pagos de bonos que han adquirido por derecho. Y todos nos preguntamos dónde están esos dineros. En este punto nos abocaremos a hacer las auditorías (internas y externas) correspondientes para saber en qué situación financiera se encuentra el departamento y resolver los problemas de cada uno de los asistentes y profesionales de la educación para que puedan tener la tranquilidad en lo que respecta a sus ingresos y al pago de sus compromisos. En esta misma área, iremos en rescate de los liceos emblemáticos de Lota, que hoy se encuentran con una baja de matrícula que hace peligrar su permanencia, como es el caso del Liceo Comercial y Liceo Industrial de Lota. Otro de los puntos importantes es el tema del patrimonio y el turismo para atraer inversión y visitantes a nuestra zona. El patrimonio debe ser cuidado, valorado y trabajado. Incluiremos una oficina técnica para que se dedique al patrimonio de Lota y, por otra parte, habilitaremos una oficina que desarrolle el turismo.
  • Otro de los puntos importantes de nuestro proyecto comunal, es el patrimonio, el turismo y el comercio local. Crearemos una unidad de conservación patrimonial con categoría de Departamento; implementaremos un plan de inversión que habilite servicios de información turística, transportes para las rutas y circuitos turísticos, servicios higiénicos públicos, entre otros. Así también, ejecutaremos un plan de mejoramiento de la infraestructura de la Feria, el Mercado y el Comercio. El patrimonio debe ser cuidado, valorado y trabajado con todas las partes, incluyendo a los artistas, a los defensores del patrimonio, a la ciudadanía. Mi trabajo será de la mano con la comunidad, que es como se debe trabajar para que las cosas comiencen a funcionar.
  • Fomentar el deporte y la cultura para que los niños, niñas y jóvenes no pierdan de vista el buen camino. En Lota hemos tenido y tenemos grandes valores en ambas áreas y la idea no solo es apoyarlos a ellos, sino que a todos los talentos que están naciendo y están por nacer.

Fuiste ratificada por tu partido como la candidata a la Alcaldía por Lota. Una vez que se defina ¿cómo comenzarás a trabajar tu campaña?

Hoy soy la candidata de Evópoli y espero ser la candidata que represente en la papeleta un verdadero cambio para mi gente en Lota. Soy lotina de toda la vida, mis padres, mi familia lotinos de toda la vida. No hay nadie que conozca nuestra realidad tan profundamente como un hijo, o en mi caso, una hija de nuestra tierra. Y para dar soluciones, debes conocer los problemas desde su raíz. Yo los conozco y me he preparado para enfrentarlos y resolverlos. Mi trabajo en campaña será como ha sido siempre, al lado de mi gente. Con todos y todas, sin ningún tipo de distinción. Y con la verdad siempre por delante, como necesita mi amado Lota.

Quiero ser la primera mujer lotina en llegar a ordenar nuestra casa, a limpiarla de las malas prácticas, a darles prioridad a nuestros hijos e hijas y hacer de Lota un hogar digno para los nuestros y los visitantes. Lota vive y lo mostraremos.

Después de más de 2 horas de conversación y mientras nos despedimos de Carla, se nos vienen a la mente algunos versos de la poeta Arjona Delia, quien alguna vez escribió:

Admiro tu fortaleza,

Tu pasión, esa firmeza,

Tu espíritu de mujer.

Tus labores cotidianos,

¡Hacendosas son tus manos al cumplir con tu deber!

Porque irradias alegría,

Fuente de sabiduría,

Entendimiento y saber.

La libertad es tu lema,

Y la victoria es tu emblema,

¡Admirada eres mujer!

 

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