Relaciones Tóxicas: Cuando la violencia y manipulación son pareja
“Cuando comenzamos a pololear él era un hombre divertido. Me hacía reír mucho. Eso fue lo que me conquistó, pero con el correr de los meses, lo que me ilusionó enormemente dio paso a un escenario opuesto. Control, celos, escándalos y amenazas de muerte que solo una demanda en tribunales vino a cortar lo que parecía un infierno. Fueron días donde caminar por la calle, escuchar mi teléfono, sentir el timbre de mi puerta o recibir un mensaje de algún número desconocido me sobresaltaba. Más tarde comencé una terapia psicológica donde fui descubriendo ciertos patrones de comportamiento acerca de las relaciones amorosas que se repetían y que tenían una raíz muy profunda en traumas de mi infancia y juventud”, nos cuenta Catherine (46), una angelina que refleja claramente el terror que significa mantener una relación que pudo llevarla a ser una más en la estadística de los femicidios que se suceden en nuestro país.
Según cifras entregadas por un estudio sobre relaciones en pareja del INJUV 2018, un 38, 5 % de los jóvenes considera que la principal causa de violencia en la pareja es por el control que se quiere ejercer sobre la contraparte, un 37, 2 % debido a la sociedad machista imperante, un 26, 4 % por celos enfermizos y un 22, 4 % por desconfianza.
Estos números no son algo menos, representan a personas (mujeres y hombres) que viven relaciones tormentosas y que, en la mayoría de las ocasiones, no sabe cómo poner un alto a las nefastas consecuencias, donde la más trágica, sin duda, es el femicidio, que a la fecha leva cobradas 24 víctimas fatales consumadas y 50 femicidios frustrados.
Chantaje emocional
Para la psicóloga Lilian Fernández, todo comienza con control y manipulación que muchas veces uno de los integrantes de la pareja quiere ejercer en el otro para que ‘la relación funcione’. “El chantaje emocional o manipulación emocional, es una relación dañina considerada altamente estresante y demandante para la persona que sin darse cuenta está siendo vulnerada. En este caso, su estilo de personalidad ha ido evolucionando a medida que la relación sentimental se ha mantenido por un tiempo, lo que la lleva a comenzar a vivir con una personalidad superficial inconsciente, con sentimientos de inferioridad hacia ella misma, culpa y falta de amor propio, confiando todos sus atributos a su pareja”, asegura.
Lo anterior es basado en la entrega de todo sus atributos para no perder al ser amado, recibiendo de la otra parte una relación de ambigüedad, cavando lentamente sentimientos negativos en ella, los cuales comienzan a incomodarla pero como aun no logra darse cuenta de este juego, le tranquiliza un “te amo, a pesar que debes cambiar esto” o “te amo pero no debo permitir que hagas esto por tu bien”, permitiéndose ser una persona anulada de cómo piensa y hasta en cómo debe actuar. “Para que exista este juego de chantaje emocional, siempre existen dos actores, el que permite el chantaje y el chantajista”, puntualiza Lilian.
En relación al tema, el psicólogo talquino Felipe Quezada complementa que “cuando se aborda el fenómeno de la violencia en la pareja, generalmente las personas lo conciben meramente como maltratos físicos presentes en relaciones de matrimonio o convivencia durante el ciclo vital adulto. Sin embargo, la literatura actual señala que las conductas y actitudes coercitivas pueden comenzar a desarrollarse incluso durante las etapas previas del “pololeo” o noviazgo. En este contexto, una de las formas más sutiles de violencia de pareja corresponde al chantaje emocional, el cual es una forma de manipulación, donde una persona cercana afectivamente a otra puede generar amenazas implícitas o explícitas de castigo si no se actúa en base a su voluntad”, señala Felipe.
Estrategias del maltrato psicológico
Según Lilian, algunas estrategias muy usadas son:
- Culpan al otro de sus errores.
- Prometen cosas que no cumplen, y si cumplen alguna son esporádicas e inconstantes.
- Exigen que el otro cambie.
- Como tiene muchas carencias emocionales, suelen autocastigarse.
- Crean un ambiente enrarecido, de silencios sin razón.
Felipe agrega que dentro de las estrategias del maltrato psicológico más comunes están la desvalorización, descalificaciones, trivializaciones, hostilidad, indiferencia, intimidación, imposición de conductas, control, manipulación, ridiculizaciones públicas y privadas, aislamiento social y económico, amenazas de abandono y destrucción o daño de propiedades de la víctima, ya sean objetos o animales. “Puesto que el maltrato psicológico es una forma sutil de violencia, es complejo reconocerlo y abordarlo, ya que por una parte, operan los constructos sociales que tienden a normalizar muchas de estas conductas situándolas bajo el alero del “amor romántico” o la idea que mientras más sacrificios se hagan en nombre del amor, se tenderá a valorar más la relación de pareja”, sostiene.
¿Cómo reconocer el maltrato?
“El maltrato psicológico es muy difícil de identificar por la relación sentimental que se vive, pero existe un patrón muy particular en los maltratadores psicológicos, ya que mediante reguladas ofensas personales hacia la víctima logra avergonzarle mediante críticas y ofensas personales, para así estabilizarla y luego quedar como su gran salvavidas.
Pongamos alerta a estas señales para identificar a un maltratador/a:
- Pareja disfruta humillándote, haciéndote creer que sin él/ella no eres nada, ¿qué harías sin mí?, por suerte que estás conmigo porque sin mí no conseguirías nada, yo te salve del hoyo donde estabas”.
- Si controla o intenta controlar todo lo que haces y más: ¿con quién estabas hablando? No me gusta que te vistas así, solo debes vestirte así para mí, ¿cuánto gastas? ¡¡¡Control, control, control!!!
- Realizar acciones que no te sientas cómodo/a, o simplemente debas hacerlas para no enojarle o que te castigue siendo indiferente.
- Si tu pareja no se alegra por tus logros, ni los reconoce a ti ni frente a otros. Diciendo “cualquiera lo consigue”, “te dieron el empleo porque no había nadie más”.
- Si no se interesa, no entiende o no quiere entender tus problemas, “no sé porque te pones así por esa tontera”, “alharaca, no es para tanto”, le quitan importancia a tus problemas.
- Si no es capaz de entender que tú puedes tener otro punto de vista, causando miedo en la otra persona generando miedo en expresar la opinión porque se enfada y no escucha ni tampoco valora lo que tú dices.
Fortalecer la autoestima y salir de una relación tóxica
“Lo mejor es buscar ayuda psicológica de alguien objetivo, pero en la primera etapa es muy raro que las víctimas acudan a pedir ayuda profesional porque la relación es muy ambigua con su maltratador, por lo que primeramente se debe pensar a solas: ¿Qué es lo que quiero para mi vida?, ¿no me merezco esto que me dan?, ¿yo quiero ser amada y cuidada?, estas preguntas llevarán a un estado de reflexión consciente de lo que uno es como ser humano”.
Otro de los factores que aportan es el acompañamiento de estas situaciones estresantes, las cuales muchas veces por vergüenza no se dan a conocer a alguien cercano de la familia, por lo que es muy importante las redes de amigos, quienes podrían identificar conjuntamente con la víctima vivencias que ella no ha percibido como dañinas. En este punto, Lilian asegura que es preciso fortalecer la autoestima, luego de vivir situaciones tan profundas como lo es un maltrato psicológico.
Situación que coincide en las palabras de psicólogo. “Es preciso solicitar ayuda profesional, ya sea en terapia psicológica individual o grupal mediante personas que han atravesado por experiencias similares, ya que resulta fundamental para superar la problemática. Así, la primera etapa radica en visualizar y reconocer la dinámica de codependencia, para luego ir generando acciones orientadas en fortalecer la autoestima, reducir sintomatología ansiosa, depresiva y obsesiva que podrían estar presentes, además de potenciar el autocuidado y acceso a redes de apoyo social, pero por sobre todo, lograr identificar los propios patrones afectivos de codependencia, buscando derribar las distorsiones cognitivas asociadas y resignificando estas experiencias, con el fin de erradicar la tendencia a desarrollar relaciones de este tipo”, argumenta.
Femicidio: la estación final que hay que evitar
“Es difícil saber cuándo ocurrirá un desenlace fatal, ya que el control no está en la víctima, por lo tanto si te encuentras en una situación crítica donde el abusador ha perdido el control e insistes en discutir otro punto de vista que no sea el de él, deberás ponerte en alerta y velar por tu vida, entonces es importante dejar de discutirle y hacerle saber que él/ella tiene la razón, para salir posteriormente de esa relación, por amor a tu vida e hijos si los hay”, asevera Lilian.
Es importante saber que todo es un círculo donde siempre las relaciones tóxicas estarán en movimiento, etapas:
- Fase de calma: No existen desacuerdos y todo se vive de manera casi normal.
- Fase de acumulación de tensión: Comienzan los pequeños desacuerdos, donde el agresor/a comienza a tomar control de situaciones que le amenazan.
- Fase de explosión: Fuerte descarga de las tensiones provocadas en la fase anterior por el agresor/a, generando acciones en contra de su víctima.
- Fase luna de miel: Donde el agresor/a inicia una serie de conductas compensatorias para mostrar a la víctima que lo que siente no volverá a pasar.
Según Felipe Quezada, es necesario destacar la importancia de denunciar cualquier tipo de violencia de pareja (para evitar llegar al femicidio). En esos casos, es muy común que la víctima tienda a normalizar y minimizar la situación o que una vez reconocida, tienda a retractarse, por lo que parte importante de este proceso es contar con una red de apoyo sociofamiliar sólida que permita visibilizar la problemática, no juzgue, ofrezca contención emocional, fortalezca la seguridad personal e intente apoyar y mantener la decisión del término de la relación, para no dejarse influenciar por el síndrome de abstinencia que empujará a la persona dependiente a mantener la relación o reemplazarla con una nueva pareja con un perfil parecido.
“Asimismo, no es menor el papel que juegan los medios de comunicación, las redes sociales y lo que la sociedad vaya consignando como amor, buscando integrar a esta noción el crecimiento afectivo, la libertad, la comunicación y el respeto mutuo y desechando cada vez más las construcciones apegadas al ideal romántico, a valorizar el sufrimiento, los celos, la posesividad y la codependencia”, concluye.
Opina la autoridad
Al respecto, Bárbara Hennig, seremi de la Mujer y la Equidad de Género de la Región de Ñuble, señaló que “durante este semestre hemos levantado el Circuito Intersectorial de Femicidio (CIF) que es un espacio que gestiona intersectorialmente apoyo para las mujeres afectadas y sus familias, en los casos de femicidios consumados y frustrados según corresponda. En el CIF están trabajando actualmente organismos como SernamEG, Carabineros, Subsecretaría de Prevención del Delito, SENAME, Policía de Investigaciones y Servicio Médico Legal”, puntualiza y agrega “el llamado es a denunciar y no retirar las denuncias, la idea es que todos los ñublensinos nos involucremos en este tema denunciando de manera oportuna”, argumenta.
Se ha dispuesto el Fono Orientación violencia contra la Mujer 1455, el cual opera las 24 horas del día durante todo el año y de manera gratuita. Permite conocer cuáles son los pasos a seguir frente a un hecho de violencia, y saber cuáles son los organismos competentes a los que se puede acudir.
Prevenir: tarea de todos y todas
En materia de prevención, Hennig asevera que “hemos dado inicio a un ciclo de charlas sobre la violencia en el pololeo dirigida a distintos grupos de jóvenes en la región, tanto en establecimientos educaciones para escolares y de enseñanza superior, como también con jóvenes líderes de Ñuble.
En esta misma línea de prevención, seguimos trabajando codo a codo con las emprendedoras para que salgan del círculo de la violencia y logren la autonomía económica, a través de los diversos programas que ofrece nuestro Ministerio, como el Programa de Atención, Protección y Reparación en Violencia contra las Mujeres, el que ofrece atención ambulatoria directa a través de Centros de la Mujer, Centros de Hombres que Ejercen Violencia de Pareja y Centros de Atención y Reparación para Mujeres Víctimas/Sobrevivientes de Violencia Sexual, entre otros”.