Reportajes

Enfermedades autoinmunes

Cuando el cuerpo ataca al cuerpo

Casi siempre son crónicas, por lo que exigen un control y asistencia de por vida para quienes las padecen. En la actualidad, muy pocas enfermedades autoinmunes pueden ser curadas o “desaparecer” y el tratamiento, en la mayoría de los casos, solo logra aminorar los dolores.

Hay días en que la señora Luisa Muñoz no quiere levantarse de su cama. El dolor de sus articulaciones, de sus huesos, especialmente de una de sus rodillas es prácticamente insoportable, y literalmente invalidante. “Desde joven siempre fui muy activa, trabajé desde chica en el campo en lo que hubiese que trabajar con mis hermanas y con mi papá, desde muy temprano, con sol o  lluvia, y siempre fue así, lo mismo cuando me fui a la ciudad”, cuenta.

Agrega que todo eso le pasó la cuenta, “especialmente el frío, de verdad yo sé lo que es eso de sentir que calaba los huesos, y desde joven con dolores que comenzaron de repente, despacio, pero a medida que pasaba el tiempo se fueron quedando con uno, en las rodillas, en las manos, en los dedos, pero que no son impedimento para seguir trabajando con lluvia y frío, en la calle, hasta ahora que tengo 73 años”.

El caso de su hermana Olga es peor, “desde joven se me fueron doblando las articulaciones de las manos, los dolores a las rodillas fueron aumentando, y todo dolor que llegaba era para quedarse, especialmente cuando hacia frío o cuando lavaba las cosas, lo que era combatido por ‘pomadas’ o con pulseras de cobre, sin tener que ir al médico, ya que supuestamente eran dolores normales”, dice.

Este caso de dos adultos mayores se suman centenares, en que la historia se repite una y otra vez, y no solo en personas de avanzada edad, también en jóvenes y “treintones” o “cuarentones”, que comienzan a sentir los mismos dolores tímidos y que luego se hacen insoportables, culminando muchas veces con deformaciones y con un diagnóstico médico común: enfermedad autoinmune.

Convivir con las enfermedades autoinmunes

Están presentes en una gran cantidad debido a la alteración de los genes del organismo. Por eso, el neurólogo Eduardo López nos explica que “el análisis que debe hacerse se basa en el cuadro sindrómico que presenta nuestro sistema inmunológico cuando está alterado tanto en aumento como disminución de las defensas del organismo. Una vez que se determina eso, se va viendo la clasificación de las diferentes enfermedades para clarificar además si es aguda o crónica. Cabe señalar que las enfermedades autoinmunes están presentes en toda edad, incluso desde antes de nacer”, indica.

Precisa que este tipo de enfermedades no son propiamente tal del sistema nervioso, sino que este recibe las manifestaciones de la enfermedad inmunológica, cuando el sistema falla en su capacidad de defenderse a través de anticuerpos y células o cuando las defensas se equivocan a quién atacar. Eso se puede apreciar en los cuadros virales donde, en ocasiones, se generan anticuerpos para defenderse de ese virus pero a la vez se parece a una parte del cuerpo lo que produce una inflamación dentro del cuerpo.

Clasificación

  • Enfermedades autoinmunes sistémicas: Se producen cuando los anticuerpos atacan antígenos no específicos en más de un órgano en particular. Por ejemplo: esclerosis múltiple, fibromialgia, fiebre reumática y síndrome Guillain Barré, etc.
  • Síndromes locales: Se producen en un órgano específico y pueden ser de carácter endocrino, dermatológico o hematológico. Por ejemplo: enfermedad de Crohn, narcolepsia, cirrosis biliar primaria, anemia perniciosa, neuropatías, etc.

¿Cuáles son las causas?

Para el Dr. López, son múltiples, ya que pueden deberse a la genética, el uso de algunos medicamentos, enfermedades alérgicas que producen cambios en el sistema inmunológico, virus (como el Sida), la alimentación, entre otros factores.

“Por ejemplo, el colon irritable se produce porque las defensas disminuyen al experimentar cuadros de estrés, lo que ocasiona que se produzcan problemas digestivos. Lo mismo ocurre en la enfermedad de Crohn que es una enfermedad inflamatoria que se produce cuando se genera en el organismo un compuesto equivocado, así como en el Guillain Barré que es una enfermedad del sistema neurológico, de carácter aguda, que es una infección gastrointestinal que al cabo de unas semanas produce anticuerpos que atacan los nervios periféricos del cuerpo, los que al inflamarse pueden llegar a producir una parálisis en las extremidades que puede pasar en un mes, pero que deja un largo periodo de recuperación debido a las secuelas”, manifiesta.

A las anteriores, se suman las enfermedades del sistema nervioso central como la encefalitis inflamatoria que genera anticuerpos y en el cerebro produce una placa de inflamación y la esclerosis múltiple crónica que también es de tipo inflamatoria donde entran antígenos que generan anticuerpos propios dentro del sistema nervioso central que producirán inflamación en varias zonas como el cerebro o la médula.

 Tratamientos

Existen 4 modalidades de tratamiento que se aplican para las enfermedades autoinmunes. Estas son:

  • Corticoides: Son medicamentos que bajan las defensas para combatir una enfermedad específica, pero que genera el peligro de ataque de otras enfermedades.
  • Medicamentos inmunosupresores: Son medicamentos que reducen o bloquean las reacciones inmunitarias del organismo.
  • Medicamentos de tipo biológico: Son compuestos en base a una proteína o anticuerpo que ha sido modificado genéticamente para producir un efecto.
  •  Plasmaféresis: Donde se realiza una diálisis del sistema inmunológico filtrando los anticuerpos de la sangre.

 

Pronóstico

“De cada enfermedad se pueden tener intensidades diferentes, por lo que la recuperación dependerá de la causa que la produzca, de la capacidad del organismo y del sistema inmunológico. Por ejemplo, hace 25 años, la mortalidad del Guillain Barré era del 50% y hoy es una enfermedad tratable, con un tratamiento que implica inmunoglobulina más la plasmaféresis que tiene un costo de 5 millones de pesos el cual es cubierto por el Plan Auge. De hecho, ninguna enfermedad autoinmune es incurable pero la recuperación completa puede varias en cuanto a las secuelas (que afecta a un 50% de los pacientes de Ñuble que las padecen)”, argumenta el facultativo.

Aún sin explicación

El Dr. Marcelo Sabando afirma que las investigaciones, a nivel mundial, que se llevan a cabo, aun no dan claridad del por qué se produce esto, “que tu organismo ataque a tu organismo; lo que sí está claro, es que es un tema genético, cromosómico y que hace que las defensas de tu cuerpo ataquen al propio cuerpo, quizás detectando una amenaza, cosa que aún está en investigación, y es por ello que no se cuenta aún con medicamentos que permitan enfrentarlas”, manifiesta.

El Dr. Sabando precisa que las enfermedades autoinmunes, a su juicio, tienen a su principal exponente en la inseparable e insufrible artritis-reumatoidea. “Pero no es la única, las enfermedades autoinmunes pueden pronunciarse y mostrarse en otras áreas del cuerpo”, afirma el especialista.

Asimismo, reitera “que no hay medicamentos para enfrentar a las enfermedades autoinmunes, y lo que sí hay, son medicamentos que permiten retrasar los síntomas, o aminorar los efectos, pero medicamentos que lleguen al origen de todo, esto aún no, es decir, la artritis-reumatoidea te va perseguir hasta el resto de los días, a lo igual que otras enfermedades autoinmunes”, aclara.

El sistema inmunológico

Eliecer Arias, médico cirujano, y quien defiende la biomedicina, precisa que si bien las enfermedades autoinmunes tienen un origen cromosómico y genético, hay factores externos, como la alimentación o los excesos, que ayudan a que estas se desarrollen, afectando articulaciones u otros órganos del cuerpo en una caída libre, de no tomarse las acciones que reviertan los cuadros que siempre comienzan con dolores tímidos y en aumento.

Agrega que estos se “inician sin duda por un desorden del cuadro inmunológico, ya que el sistema no reconoce sistemas propios, ya sea por irritabilidad del sistema inmunológico, por el efecto de toxinas, las cuales son habitualmente de tipo alimentarias, pero también pueden ser de otra índole, todo lo cual puede  estimular algo que está dormido en los genes, es decir estimular al gen desencadenando las reacciones de agresión al organismo”.

El profesional define a las enfermedades autoinmunes como procesos antiinflamatorios, recordando que la inflamación de tejidos y articulaciones en el cuerpo humano corresponde a una respuesta de defensa ante una agresión, que en este caso viene del propio organismo. Coincide que sin duda uno de los orígenes de este cuadro, es de tipo genético, pero agrega que hay factores  como los ácidos araquidónicos, que estimulan la agresión.

Por lo anterior, Arias no descarta que situaciones emocionales tengan también un grado de injerencia en estos procesos, y de hecho menciona que “existe una corriente de pensamiento dentro de la medicina biológica, denominada Neuro-inmuno-endocrinológica, que plantea que la psiquis afecta al sistema nervioso, el que modula al sistema endocrino y con ello al sistema inmunológico, como una sola unidad, generando respuestas, en este caso a través de inflamaciones y, por ende, de este tipo de enfermedades. Entonces tenemos  que situaciones emocionales pueden provocar conflicto en el sistema inmunológico, despertando enfermedades de este tipo y generando, lo que yo llamo enfermedades del espejo, es decir, que el cuerpo no se lleva bien con su propio cuerpo, en un problema de autoimagen, lo que a mi juicio es un factor de riesgo para desencadenar una enfermedad autoinmune”, acota.

Reconoce que en cuanto a tratamientos para enfrentar estas enfermedades dolorosas, “estamos en un escenario complicado, ya que se debe realizar un trabajo no solo con el cuerpo, sino también en lo emocional, recordando que la inflamación es un proceso reparatorio y de respuesta, por lo que no es adecuado bloquear este proceso, por ejemplo con corticoides, ya que no vamos a tener reparación, o tendremos resultados pobres. Quizás se calmarán los síntomas, pero no la base del problema”, reiteró el facultativo.

Dieta sana

Por ello “lo que recomendamos para bajar la inflamación, siempre es trabajar en base a una dieta sana, sin azúcar, ojalá sin lácteos, poca carne roja, eliminar las yemas de huevos, a lo que debemos agregar medicamentos biológicos, en microdosis, que no bloqueen procesos naturales, además de complementos alimentarios junto a moduladores inflamatorios y moduladores inmunológicos en microdosis”, afirmó.

Para la señora Luisa Muñoz, los dolores son muchas veces insoportables y luego de consultar a numerosos facultativos, solo le resta acostumbrarse a la idea, como ocurre con casi todas las enfermedades autoinmunes, de que estas llegaron para quedarse. Es de esperar que en un futuro, los tratamientos y los medicamentos entreguen soluciones más esperanzadoras a este tipo de enfermedades que afectan, en peligroso y creciente número (actualmente a cerca del 20%), a la población

mundial.

Ejemplos de enfermedades autoinmunes

Enfermedades autoinmunes clasificadas en función del principal órgano al que afectan:

    • Sistema Nervioso Central: Esclerosis múltiple, Miastenia gravis, Neuropatías autoinmunes como la de Guillain-Barré y Uveítis autoinmune.

 

  • Sistema Gastrointestinal: Enfermedad de Crohn, Colitis ulcerosa, Cirrosis biliar primaria y hepatitis autoinmune.
  • Glándulas endocrinas: Diabetes mellitus tipo 1 o insulinodependiente, Enfermedad de Graves, Tiroiditis de Hashimoto, Ooforitis y orquitis autoinmune, y Enfermedad autoinmune de la glándula suprarrenal.
  • Sangre: Anemia hemolítica autoinmune, Anemia perniciosa y Trombocitopenia autoinmune.
  • Vasos sanguíneos: Arteritis de la temporal, Síndrome antifosfolípido, Vasculítides como la granulomatosis de Wegener y Enfermedad de Behçet.
  • Piel: Psoriasis, Dermatitis herpetiforme, Pénfigo vulgar y Vitíligo.

Enfermedades del tejido conectivo: (Afectan a múltiples órganos incluido el sistema músculo-esquelético, tendones, fascias, etc.), Artritis reumatoide, Lupus eritematoso sistémico, Esclerodermia, Polimiositis, dermatomiositis, Espondiloartropatías como la Espondilitis anquilosante y Síndrome de Sjögren.

 

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