Reportajes

“Amigos con ventaja” SOLTEROS, PERO NUNCA SOLOS…

Cuando se ha pasado por una decepción amorosa que lastimó profundamente el corazón, algunos hombres y mujeres podrían desear tener una relación sin compromiso, por ello recurren a los “amigos con ventaja” porque no quieren volver a sufrir. Otros, en cambio, buscan esta “solución amorosa” porque tienen la libertad de salir con varias personas, sin opción a reclamos.

Independientemente de la edad que se tenga, dicen que cuando sales repentinamente con un amigo con derecho, con ventaja, con raspe, pinche, peor es nada o como quieras llamarlo, te libras de los celos, de recordar la fecha de aniversario, de los regalos, de las llamadas, etc., sin embargo, el amor es un sentimiento que siempre puede nacer y crecer mucho cuando menos lo esperas.

A continuación, abre bien tus ojos porque leerás una gran historia de amor, pero que para llegar a eso pasó por varias etapas, entre ellas por una relación abierta o en otras palabras “amigos con privilegios exclusivos”.

 

JUNTOS, PERO COMO AMIGOS

Mi nombre es Felipe y tengo 27 años, en algún momento de mi vida fui un imbécil y la génesis de eso fue luego de terminar una larga relación amorosa. No me interesaba estar con nadie, dar explicaciones o andar a las paradas de nadie y de ese modo cada vez que me acercaba a una persona solamente me interesaba satisfacer mis deseos sexuales o lo que quería en ese momento, que podía ser un compartir, un salir, un tirar o un pasarla bien pero preocupándome de mí sin importarme lo que sucediera con la otra persona. En otras palabras, anulé todo tipo de regalía con el sexo opuesto, solo me interesaba el lado sexual. Esa era mi mentalidad hace seis años atrás.

Con esas ideas en mi cabeza la conocí a “ella”. Trabajábamos para la misma persona y a mí me caía pésimo, la encontraba atractiva pero como no me interesaba no la pescaba, y ella por su lado, me encontraba atractivo pero creía que era un idiota, y básicamente eso era, un idiota.

Dentro de mi estructura de hombre frío y sin sentimientos hubo algo de remordimiento dentro de mí cuando vi que su pareja de ese entonces la zamarreaba al salir del trabajo. Tras ese episodio me aproximé a ella y le pregunté qué sucedía y que podía conversar conmigo si lo necesitaba.

Nos juntamos en otra ocasión, ella había dejado a su pareja, conversamos como nunca, por largas horas y decidimos tener “algo” desde la postura del amor libre. A mí no me interesaba tener una relación, pero sí quería estar con una persona con la que pudiera estar en la cama y estar seguro de que al salir juntos no me pegaría una enfermedad de transmisión sexual.

 

EL PRIMER ENCUENTRO  

En la primera cita fui un asco. Si tú buscas malo en el diccionario mi foto estaba ahí, fui pésimo. Ella estaba molesta por la situación, y yo no encontré nada mejor que reírme. Ese fue el gancho que me permitió tener un nuevo encuentro con ella, pues, ¿qué se pregunta habitualmente cuando estás con alguien en la cama?, ¿te gustó? o ¿cómo estuvo?, en esa oportunidad rompí el típico paradigma y ella dejó su enojo a un lado y rió junto a mí.

Nos juntamos muchas veces y nos encontrábamos en cualquier parte, si a mí se me ocurría llamarla estando en el mall lo hacía o viceversa, daba lo mismo donde fuera, en un probador o en un baño, lo que queríamos era estar juntos.

Era tan interesante que fuera una relación abierta, ya que no nos dábamos explicaciones, y es que cuando uno está en una relación te corta el hecho de que te limitas con esa persona, dejas de hacer cosas por la otra persona, etc. Pero, en mi caso, hacíamos lo que queríamos y eso aviva más aún el tema sexual. En esa línea, lo hizo fructífero, nutritivo, interesante y místico. ¿A qué me refiero con la característica de místico?, es que cuando uno se involucra tanto en una relación abierta te permite disfrutar sin tabúes, y esa plenitud se logró gracias a los acuerdos que establecimos entre ambos.

Cuando uno revisa una relación abierta, amigos con ventaja o algo por el estilo, es necesario llegar a consensos que te den la seguridad dentro de esa libertad que se genera y es muy importante dejar eso en claro. Hay que entender, que cada uno tiene su amor propio, e independiente de que no exista una relación más formal con la otra persona, se debe generar un grado de seguridad entre ambos, sin mal interpretar lo que se considera como relación abierta.

CUANDO SE ROMPE LA PALABRA

 Libertad, seguridad, sin explicaciones, sin celos, sin dependencia y sin ataduras, una relación así parece un cuento de hadas ¿verdad? Sin embargo, también surgieron cosas negativas.

Me gustaba mucho estar con ella, por el pilar de libertad que habíamos establecido entre nosotros. Recordemos que nosotros teníamos una relación abierta, lo que nos permitía tener encuentros con otras personas siempre y cuando nos cuidáramos y no se convirtiera en una relación paralela.

Yo comencé a experimentar más sentimientos, pero algo pasó. Ella comenzó a salir con otra persona y para mí en ese entonces, lo poco y nada de sentimientos que estaba teniendo, decidí tomarlos y guardármelos en el bolsillo para continuar con la dinámica que se limitaba a lo sexual.

Pasó un poco de tiempo y ella me contó que tuvo una relación sexual que siempre había querido experimentar, pero que fue decepcionante en comparación a lo que estaba teniendo conmigo. Pude notar que se sentía muy arrepentida de lo que había hecho y que en realidad estaba interesada en mí. Pero, yo más inmaduro y más orgulloso le dije que no estaba interesado en involucrar mis sentimientos con nadie y que yo no quería nada con ella que fuese distinto a nuestra dinámica de hasta entonces. Ella aceptó.

Continuamos con la relación abierta, pero cometí un grave error, comencé con una relación paralela. Conocí a una mexicana, empezamos a salir y me involucré más de lo debido. En cierto modo, lo hice por despecho, debido a lo que ella había hecho anteriormente, sin embargo, no se comparaba, pues solo tuvo una relación sexual con otra persona, yo estuve saliendo con dos mujeres al mismo tiempo, sin que ni una se enterara, a pesar de que nosotros teníamos el acuerdo de estar con otras personas pero con la limitación de no involucrarnos en relaciones prolongadas.

Yo fui un tonto, pero la vida siempre se encarga de arreglar las cosas. Se presentó la oportunidad donde puse el pecho a las balas. Ella me subió y me bajó durante dos horas por lo que había hecho. Con fundamentos y sin decirme ni una sola grosería me hizo añicos por haber destruido lo que nosotros habíamos consensuado.

REMEDIANDO EL ERROR  

Básicamente no se podía arreglar mi estúpido actuar ¿cierto?, además ella solo conocía mi lado sarcástico, despectivo y frívolo (ojalá no se encuentren con alguien así en su vida). Pero, mi primer paso para remediar mi error, fue contarle todo lo que pasó y el segundo paso fue pedirle el tiempo para mostrarme tal cual soy. Ella después de todo lo que había pasado, accedió.

Como consejo les puedo decir que ser autorreferente no sirve, por ello le presenté a mi círculo más cercano para que desde ahí conociera mi verdadera personalidad.

Una vez la invité a un trabajo que me salió en un pueblo y las señoras de ese lugar me trataban con mucho cariño y cada vez que la veían le decían, “cuide a Felipito, él es un amor de persona”. Se dio cuenta que me había conocido en un periodo de mi vida en que tenía las puertas cerradas a una relación y poco a poco comprendió quién era yo realmente.

Finalmente no le pedí pololeo. Ella, valiente y empoderada, se acercó a mí y me dijo “te lo pido yo porque tú no lo vas a hacer nunca” y desde ahí que estamos juntos hace ya seis años.

Decidimos establecer una relación más formal porque nos dimos cuenta de lo bien que lo pasamos juntos sin la necesidad de estar con otra persona, en ese sentido, es complicado conocer lo bueno y lo malo de otro y que te acepte. Entonces, realizamos un nuevo acuerdo mutuo que consistió en tener una relación monógama y dejar atrás nuestra relación abierta o de amigos con ventaja.

Actualmente, nuestra relación está en constante evolución y hemos madurado en forma conjunta y particular. No somos dependientes del otro, cada uno sigue tiene su propia vida y nos hacemos cargo de uno mismo, pero a la vez nos preocupamos de mantener la relación.

Finalmente, les puedo decir que es muy importante llegar a consensos y respetar la palabra. La experiencia nos enseñó que al no respetar lo que habíamos acordado en nuestra relación abierta nos hizo sufrir a nosotros y a terceras personas que involucramos.

Una gran historia ¿o no?, y es que terminar siendo novios es el riesgo que se corre al momento de tener un “amigo con derechos”.

La definición correcta de este tipo de relación se refiere a una amistad que cruza la frontera de la fraternidad y pasa al plano sentimental, al romance y al de la sexualidad, pero no se involucra el compromiso, la seriedad ni responsabilidades y tampoco se presenta ante el público como un noviazgo.

Esa es la situación amorosa en la que se encuentra Alejandra, una joven de 24 años, Ingeniera Civil Industrial, que hace dos años terminó una relación de seis. Tras la ruptura no estaba en sus planes encontrar un nuevo amor, pero hoy tiene un amigo con ventaja. “Soy una persona soltera, pero con alguien”, definió.

Y así, explicó que las cosas entre ella y su “amigo” se fueron dando solas con el tiempo, hace ya cerca de un año. “De un momento a otro pasamos la barrera, pero no al punto para ser pololos, ya que entre nosotros no hay nombres de por medio, tenemos claro que somos amigos”.

Pese a que su relación anterior no finalizó de la mejor forma, ella fue enfática en que si no formaliza con su nuevo amigo no es por miedo al compromiso. “En mi caso tengo súper claro que no es así, ya que sé que en este minuto de mi vida no puedo tener algo serio. Estoy comenzando mi vida profesional, me fui de mi ciudad natal para comenzar una vida en otro lugar del país, entonces estoy experimentando cosas buenas y viviendo el presente. En otras palabras, en mis prioridades no está tener una relación de noviazgo o pololeo con alguien”.

 

¿Cómo se diferencia una relación de amigos con ventaja a un pololeo?

“Por ejemplo, si salgo al centro yo no ando de la mano con esa persona, si alguien me pregunta mi situación amorosa respondo que estoy soltera o si me preguntan por él, digo que es mi amigo, sin la necesidad de explicar que es con ventaja o que estamos juntos pero sin nombre, solo digo que somos amigos.

Además, cuando uno tiene pololo generalmente se dice “amor” o algún sobrenombre tierno, con un amigo con ventaja eso no tiene cabida. Sin embargo, con él también se puede salir, hacer panoramas o conocer lugares. En mi caso yo conocí a su familia o le he hablado a mis amigas de él, pero cada uno tiene su propio espacio”.

 

PSICOLOGÍA CON VENTAJA  

Pablo Stevens es psicólogo clínico y en sus años de experiencia se ha encontrado con personas que se encuentran en un tipo de relación abierta, pero a su pesar, pues les gustaría concretar la formalidad. “Cuando eso ocurre se suele dar una dinámica común que es mientras más persigo o espero que la otra persona se decida, más la otra persona se arranca, ya que de algún modo no se encuentra preparada o preparado para un compromiso formal o derechamente no es lo que quiere en ese momento”, explicó el especialista.

En esa línea, agregó que “una de las premuras de definir prontamente una relación que no está definida tiene que ver, por una parte, por un tema cultural, pues se cree que una persona si está con alguien debe ser reconocida como tal, es decir, ‘yo estoy en una relación con alguien y esa persona está conmigo’. Por otra parte, tiene que ver en cómo vamos manejando la ansiedad o incertidumbre en la fase inicial de una relación, considerando que no todas las personas tienen los mismos ritmos o disposición a comprometerse inicialmente”.

 

En cuando a la persona que no quiere formalizar una relación, ¿cuáles podrían ser los fundamentos de su decisión?

“Para que una persona no quiera tener una relación formal, por un lado, habitualmente tiene que ver con su historia de vida. Una posibilidad es que han estado en relaciones pasadas que no funcionaron, y por eso prefieren ir con más cautela y no invertir tiempo en un compromiso. Por otro lado, muchas veces se plantea una disposición de no estar concentrado específicamente en esa perspectiva de vida amorosa, es decir, podrían tener otras expectativas de una relación o se encuentran focalizados en otras áreas de su vida, por ejemplo, el trabajo, estudio o responsabilidades familiares que no les permiten de alguna forma responder al tiempo de estar en pareja, por ende, estar en relación sin mayor compromiso les acomoda en ese momento”.

Si bien, en una relación de este tipo existen ciertas libertades, es importante dejar en claro las propias intenciones y expectativas individuales. “En las relaciones de pareja, ya sean formales o informales es fundamental que los acuerdos tácitos sean lo más claros posibles, sabiendo también, que no se puede explicitar todo, de modo que ambos integrantes puedan tomar la decisión de estar o no en esa relación”, enfatizó Pablo.

Para las personas que se encuentran en una relación de amigos con ventaja, pero les gustaría ir más allá y formalizar el vínculo entre ambos, el especialista fue enfático en los siguientes consejos:

  1. Intentar bloquear las situaciones por concretar la relación. Ya que al intentar de diversas formas que la otra persona entienda su postura de formalidad, puede provocar discusiones, distanciamiento o sufrimiento propio.
  2. Aceptar y leer el comportamiento de intereses de la otra persona con respecto a la relación que tienen en común.
  3. De forma transversal es importante analizar lo que uno quiere y ver cuán posible es que en la relación en la que me encuentro vaya a cumplir con mis intereses y expectativas personales.

 

Desde la experiencia como psicólogo, ¿crees que este tipo de relaciones se da con mayor frecuencia en estos tiempos?

“Refiriéndonos a los adolescentes o adultos jóvenes existe una mayor aceptación y tolerancia respecto a las diversas formas de ser pareja. Hemos visto que desde los años 90 se ha dado una transformación y no se establece solamente una estructura familiar, de vida de pareja o de los estilos de vida. En ese contexto, pienso que nuestra sociedad paulatinamente ha ido comprendiendo y aceptando que existen muchas formas de ser y existir a nivel individual, de pareja y familiar, contribuyendo a que se vuelvan más común este tipo de relaciones abiertas o que derechamente, personas se planteen estar solas”.

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