“La invitación es una: lideremos en conjunto un Chillán participativo e inclusivo”
César Riquelme Alarcón, precandidato a alcalde de Chillán
“Estoy convencido que con la ayuda de todos los vecinos otro Chillán es posible”
Es un hombre que proviene del mundo de la educación, un área clave para el despertar de conciencias y crecer en igualdad como sociedad, él lo sabe y por lo mismo esta precandidatura apoyada por el Partido Radical y el movimiento Chillán Ciudadanos, la asume como un gran desafío, ya que no solo pretende llegar al sillón alcaldicio para realizar una buena gestión, sino que quiere sembrar las bases de un Chillán más inclusivo, empoderado y opinante en las materias de desarrollo en todos los ámbitos, social, económico y educacional.
UNA HISTORIA MARCADA POR EL SENTIDO SOCIAL
De familia chillaneja, César durante toda su vida se identificó con esta tierra y a lo largo de su extensa trayectoria siempre tuvo en su mente el deseo de aportar a su crecimiento. “Desde niño tuve la inquietud por el tema comunitario, el que fui desarrollando a lo largo de mi vida personal y laboral. En mi adolescencia trabajé fuertemente en la Iglesia Católica en la parroquia Sagrada Familia de la población Purén, luego estudié en la Universidad de Concepción donde fui dirigente estudiantil de la Federación, fui vocal de Derechos Humanos a mediados de los 80’, años muy complicados, y posteriormente en la Universidad del Bío-Bío, fue dirigente del Centro de Alumnos de Historia. Una vez que se recuperó la democracia continué mis estudios, cursando un Magíster en Política Educacional en la Universidad de Talca y fui rector del Colegio Concepción de Parral, Linares y Chillán.
Con el correr de los años me fui dando cuenta que los cambios estructurales que necesitábamos como sociedad, la mejora en la calidad de vida de los ciudadanos y la participación democrática que se aspiraba no habían llegado en la plenitud que imaginaba y cuando llega el segundo mandato de la Presidenta Bachelet me entusiasmó porque planteaba un programa social demócrata que, dentro de muchos aspectos, apuntaba a cambios en la educación. Fue así como participé como vocero de campaña de Aldo Bernucci, más tarde fui también vocero en el comando ciudadano por la campaña presidencial de Alejandro Guillier y trabajé en el equipo profesional que aportó en la elaboración de su programa.
Lo anterior me llevó a entrar hace un par de años al Partido Radical, lo que derivó en mi precandidatura a alcalde de Chillán y a ser coordinador del movimiento Chillán Ciudadanos.
RADIOGRAFÍA COMUNAL
¿Qué análisis hace sobre la educación municipal actual?
El análisis es bien desastrozo. Una de mis características es decir las cosas por su nombre y la educación municipal es un sistema absolutamente quebrado. De ejemplo un dato, hace 10 años atrás el sistema municipal tenía 16.000 alumnos, hoy tenemos 8.000, lo que significa una merma de recursos en cerca de 8 mil millones de pesos para el sistema educacional municipal al año. Respecto a esto, la estrategia que ha ocupado la autoridad ha sido defensiva porque en la medida en que iban disminuyendo la cantidad de alumnos, se iban cerrando y fusionando establecimientos, pero no implementando una política audaz y ofensiva para levantar un verdadero proyecto educativo a nivel comunal. Esto quiere decir que no se tiene un proyecto educativo, sin embargo, tener una educación municipal de calidad no algo imposible. Tenemos muchos ejemplos en establecimientos municipales de las regiones de Ñuble y Maule.
La pregunta es por qué se van los alumnos, y la respuesta es simple, porque los alumnos no encuentran respuesta en términos de calidad, cosa que otras municipalidades entendieron y han invertido en calidad. Por eso, nuestro proyecto educativo debe apuntar a la excelencia y a la educación tecnológica.
¿Cuál es su diagnóstico en el sistema de educación superior?
Lo primero que hay que señalar es que cuantitativamente es importante, la cantidad de alumnos ronda los 25 mil alumnos y existe una enorme oferta en educación superior (universidades, institutos y centros de formación técnica). Pero lo que no hay es una oferta cualitativa, vale decir, carreras de alto rendimiento, ni tampoco están nuestros alumnos más aventajados, ya que estos optan por irse de Chillán a estudiar a Concepción o Santiago, produciéndose una fuga de cerebros y talentos. Lo que en sociología es la masa crítica, personas que podrían pensar la ciudad, plantear proyectos de ciudad con capacidades técnicas, académicas e intelectuales superiores. Eso tiene que ver con la situación que vive la comuna en términos de vulnerabilidad porque uno de los problemas que tenemos es justamente no tener esta masa crítica.
Considerando lo anterior, ¿en qué momento se encuentra Chillán?
Durante muchos años nos vendieron el discurso que Chillán era una ciudad moderna, de un alta estándar en calidad de vida, pero resulta que cuando Ñuble se convierte en región se logra tener la estadística real y no la estadística escondida bajo el Biobío.
Es así que con la verdadera estadística de Chillán podemos constatar que como ciudad tenemos el doble de pobreza que el promedio nacional con un 16% y si vemos la pobreza multifactorial llegamos al 24%, además, contamos con una tasa de cesantía por sobre el promedio del país, por ejemplo, si el sueldo promedio en Chile son 550 mil pesos, en Chillán alcanzamos la cifra de 370 mil pesos. A eso hay que sumarle que el 25% de los trabajadores son independientes, sin contrato de trabajo y generalmente comerciantes ambulantes.
Encima, Chillán es la ciudad que tiene la más baja conectividad de Internet de todo Chile; por lo que la radiografía que puedo hacer no es de las mejores, de todas maneras como contraparte somos una ciudad de mucho potencial.
Contamos con una juventud con muchas ganas de emprender en diferentes áreas, surgen pequeñas y medianas empresas que hay que apoyar con mayor decisión y fuerza. Otro punto que ha develado la pandemia es la calidad de nuestros dirigentes sociales (presidentes (as) de Juntas de Vecinos, clubes deportivos, líderes de las iglesias), quienes se han desplegado para ayudar constituyéndose en personas con credibilidad frente a la comunidad. Esa calidad de dirigentes sin duda que ocupará un lugar distinto al que ocupaba, luego de la pandemia. Ellos deberían tener una voz fuerte en la conducción de la comuna, que institucionalmente sean escuchados por la autoridad. Si antes hubiera sido así, no se habrían cometido errores en el registro social de hogares o en la distribución de las cajas de alimentos, por nombrar algunos ejemplos.
CHILLÁN DEL FUTURO
¿Cuáles son los pilares fundamentales de su programa?
- Un eje central es la participación. Es cosa de ver como en la última elección municipal voto un 34% de la población con derecho a voto. El alcalde actual representa por lo tanto a 1,8 de cada 10 chillanejos. Un gobierno comunal con esa base de apoyo frente a determinadas situaciones de crisis se debilita, lo vimos en el estallido social y frente a la pandemia. En otras comunas de Chile se realizan plebiscitos para determinar las alternativas de inversión con el fin de saber lo que piensa la gente en materia de prioridad. En Chillán eso no se ha hecho en términos de programas participativos y eso tiene que ver con que en nuestra ciudad hay una elite política transversal que está dirigiendo los destinos, que juega a las sillas musicales en materia de distribución de cargos, que se cerró a la participación, y la respuesta de la ciudadanía fue no ir a votar en las elecciones municipales, por eso el bajo nivel de credibilidad que tienen las autoridades es tremendo.
- El fomento de las micro y medianas empresas (emprendimiento). Hay que desburocratizar los trámites y hacerlos más fáciles, acompañar a los jóvenes que quieran emprender. Además, no todas las personas tienen la información necesaria para realizar cada una de las etapas que se requiere para iniciar un emprendimiento. En este punto la municipalidad debería tener una oficina especial, a cargo de fomento productivo, que esté direccionada a entregar información, agilizar trámites y acompañar a los emprendedores de Chillán con el objetivo de hacer más expedito su funcionamiento. Esto sin duda será un aporte a solucionar la pobreza y cesantía que existe en nuestra capital regional, ya que una vez en marcha el emprendimiento podrá dar trabajos de calidad y con contrato a los propios chillanejos.
- Medioambiente, contaminación, hacinamiento e infraestructura urbana. Chillán está dentro de las 20 ciudades más contaminadas de América Latina. Los problemas que lo originan aún se mantienen. Además, la pandemia desnudó que en Chillán existen campamentos y tomas que no cuentan con los servicios básicos, a eso se suma el narcotráfico en las poblaciones y la violencia intrafamiliar al interior de los hogares. Son los problemas estratégicos que se han mantenido en 10 años y que como municipio debemos enfrentar y brindar solución. Entonces claramente estas son las prioridades más allá de otras también importantes, pero no esenciales como lo es la pavimentación de algunas calles o las áreas verdes. Se requiere una equidad en la infraestructura urbana, una repartición justa de la inversión pública y una priorización de la inversión de acuerdo al interés de los vecinos que pueden ser abordados a través de plebiscitos comunales.
En definitiva, el alcalde no solo es un administrador, sino un líder político, y como tal hay empresas políticas que debería abordar, por ejemplo, como capital regional deberíamos tener una carrera de medicina en Chillán, lo que traería especialistas y académicos de primer nivel con positivas consecuencias. Nos hemos quedados estancados en cuanto a crecimiento y calidad de vida. Por ejemplo, Antofagasta tiene 25 mil dólares de ingreso per cápita y nosotros en Ñuble 3 mil dólares.
No tenemos que creernos el cuento que somos una ciudad moderna, porque ese es el cuento que nos venden los que quieren que las cosas continúen como están. Es una elite que no ha sido capaz de llevar a Chillán por el camino del progreso.
TEMAS DE ACTUALIDAD
¿Qué opinión le merece la ley que limita las reelecciones?
La ley que restringe la reelección es muy buena ya que hace que obligatoriamente se produzca una renovación de autoridades. Eso tiene que ver con el tema de las movilizaciones que comenzaron en octubre. La elite política se vio obligada a hacer cambios. Los límites en la reelección colocan un freno a la corrupción. Además, esto va a propiciar un debate de ideas de mucha gente para abordar las problemáticas de vida que tenemos los chillanejos. Para ello las “nuevas autoridades” tienen que conocer la realidad no solo estadística sino que vivencial, que somos una ciudad pobre, con mucha vulnerabilidad, pero con un potencial humano enorme, donde hay hombres y mujeres que luchan no solo por sus familias sino por sus barrios.
¿Cómo califica la gestión del alcalde Sergio Zarzar?
Siendo bien objetivo, creo que su primer periodo fue bueno porque abordó temas de corrupción importantes, el segundo fue regular, más bien de transición y el tercero un desastre absoluto. No solamente por los eventuales problemas de corrupción que están pendientes, sino también por un tema de desidia y abandono. Sin ir más lejos, el segundo semestre del año pasado demostró una falta de liderazgo notable frente al movimiento social y cuando tuvo declaraciones respecto del tema fueron acomodaticias, populistas e incluso planteando que estaba de acuerdo con las demandas, cuando creo que uno debe asumir lo que es políticamente. ¿Y qué nos está salvando en medio de este caos?, los dirigentes sociales. Es tan así que la municipalidad se dio cuenta de eso y se sumó a las ollas comunes que estaban organizando los vecinos de cada sector (que hoy alimentan a más de 4 mil personas) después de dos meses que comenzaron entregando los alimentos.
¿Siente que despertó la conciencia política y social en Chile?
Chile se cansó. Esto no es un estallido social si se analiza desde el punto de vista de la ciencia política, ya que estos son de corta duración y obedecen a un tema coyuntural. El tema fue por temas éticos (colusión con sanciones irrisorias), donde la elite se estaba riendo de la sociedad.
Somos una república donde la gente debería progresar por su mérito y esfuerzo personal, pero cuando existe educación de calidad para algunos y no para otros, cuando existen barrios marginales como contraparte de sectores acomodados y con privilegios, es comprensible que la gente haya dicho basta. Incluso la deuda con la sociedad llega a conceptos que pertenecen al siglo XIX. Por lo tanto, no es una república aquella donde las personas por mucho esfuerzo que hagan no progresan y tampoco es república aquella donde personas que no hacen esfuerzo están instaladas en un sitial de privilegio.
Se puede ver en las pensiones de hambre, salud precaria, educación deficiente y justicia para algunos. De ahí que el elemento esencial sea el cambio en la Constitución Política. Por eso soy un convencido que las movilizaciones fueron exitosas ya que la elite política tuvo que llegar a un acuerdo para hacer un plebiscito, lo que debería ser algo lógico en un país democrático.
La gente quiere una Constitución que no sea ideológica, sino que defina principios generales de un estado social de derechos y que después, a través del debate parlamentario, se aprueben las leyes necesarias para avanzar.
Otro dato importante también es que hay un modelo económico agotado. El neoliberalismo fracasó, es un modelo económico que está en retirada en el mundo. El Estado no se puede marginar de la regulación del mercado.
“UNA PRIMARIA DEMOCRÁTICA DEBE ELEGIR AL PRECANDIDATO”
¿Qué mecanismo debería ser el indicado para elegir al candidato de oposición?
Es un tema complicado. Entiendo que hay algunos candidatos que son parte de la elite de la que he hablado y que ha dirigido los destinos de Chillán desde hace varias décadas, a la que le seduce la idea de no preguntarle a la ciudadanía, sino que escoger al candidato entre cuatro paredes en Santiago a través de negociaciones de las directivas políticas que no conocen la realidad de Chillán y que se dejan llevar por encuestas manipuladas. Eso sería para mí muy doloroso. Un candidato que surja de esa manera no ganará ya que será un candidato impuesto que daría continuidad a lo que se quiere cambiar, por lo que espero que los candidatos progresistas converjamos en realizar una primaria abierta, amplia e inclusiva con todos aquellos que se sientan capacitados para aspirar a ser alcalde y debatamos sobre el diagnóstico de la ciudad con todas sus problemáticas, además de discutir sobre las soluciones y estrategias.
Si es electo alcalde, ¿cuál será el sello de su administración?
Mi administración estaría enfocada en un municipio participativo con una fuerte participación de un concejo de dirigentes sociales que pudieran contar sus problemas y coordinar políticas de seguridad, desarrollo urbano, definir prioridades, por otro lado, haría plebiscitos comunales para definir las estrategias de la ciudad. Asimismo, generar empoderamiento y un rol fiscalizador, para evitar que la elite haga lo que quiera. Ese es el sello fundamental que tendrá mi gestión como alcalde.
@cesarriquelmealarcon