Portadas

La historia del vivero que hoy se consolida como uno de los más importantes dentro de la región

Vivero Chillán

Vivero Chillán es una empresa familiar que tiene sus raíces en lo más profundo de la pasión de un hombre: Don Juan Venegas Gacitúa (QEPD), un profesor de Física que desarrolló su labor docente en establecimientos educacionales de Chillán como el Liceo de Hombre Narciso Tondreau y el Colegio Concepción.

Decimos pasión porque hace poco más de 20 años, cuando Don Juan le dio vida a Vivero Chillán, esta fue la tierra fértil para comenzar a cultivar su hobby y cumplir su gran sueño: producir diversas plantas, las que con el correr de los años fue comercializando y haciendo crecer este emprendimiento familiar que hoy sus hijos, Carlos y Harlem, continúan como herencia de la tradición que su padre sembró en ellos.

Una historia de amor

Dicen que cada proyecto y cada desafío que se plantea un ser humano en la vida se miden no solo por el trabajo y los éxitos obtenidos, sino también por la tenacidad y la capacidad de continuar adelante manteniendo la fe en lo que se hace con amor.

Por eso fuimos a visitar el Vivero Chillán, un hermoso y mágico lugar para conocer más de esta linda historia de amor que ha impulsado a estos hermanos a continuar con el legado inestimable dejado por su padre, quien a su vez tuvo en su querida esposa, Ana María Grollmus, a la compañera ideal para formar un hogar, una familia e impulsar día a día su emprendimiento que no solo se caracterizó por la calidad de su servicio, sino también por una atención cercana y afable, conectando a sus clientes con la naturaleza.

En cuanto nos encontramos con Carlos, la conversación se centra en la historia de Vivero Chillán. “Para nuestro padre, quien desde muy joven estuvo ligado al campo, su gran pasión fueron las plantas, le gustaba todo lo relacionado con ellas. Esa afición la realizó en primera instancia en nuestra casa desde donde hizo sus primeras producciones para seguir creciendo y llegar a proveer incluso a varios otros viveros de la zona. Fue un hombre autodidacta al que le gustaba investigar, leer, probando a través del ensayo y error, múltiples formas de germinación y siempre en constante aprendizaje. Situación que lo motivó junto a su vocación de enseñar a compartir con muchas personas los conocimientos que fue incorporando a través de su experiencia con los años, logrando compatibilizar su trabajo de profesor con el tiempo que le dedicaba a su vivero. Siempre nos comentaba sus deseos de seguir creciendo y algún día dedicarse a tiempo completo a su querido vivero”.

Lamentablemente, problemas de salud hicieron que este matrimonio que se amó y acompañó toda la vida, dejaran esta vida terrenal sin poder seguir disfrutando de lo que ellos con tanto amor crearon. “El fallecimiento de mis padres el año pasado fue un golpe duro para nosotros como hermanos, por lo que no dudamos en continuar el legado como un tributo a este gran proyecto familiar. Durante este tiempo nos hemos ido asesorando con profesionales del área, lo que ha permitido incorporar conocimientos y competencias para desarrollar un trabajo de calidad tanto productivo como administrativo. Lo que ha permitido aumentar los puestos de trabajo”.

El legado de un vivero productor

Fue así como día a día se va consolidando el sueño de Vivero Chillán, vivero que cuenta desde el 2004 con certificación SAG, ubicado en el Km 10 camino a Pinto en Chillán. “Nuestro padre fue materializando su sueño construyendo 2 invernaderos, que hasta el día de hoy nos han permitido tener un crecimiento sostenido y con ello lograr alianzas, convenios con constructoras, inmobiliarias, municipios y paisajistas, con el fin de abastecer de árboles y plantas a muchos lugares de Ñuble y otras regiones.

De esta manera fuimos creciendo año tras año. Recuerdo sus primeras producciones de árboles, algunos de ellos forman parte del paisaje de nuestro vivero. En la actualidad contamos con un nivel productivo mayor, dentro de los que destacan; árboles y arbustos ornamentales, árboles nativos, flores, palmeras, entre otros, en un ambiente auténticamente natural (la gran mayoría de lo que tenemos es de nuestra producción).  Nuestra venta está dirigida a clientes de todo Chile, por lo que la presencia de Vivero Chillán, principalmente en árboles ornamentales, es reconocida a nivel nacional”, indica Carlos, quién además recuerda que siempre que podía ayudaba a su padre en algunas tareas específicas: “Apoyé a mi padre dándole un toque de tecnología que fue muy importante para proyectar el vivero; creando la primera página web. Ajustándonos a los cánones tecnológicos de la vida actual, un mundo digital donde muchas negociaciones se realizan a través de páginas web, redes sociales y otros canales digitales”.

Generaciones de clientes

Uno de los aspectos que siempre Don Juan se preocupó de cultivar fue el buen trato con el cliente; cálido, acogedor y siempre dándose un tiempo para conversar con quienes visitaban su vivero. Características que Vivero Chillán sigue brindando a sus clientes y que son un aspecto más que constituye su sello diferenciador. “Son clientes fieles, muchos de ellos conocieron a nuestros padres y continúan visitándonos junto a sus familias y recomendándonos. Por eso es maravilloso ver como las nuevas generaciones de familias han hecho del vivero un lugar para conectarse con la naturaleza y además encontrar siempre algo novedoso para su jardín. Todos estos sellos nos han permitido fortalecer el ámbito comercial desde el área tecnológica, es por esto que actualmente contamos con una página web con tienda online, el primer vivero de la región que cuenta con esta alternativa de compra, en la que se puede comprar la mayoría de los productos y donde el cliente puede elegir el retiro en el vivero o despacho a su domicilio. Además, estamos presentes en redes sociales donde tenemos una gran cantidad de seguidores, a los que constantemente estamos asesorando, orientando, ofreciendo promociones, concursos, gift card y cupones de descuento que también se pueden utilizar en nuestra tienda online. El tiempo nos ha hecho comprender que un buen vivero no es el que tiene más plantas, sino es el que acompaña, guía y orienta a sus clientes durante todo el proceso de crecimiento, entregándoles consejos y recomendaciones”.

Nuevo invernadero

Carlos evoca que su padre siempre decía que cuando se jubilara su sueño era construir un nuevo invernadero. “De hecho al tiempo después de su fallecimiento pude ver en algunos correos donde buscaba información y cotizaciones sobre la futura construcción de este proyecto que nosotros con mi hermana quisimos materializar”.

Dentro de sus singulares características, el invernadero tendrá más de 600 metros cuadrados, contará con riego automático programado y sectorizado, sector de germinación, cuenta orgullosamente Carlos, quien agrega: “es por eso que el gran objetivo del invernadero es seguir fortaleciendo nuestra producción. El invernadero permitirá crear las condiciones óptimas para la germinación y propagación, además de incorporar otras especies que necesiten un cuidado especial”.

Sin duda que la continuidad del legado de Don Juan está garantizada, puesto que Vivero Chillán como empresa familiar, es reconocido no solo en Ñuble, sino que también en gran parte del país, lo que se refleja en las alianzas que han realizado y que ayudan a generar redes a nivel nacional. “Asimismo, queremos seguir creciendo, integrando nuevos productos asociados a la jardinería y ornamentación para brindar un mejor y más completo servicio a nuestros clientes”, concluye Carlos Venegas Grollmus, su gerente comercial.

Dirección: Km 10 Camino a Pinto – Chillán (Ruta a Nevados de Chillán), Región de Ñuble. Ubicación exacta: «Vivero Chillán» en Google Maps o Waze.

Teléfonos: (+56 9) 7853 3397

www.viverochillan.cl  

contacto@viverochillan.cl  

Instagram: @viverochillan

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