Trastorno del Espectro Autista: Una realidad sensible
¿Cuántas veces no hemos escuchado ese concepto sin conocer en profundidad su significado? Para eso, conversamos con dos profesionales especialistas en la materia, Victoria Salome Pulgar San Martín, Fonoaudióloga, Magíster en Desarrollo Cognitivo y Marilyn San Martín Cofré, Fonoaudióloga, Magíster en Trastornos del Lenguaje y Habla, ambas académicas del Departamento de Ciencias de la Rehabilitación en Salud de la Escuela de Fonoaudiología de la Facultad de Ciencias de la Salud y de los Alimentos – FACSA UBB. Universidad del Bío-Bío.
Para ambas profesionales, es fundamental definir qué es el TEA. “Es un término general que designa un espectro de condiciones del neurodesarrollo, caracterizada por alteraciones cualitativas en la interacción social recíproca y en la comunicación, que posee patrones de conductas repetitivas y estereotipadas, y de intereses restringidos; así como la existencia de intereses sensoriales atípicos. Recalcamos la importancia del concepto de ‘espectro’, ya que este conlleva la comprensión del autismo como un continuo más que como una categoría diagnóstica. Otro punto importante es que el autismo no es una enfermedad, sino una condición, es decir que afectará a la persona a lo largo de la vida, y, por ende, al no ser enfermedad, no puede ser curada”, indican.
¿Cuáles son los síntomas del TEA?
“Las señales tempranas más significativas son: Falta de sonrisas u otras expresiones de cariño o alegría a los 6 meses o después; falta de intercambio ida y vuelta de miradas, sonidos, sonrisas u otras expresiones faciales a los 9 meses o después; falta de gestos de comunicación ida y vuelta, como señalar, mostrar, alcanzar o saludar a los 12 meses; retraso en el habla y lenguaje, evitación del contacto visual; intereses repetitivos; dificultades ante cambio de rutinas), entre otros”, coinciden.
¿Qué grados de TEA existen?
“El manual de criterios diagnósticos DSM –V menciona tres grados:
Grado 1 “Necesita ayuda”: Sin apoyo in situ, aunque presenta alteraciones significativas en el área de la comunicación social. En cuanto a comportamientos restringidos, presenta interferencia significativa en al menos un contexto.
Grado 2 “Necesita ayuda notable”: Marcado déficit con limitada iniciación o respuestas reducidas o atípicas. Interferencia frecuente relacionada con la inflexibilidad y dificultades del cambio de foco.
Grado 3 “Necesita ayuda muy notable”: Mínima comunicación social. Marcada interferencia en la vida diaria por inflexibilidad y dificultades de cambio y foco de atención”.
¿Cuándo es recomendable consultar profesionales especialistas?
“Se recomienda consultar si el niño o la niña presentan algunas de las conductas señaladas anteriormente (dos o más), ya sea al pediatra o enfermera de control de niño sano, también fonoaudióloga especialista en el área de TEA, quienes pueden derivar a especialista neurólogo o psiquiatra infantil, los que darán diagnostico apoyado en la opinión de los otros profesionales. Es importante mencionar que este diagnóstico puede detectarse a los 18 meses o incluso antes, considerándose confiable”.
¿Qué tipo de tratamientos existen?
“El abordaje de las personas dentro del Espectro es multidisciplinar y variado, incluye como base fonoaudiólogo, terapeuta ocupacional, neurólogo o psiquiatra infantil y psicólogo.
Desde el área fonoaudiológica no hay un tratamiento transversal para las personas con TEA, ya que como se describió anteriormente cada persona va a presentar distintas características, por lo tanto, desde la evaluación se revisará si es necesario utilizar ciertas metodologías como TEACCH, OBA, DENVER o estimular habilidades de juego, todo esto paralelo a las habilidades lingüísticas y comunicativas”.
¿Cómo ha sido el trabajo de investigación de la UBB al respecto?
“Actualmente como Escuela de Fonoaudiología de la Universidad del Bío-Bío, disponemos de dos centros de prácticas Centro de Actividades Prácticas (CAP) y la Clínica de Estudios de la Comunicación Humana (CECH), en los cuales atendemos usuarios de diferentes edades con Trastorno del Espectro Autista. Ambos centros cuentan con un equipo compuesto por Fonoaudiólogas y Terapeuta Ocupacional, además de los alumnos de quinto año de la carrera de Fonoaudiología, en periodo de práctica profesional, quienes constantemente están realizando talleres de estimulación, charlas informativas e intervenciones individuales. Ese es el sello de responsabilidad social de nuestra Universidad con la comunidad”.
¿Cómo se proyecta el tema en nuestro país?
“La última estadística del Ministerio de Salud, tomada el año 2013, menciona que 1 de cada 88 niños nacidos presenta la condición de Espectro Autista, en este contexto consideramos que la detección precoz es fundamental para poder intervenir tempranamente e intentar variar el pronóstico funcional a largo plazo de las personas con TEA. En este sentido, debe existir una gran capacitación a los profesionales del área de salud que controlan o hacen seguimiento del desarrollo de niños pequeños, ya que tienen un rol fundamental en la sospecha, detección de signos tempranos y derivación oportuna a evaluación y tratamiento especializado”.