PROFO Valle de Loncomilla Potenciando la gastronomía y hotelería en un territorio con naturaleza, patrimonio y vino
Hace un año y medio que este proyecto asociativo financiado por Corfo viene trabajando en reforzar una relación que en la zona se ha dado en forma innata: atractivos naturales, patrimonio, gastronomía y vinos forman un atractivo conjunto para un turismo que busca cada vez más conectarse con la esencia de los territorios. Aquí el Valle de Loncomilla tiene una oportunidad que sus actores han comenzado a entender y a enriquecer.
¿Qué puede ser más atractivo que encontrar en una zona bellezas naturales, buena gastronomía, patrimonio histórico y cultural, y además, un importante desarrollo vitivinícola? Eso es lo que ofrece el Valle de Loncomilla, una rica zona vitícola que abarca las comunas de San Javier, Villa Alegre, Yerbas Buenas, Linares, Retiro y Parral en la Región del Maule.
Y es justamente en esta zona y rescatando esas características que desde hace un año y medio que un PROFO financiado por Corfo está reforzando tanto la relación existente entre estos atractivos como la oferta de hotelería, gastronomía, turismo del vino y turismo aventura para hacer de este territorio un destino apreciado y valorado.
“Llevamos un año y medio como PROFO, un proyecto de tres años que lo que busca es promoción y difusión de esta oferta, y establecer las alianzas necesarias entre las viñas abiertas al turismo, el turismo aventura, los hoteles y la gastronomía para entregar una propuesta sólida y variada que beneficie a todos los actores que participan en este proyecto. Chile debe convertirse en un referente del enoturismo y nuestra región también”, asegura Marcela Leni, gestora comercial del PROFO Valle de Loncomilla.
En ese sentido, el proyecto ha ido trabajando en forma escalonada en las áreas que interesa desarrollar, siendo una de ellas la de hotelería y gastronomía entendiendo que son servicios fundamentales para potenciar cualquier oferta turística.
CONCEPTO CRIOLLO
El Hotel Euro Charles, de propiedad de Carlo Van den Eerenbeemt y Verónica Villagrán Lanctot, es un recinto con Sello S, distinción en Turismo Sustentable, y el Sello de Gastronomía Sustentable 100K, un concepto que asegura que los productos utilizados en restaurantes y cocinas son adquiridos en un radio de 100 kilómetros.
Sus propietarios llegaron de Bélgica en 2001 y desde entonces han ido construyendo una oferta basada, por un lado, en una fusión de cocina belga-chilena saludable y orgánica -aproximadamente un 80% de los productos que se ocupan en el restaurante provienen de las huertas, sembrados y frutales que tienen en el mismo recinto-, y por otro, levantando una infraestructura turística que privilegia el entorno, la energía y el aire puro con 35 habitaciones que cubren la demanda tanto de turistas como de trabajadores y profesionales que llegan a la zona destinados por distintas empresas.
“Tenemos amplias y acogedoras habitaciones, un excelente restaurant para huéspedes o visitantes donde se privilegia los productos orgánicos cosechados en nuestra propia huerta. Además, tenemos sala de reuniones, un quincho, terraza techada y al aire libre, sauna, tinas calientes, masajes, canchas de tenis de arcilla, piscina, una biblioteca internacional, granja, huerta y una vitrina de los productos artesanales y gourmet de la Región del Maule”, detalla Verónica Villagrán.
La empresaria cuenta que trabajar con este concepto le ha permitido tener turistas durante todo el año, un visitante cuya principal vinculación con la zona es el vino. “Es un turista que quiere salirse de lo tradicional que resulta el sur y el norte, salirse de lo estándar, y aquí hay una oportunidad para potenciar el vino y el turismo aventura porque ese turista no busca visitar viñas grandes en Colchagua o Casablanca, sino que busca tradiciones, vinos autóctonos, historia”, señala.
Por eso, Villagrán valora lo que se está haciendo con este PROFO porque dice que un aspecto importante es la generación de rutas de turismo donde guías y operadores puedan diseñar y ampliar ofertas vinculadas a estos aspectos, un tema en que ellos mismos han empezado a trabajar para lo cual ya contrataron a una persona. “Hay un tema instalado, tenemos que seguir con la naturaleza, patrimonio y vino, esa es la vocación natural del territorio”, precisa la empresaria.
Y como Villagrán sabe que hay potencial, subraya que hay que trabajar con el capital humano de la región para poder atender bien al turista, algo en lo que también se ha involucrado su empresa vinculándose con liceos de la zona.
Finalmente, la pareja de empresarios destaca lo que ha sido siempre su forma de ver el hotel. “Siempre nos hemos enfocado en algo familiar, incluso acogedor, porque nuestros clientes son todos amigos, llegan un día y ya se hacen de la casa”.
ALTERNATIVA URBANA
Hotel y Restaurante Mily, de propiedad de Mily Palma y Carlos Arce, es la alternativa urbana para el visitante a la zona del valle de Loncomilla. Ubicado en pleno centro de la ciudad de San Javier, cuenta con 20 habitaciones y ofrece diversos servicios turísticos: alojamiento, centro de eventos y banquetería, restaurante, cafetería y heladería.
Carlos Arce cuenta que la idea del hotel surgió gracias a una tienda -también de nombre Mily- que tienen en San Javier. Allí los proveedores y vendedores comentaron la falta de alojamiento que existe en la zona y eso dio pie al inicio de este proyecto con la construcción de un primer edificio con habitaciones, hace dos años se complementó con otra ala que amplió la oferta y hoy se está proyectando el levantamiento de un tercer segmento para este hotel. “Son 20 habitaciones distribuidas en dos edificios, cada una con su baño privado, aire acondicionado, wi-fi, y la ventaja que a mucha gente le gusta es la tranquilidad por el hecho de estar al interior del recinto”, explica Arce.
El empresario precisa que en la semana tiene una ocupación de alrededor del 80%, principalmente trabajadores y profesionales que llegan a San Javier a realizar labores en distintos rubros, y que este porcentaje baja los fines de semana al 20%, salvo que haya eventos que se concentran más en la época veraniega.
Arce detalla que si bien es poco el turista que llega a la ciudad, lo hace vinculándose con el tema del vino, solicitando referencias de dónde ir y qué visitar en torno a este atractivo. Por eso, considera relevante el trabajo del PROFO en este sentido, de manera de generar más opciones para que el visitante que llega a San Javier tenga posibilidades de entretención. “Muchas veces la gente viene a otra cosa, a visitar familiares o a algún matrimonio, y no conoce San Javier y esta es una posibilidad de dar alternativas para que se entretengan. Es importante esta asociatividad que no es fácil lograrla para mejorar la baja ocupación de los fines de semana, donde tendríamos que promover lo que es turismo”, destaca Arce.
De todas maneras, el empresario confía en el trabajo que se está haciendo porque la oferta, diversa y de buena calidad existe para poder potenciar el territorio.