Para el Centro de Negocios Sercotec Los Ángeles, que tiene como operador a la Universidad de Concepción, una de las maneras para generar más valor a sus objetivos en pos del apoyo al emprendimiento de la Provincia de Biobío, es gestionar la realización de investigaciones que entreguen información útil para fortalecer exitosamente los negocios de los emprendedores. “Es por eso que aceptamos este desafío de generar una investigación en uno de los temas importantes que vinculan al empresariado con la academia. Me refiero al primer estudio que aborda la inteligencia emocional en profundidad, realizado por los académicos UdeC, Francisco Javier Díaz y Moisés Carrasco, el que seguramente repercutirá en todos los centros de negocios del país ya que es un estudio con sustento teórico, apoyo internacional y toda la experiencia de ambos profesionales”, sostuvo Manuel Velásquez, director del Centro.
Este estudio se efectuó durante el año 2019 en 151 pequeños emprendedores registrados como clientes del Centro de Negocios Sercotec Los Ángeles, el cual analiza el efecto mediador de la felicidad subjetiva y la resiliencia, entre la inteligencia emocional y el éxito del emprendimiento. Para ello se aplicaron tres escalas previamente validadas en el medio nacional y se realizaron modelos de regresión lineal y ecuaciones estructurales para probar las diferentes hipótesis.
Emprender con inteligencia emocional y felicidad
Los académicos de la Universidad de Concepción que realizaron este estudio y que llevan trabajando juntos durante seis años fueron Moisés Carrasco, ingeniero comercial, Licenciado en Economía y Magíster en Economía de Recursos Naturales de la Universidad de Concepción. “Estuve durante 5 años haciendo clases en Concepción y trabajando en investigación principalmente sobre economía de recursos naturales y aspectos que tienen que ver con las políticas públicas. Después me vine a trabajar a Los Ángeles y acá lancé mi línea de investigación que tiene que ver con el comportamiento y la unión entre psicología, economía y políticas públicas”; además de Francisco Javier Díaz quien es psicólogo laboral, Magíster en Recursos Humanos, Magíster en Psicología Positivo, director del Diplomado en Gestión de Personas y Felicidad Organizacional de la Universidad de Concepción y ha dictado muchas charlas a nivel nacional y en el extranjero. “En términos simples, lo que investigamos con Moisés es la felicidad y bienestar en todos los ámbitos: cómo generamos un ambiente de felicidad en el trabajo, felicidad en el tiempo de coronavirus, felicidad y sexualidad, entre otros”.
Fue a raíz de este trabajo en conjunto que ambos profesionales se acercaron al Centro de Negocios Sercotec Los Ángeles donde han realizado varias investigaciones al respecto, pero durante el año 2019 tuvieron la idea de hacer algo de mayor envergadura que tuviera un alto impacto, que tuvo la colaboración de profesionales españoles, destacando a . “Queremos que los resultados de esta investigación sean un aporte para el desarrollo y formación de los futuros emprendedores, ya que aporta a la discusión de los capitales humanos en este importante tema”, manifestaron.
¿En qué consistió y cuáles fueron sus objetivos?
“Estamos trabajando con un equipo de España de la Universidad Jaume I, dirigido por Marisa Salanova, referente a nivel mundial de Psicología Positiva y Bienestar en el Trabajo.
Siempre en el área del emprendimiento se ha tratado de investigar cuáles son las causas para que una persona emprenda pero muy pocos han investigado sobre el éxito del emprendimiento. En general se cree que es exitoso por el capital que tiene, por su experiencia, por términos demográficos, pero muy poco se ha investigado sobre la persona y nosotros ocupamos variables de lo que se llama psicología positiva que es una rama nueva de la psicología”, afirmó Díaz.
“Lo que investigamos fue saber cómo la inteligencia emocional, la felicidad del emprendedor y la resiliencia afectan al éxito del emprendimiento y descubrimos cosas muy interesantes. Por ejemplo que la inteligencia emocional y mayores niveles de felicidad aumentan la autopercepción de éxito y esta a su vez los ingresos. La otra gran conclusión es que la inteligencia emocional y la resiliencia generan que un negocio perdure más tiempo y esto a su vez genera más ingresos. En definitiva, la inteligencia emocional, la felicidad y la resiliencia tienen un impacto potente sobre tres indicadores de éxito: autopercepción de éxito, ingresos y años de emprendimiento”, complementó Carrasco.
Cabe señala que este estudio es pionero no solo en Chile sino que también en el extranjero, ya que ambos académicos se encontraron con muy poca investigación.
Respecto de la metodología, esta se sustentó en la base de datos del Centro de Negocios Sercotec Los Ángeles en diversos ítems como ingresos, años de emprendimiento, entre otros. “Nosotros enviamos invitaciones a los emprendedores para participar en este programa y recibimos una cierta tasa de respuesta la que generó un nexo para realizar la encuesta. La cantidad de emprendedores fue de 151 de un universo de 550 personas en 2019, vale decir, la muestra fue cercana a un 25 %. Hoy el centro cuenta con 700 emprendedores”.
¿Qué se puede concluir y cómo se proyecta el estudio?
Según Francisco Javier y Moisés este es un estudio novedoso porque muy poca gente ha investigado las causas del éxito, porque ser emprendedor no es lo mismo que ser exitoso. De todas maneras hay dos premisas que son claras:
La inteligencia emocional es muy importante para el éxito del emprendedor. Si una persona es inteligente emocionalmente y además es feliz aumenta la percepción de éxito y por ende de ingresos.
Una persona inteligente emocionalmente que sea resiliente hace que su negocio dure más en el tiempo y si es así genera más ingresos.
Desde el punto de vista de la contribución a largo plazo del estudio que debería darse a conocer a fines de este 2020 o principios del año 2021, Francisco Javier y Moisés indicaron que hay que preguntarse qué estamos haciendo con los emprendedores en temas de capacitación y asesoría más allá de los ámbitos económicos, financieros y de gestión, ya que de acuerdo a esta investigación coincidieron en que lo pertinente es capacitar además en términos emocionales. “Hay que preocuparse de las emociones, de fortalecer los niveles de felicidad y de la resiliencia. Una forma de aumentar la competitividad económica de los países es aumentar la tasa de emprendimiento, lo que debería enseñarse en los colegios, pero potenciar el ámbito emocional y no solo las áreas financieras o de gestión”, concluyeron.
