Entrevista

Myriam Quezada, concejala Los Ángeles

“Tengo la convicción de que voy a salir de esta, nunca lo he dudado”

Con casi 30 años al servicio de los habitantes de Los Ángeles y la Provincia de Biobío, la edil no se detiene ante la llegada del cáncer y asegura que sus ojos están puestos en el Consejo Regional.

Myriam en su casa, créditos Cristian Campos

A sus 64 años, Myriam se define como una mujer fuerte, cercana a la gente, con capacidad de gestión y férrea fiscalizadora. Y así lo demuestra su trayectoria política, ya que, a partir de la década del 90, comenzó su periplo por distintos servicios públicos como INTEGRA y PRODEMU, para luego liderar por dos años -2000/2001- la Gobernación de Biobío. Su trabajo posterior en el Área de Desarrollo Indígena y el programa Chile Barrio del SERVIU, no hicieron más que seguir consolidando su carrera, que hoy, la mantiene como concejala de Los Ángeles por cuarto período consecutivo.

¿Cómo nace el interés por la política?

Desde muy pequeña me gustaba la cosa social, ahora que lo pienso, de forma espontánea comenzó a nacer como admiración al trabajo de mi padre que fue carabinero. Tenía 10 años cuando comencé a distinguir partidos políticos y conglomerados. Luego, fui líder activa en la educación secundaria, decidí estudiar derecho en la Universidad de Concepción, y ahí también participé de los movimientos, en tiempos difíciles para nuestro país. Terminé mi carrera con excelentes calificaciones, pero no di el examen de grado por asuntos familiares. Siempre me he desarrollado en el ámbito jurídico y también en asesoría de proyectos sociales.

¿Cuándo escogió un partido?

Vine a entrar a un partido, ya casada, cuando volví a Los Ángeles. Pensé: hay que decidirse, ya que no me sirve estar afuera de espectadora. Mi esposo, Víctor, participaba desde muy joven en el partido Radical y es el primer espacio que tuve la oportunidad de conocer y que me identificó muy bien por ser humanista y laico.

Víctor Muñoz, esposo de Myriam, es abogado provincial de CONAF, también fue Consejero Regional y asegura que “siempre hemos estado muy partners en lo social, político y familiar”. En agosto del año pasado cumplieron 40 años de casados, tienen tres hijos y cuatro nietos, por lo que más allá de su copada agenda pública, la concejala también goza de una ajetreada vida privada.

¿Cómo fue posible, con este currículum, criar tres hijos?

Myriam Quezada, Gobernadora Años 2000-2001
Myriam Quezada, Gobernadora Años 2000-2001

Creo que, primero, siempre he tenido flexibilidad laboral. Afortunadamente, nunca me ha tocado estar marcando tarjeta, aunque estuve al frente de instituciones, y ahí no tenía tiempo ni para respirar. Ahí sufría, porque tenía una chiquitita de siete años y cuando llegaba, pasada las 11 de la noche, ella estaba durmiendo. Pero, me las ingeniaba para utilizar de la mejor forma nuestros espacios, de todas maneras, evidentemente sin el apoyo de la familia habría sido más complejo aún. Afortunadamente, con mi marido siempre hemos compartido valores y principios, participamos en las mismas instituciones, entonces eso hace que nos entendamos y que se mire como normal la actividad de él y la mía.

Además, usted decidió hacerse cargo de Gabriela, una de sus nietas. ¿Cómo es ser mamá-abuela?

En principio, nada fácil, porque la recibimos de tres años, y en momentos difíciles emocionalmente para un niño. Pero, tenemos una muy buena relación con su madre y su padre, y ella sabe que esta es su casa y está feliz. Le potenciamos todas sus habilidades y, aunque yo le recalcó que soy su “mamá-abuela”, he sumido esta tarea de una manera más relajada, a diferencia que con mis hijos, y lo disfruto a concho.

EL MUNICIPIO Y SUS OBSTÁCULOS

El trabajo en terreno de cara a la gente y su desempeño en servicios públicos, hicieron que Myriam mirara de forma decidida la Corporación Edilicia angelina, no obstante, hubo trabas políticas que no le permitieron posicionarse de la forma que esperaba.

¿Por qué nunca la hemos visto encabezando la papeleta en elecciones municipales?

Si bien empecé a perfilarme para la municipalidad, la cosa política se puso complicada. Tenía mucha inquietud e interés y creo que estaba en un momento en que venía con ganas y respaldo ciudadano. Salí concejala por dos períodos con alta votación y luego, cuando quise mirar a la alcaldía, vino toda la dinámica interna del partido y apareció la figura de Esteban (Krause) quién había sido gobernador, y ahí el panorama se tornó más difícil, porque tenía que competir con un correligionario. A veces, los partidos no te permiten hacer un ejercicio democrático, como debería ser, como se está exigiendo ahora, donde las bases elijan al candidato. Entonces, ahí tuvimos problemas.

Una vez en ejercicio, el alcalde, usted concejala, tuvieron serias diferencias de manifiesto públicamente en el Consejo Municipal, ¿se superaron?

Myriam Quezada y Alcalde Esteban Krause
Myriam Quezada y Alcalde Esteban Krause

Nosotros tuvimos períodos difíciles y lamentablemente con Esteban, con mi propio partido, porque a veces uno tiene miradas distintas y porque a veces cuando asumen los alcaldes y los concejales del mismo partido, quieren que uno los ande aplaudiendo, y yo no soy de las que anda aplaudiendo, entonces eso nos llevó a tener diferencias fuertes al interior del partido y ameritó que en el siguiente periodo yo estimé que dado todo lo que había pasado, tenía que mantenerme ahí (en el concejo) porque era actuar en consecuencia.

¿Descartó definitivamente ser alcaldesa?

En este minuto, sí. Estuve con muchas ganas y fuerza, pero uno se va enredando, la cosa se pone más difícil, pero uno nunca sabe, se me cruzó esta visita inesperada (cáncer), que, si bien hasta ahora me está tratando bien, espero salir pronto de ella y recuperarme bien para seguir mi trabajo político, tal vez en otras áreas. El partido ya me planteó ir a un nuevo período como concejala, pero yo estoy mirando el Concejo Regional.

¿Le gusta la cara que tiene actualmente Los Ángeles?

Creo que hemos mejorado mucho, no podemos negar que ha ido cambiando la cara de Los Ángeles, y que es la obra y la suma de todos los que han ido pasando. Yo creo que aquí nadie puede decir “yo lo hice todo”. No creo en eso, creo en las cadenas, en los eslabones, en la suma de las voluntades de todas las personas que han ido pasando.

UNA VISITA INESPERADA

Fue en un chequeo médico de rutina que Myriam se efectuó en enero pasado, que se le informó que estaba la sospecha de un cáncer mamario. Confirmó el diagnóstico en la Fundación López Pérez, en Santiago, donde actualmente recibe tratamiento para evitar que la enfermedad avance y comprometa otras partes de su organismo.

¿Cómo asumió la noticia?

Siempre lo vi positivo, porque tuve la suerte que se me detectara tempranamente y eso hizo que tuviera la convicción de que esto sería transitorio y que íbamos a salir de esta. No había antecedentes familiares, ni genéticos ni hereditarios, entonces es lo que me tocó, la vida me tenía esta sorpresa, que, como digo, la di vuelta y así se lo hice ver a la familia para que todos lo enfrentáramos de la mejor manera, porque el cáncer si se detecta a tiempo tiene solución, no es como antes, que era sinónimo de muerte.

¿Ha compartido con otras mujeres de Los Ángeles o Santiago que también padecen esta enfermedad?

Este ha sido un aprendizaje y a partir de ahí trato de vivir mi propia experiencia. No me gusta mucho que me cuenten, porque cada persona es un mundo. Mi condición física era muy buena para mi edad, entonces eso también está a mi favor. Cuando me diagnosticaron, dije: yo quiero vivir mi propio proceso, y voy a conocer mi organismo y veré como lo tengo que ir enfrentando. Lo que sí he visto, es la necesidad de la gente de regiones de contar con traslado y estadía, así como también de financiar exámenes muy específicos.

El recientemente asumido ministro de salud, Jaime Mañalich, señaló que “es imposible aumentar y asegurar el financiamiento a la ley de cáncer”, ¿qué opina al respecto?

Es lamentable viniendo de un médico que tiene la calidad de ministro y que conoce la realidad. Uno sabe cuando es autoridad, y más cuando hay una ley sin presupuesto, que debe tratar de resolver el tema de la mejor forma, para que esa ley no sea letra muerta y tenga eficacia. Entonces, es desafortunado lo que hace, porque se espera de él otra actitud. Él debe buscar alternativas para presentarle al presidente y así ayudar a resolver las prioridades.

¿Cómo ha afectado el cáncer su feminidad?

Es una cosa de actitud, la verdad es que yo voy resolviendo el día a día. Tampoco soy una persona que me paso mucho rollo, porque no me pierdo en las prioridades. Cuando me ocurrió esto, me di cuenta que se me empezaba a caer el pelo y llamé a mi peluquera para que me rapara. Busqué la forma de no perder la cosa femenina y tomé todos mis pañuelos y los empecé a acomodar en mi cabeza. Los convino con mi ropa y a todo el mundo le ha encantado. Yo creo que es como uno lo tome, procuro no sentirme enferma y tengo la convicción de que voy a salir de esta, nunca lo he dudado, solo creo que es cosa de tiempo.

Actualmente, Myriam está en su segunda etapa de tratamiento, viaja a Santiago los miércoles y regresa los viernes, ya que el jueves tiene control y terapia. Asegura que trata de no perder el hilo de lo que pasa en el municipio, ya que si bien está con licencia médica desde mayo, espera volver -lo antes posible- a retomar sus actividades con energía y renovada.

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