Francisca Calquín Burgos, Ingeniera en Administración de Empresas
Apasionada por sus hijos, la política y el fútbol
La actual directora regional del Instituto de Seguridad Laboral (ISL) en el Maule, manifestó desde niña un marcado interés por el fútbol en una época en que no era muy bien visto que una mujer practicara ese deporte. Sin embargo, esta ingeniera en administración de empresas y diplomada en gobierno y gestión pública rescata que ello le ayudó a formar su carácter, el mismo que hoy intenta inculcar a sus hijos y plasmar en la política trabajando fuertemente tanto en el servicio público como en el empoderamiento de otras mujeres en el ejercicio de esta función pública.
¿Cómo es Francisca Calquín?
“Diría en una palabra que soy una persona muy inquieta y esa característica me ha permitido ir explorando distintas cosas a lo largo de mi vida sin tener mucha preocupación del que dirán”.
Cuéntame de tu familia.
“Somos tres hermanos, mi papá y mi mamá. Tengo un hermano mayor y una hermana menor, y a pesar de eso no tengo el síndrome del hermano del medio porque cuando nació la menor (ríe) yo ya tenía 10 años, así es que tuve todo ese tiempo para ser la regalona. De hecho puedo decir que mi hermana menor fue como “mi escuela inconsciente para ser mamá”, como mi práctica porque le cambiaba los pañales, le daba la mamadera y me encantaba jugar y pasar tiempo con ella”.
¿Y cómo era Francisca de pequeña?
“Desde chica me gustó mucho el fútbol y creo que fue el mayor motivador en mi vida para no preocuparme del qué dirán. Hoy tengo casi 33 años y 20 o 30 años atrás era horriblemente mal visto que una mujer jugara fútbol y a medida que fui creciendo eso tampoco cambió. Siempre tuve una muy buena relación más con los hombres que con las mujeres, de hecho las niñas en el colegio o en mi barrio me miraban un poco extraño porque siempre andaba con todos los niños jugando y, en realidad, ninguna niña entendía que me gustara tanto el fútbol. Mi hermano era el que me llevaba con su grupo de amigos y me invitaba a jugar con ellos, y además siempre andaba en patines, en bicicleta o corriendo. Nunca le tuve miedo a los desafíos de ese tipo y pienso que ese tipo de cosas finalmente forma el carácter porque para mí nunca fue una preocupación y nunca la pasé mal cuando me molestaban porque andaba siempre con los niños”.
¿Imagino entonces que tienes buenos recuerdos de tu infancia?
“Mi infancia fue muy bella, muy compartida, muy en familia. Tengo muchos primos por parte de la familia de mi mamá así es que recuerdo veranos completos con ellos con los cuales inventábamos canciones y coreografías. Pero creo que el recuerdo más latente que tengo y creo que se ha transformado en una tradición familiar son los viajes al lago Colbún, que es mi lugar favorito en el mundo porque desde chicos siempre fuimos y es algo que no hemos perdido con el tiempo. No tengo recuerdos de algún verano que no haya ido a ese lugar y solo tengo tan bonitas experiencias porque, además, con quienes hemos compartido en la vida se ha vuelto en una tradición ir al lago y es algo que también comparto con mis hijos”.
Ya que nombraste a tus hijos, ¿cómo es tu familia más íntima?
“Hace casi dos años que me separé del papá de los niños y desde entonces se acentuó una relación súper especial y rica con Sebastián, que tiene 8 años, y Constanza, que tiene 5 años. Todo lo conversamos, ellos son parte esencial de las decisiones importantes y las no tan importantes de la familia. Con ellos comparto desde qué comer hasta dónde nos vamos a ir de vacaciones o qué vamos a hacer el fin de semana. Por ejemplo, si ellos tienen ganas de salir y yo…salimos, la democracia se practica en la casa, aunque la mayoría de las veces pierdo porque son siempre dos votos contra uno (ríe). Siento que soy de las mamás que va a todas por los niños porque si quieren salir en bicicleta, las subimos arriba del auto y partimos a cualquier lugar, o si quieren salir a pasear el fin de semana nos vamos a la playa, al lago o la cordillera con algunas cosas para comer y listo. Conversamos harto además y sobre cualquier tema, incluso cosas que de repente me ponen en jaque porque los hijos son un constante desafío a mejorar, ya que están permanentemente motivando mi imaginación y creatividad sobre cómo explicarles las cosas que quieren saber. Lo único más importante es que trato de ser 100% sincera con ellos”.
¿Cómo fue tu paso por la educación superior?
“Entré a la Universidad de Talca a estudiar Ingeniería Forestal y lamentablemente no me fue tan bien como lo esperaba. Diría que ese fue mi primer fracaso como mujer adulta ya que en cuarto año reprobé y no pude seguir. Eso me golpeó y marcó un antes y un después porque luego cuando quise entrar a estudiar elegí una carrera técnica porque desde muy adentro sentía que no estaba preparada para pasar otros cinco años estudiando y que me fuera a suceder lo mismo. Así es que elegí Técnico en Administración de Empresas, carrera en la cual fui la mejor de mi generación, creo que empujada por el fracaso en la universidad ya que cada vez que sentía que me venía el cansancio y no quería estudiar, venía el recuerdo de cómo me había sentido cuando tuve que dejar la universidad”.
Tu faceta laboral ha ido caminando por el servicio público. ¿Es lo que te interesó desde el principio?
“Sí. Creo que uno va tomando decisiones a medida que se va sintiendo cómoda en los lugares en que está. Partí en el lnstituto de Previsión Social (IPS), que fue un servicio que me marcó laboralmente porque en el momento que ingresé se estaba implementando la ventanilla única del Estado, actual Chile Atiende, y eso implicaba que como funcionarios teníamos que aprender toda la semana acerca de cinco o seis servicios distintos, con trámite y realidades diferentes. Cuando me preguntan del IPS yo digo que si alguien quiere saber si le gusta o no esta área, que intenté entrar allí porque es el servicio militar de los servicios públicos. Luego llegué al Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE) en comisión de servicio apoyando la plataforma de atención, donde al poco tiempo se me ofreció quedarme y se me dio la oportunidad de ir explorando distintas áreas que tenían que ver más con gestión. En los seis años que trabajé en el SENCE pasé por todas las áreas y se me dio la oportunidad de hacer algo que me gusta mucho que es tener contacto con la gente. Todo ello me permitió tener la confianza cuando se me presentó una oportunidad laboral en la Corporación Regional de Desarrollo Productivo, donde alcancé a estar muy poco tiempo, porque surgió la opción del ISL, un trabajo al que no le pude decir que no y hace poco más de tres meses que estoy en la dirección regional de este organismo”.
Pero la política también te interesa, como expresión de este interés por el servicio público.
“Si me preguntas a mí, la política tiene mucho que ver con el contacto con la gente, es decir, el fin del servicio público es entregar un producto a su público objetivo, y la política también es llegar a la gente, apoyarla y tratar de impulsar un proyecto país en el que uno cree y respecto del cual siente que es el correcto. La política creo que tiene que ver mucho con las relaciones humanas, uno se plantea en los distintos escenarios y lo que a mí me gusta mucho es el contacto con las personas el que he podido desarrollar desde las diferentes labores que me ha tocado desempeñar”.
Y en esta práctica de la política,¿ cuáles son los temas que te interesan?
“Hay algo que me interesa partiendo de la base de conocer los tiempos de cada persona, y que fue asumir un liderazgo que llegó en el momento preciso sin buscarlo. Cuando entró en vigencia la ley de cuotas, mi partido, Renovación Nacional, se puso la camiseta con esto a nivel nacional queriendo decir algo al respecto porque se vio como una oportunidad tremenda. En algún momento se solicitó que cada directiva regional impulsara a una mujer para hacerse cargo a nivel zonal de lo que en ese momento se llamó estamento de mujeres. A mediados de 2016 se nombra a una persona en la región y se me pide colaborar con ella para que la apoye y acompañe en esta tarea que había que partir de cero. Es decir, las mujeres participaban activamente en las reuniones del partido, pero había que generar un sentido de pertenencia y lo que se logró fue eso, que se sintieran escuchadas y trabajando por algo concreto. Se sintieron partícipes de algo importante: un grupo de mujeres que empodera a otras mujeres. Y ese trabajo significó en la elección que vino presentar 48 candidatas, seis a alcaldesas y 42 a concejalas, con apoyo, un plan de trabajo y múltiples actividades. A esa causa le entregue corazón, sudor, lágrimas, bolsillo y tiempo, considerado que ya tenía a mis dos hijos, entremedio estaba estudiando un diplomado y cumpliendo con mi trabajo, pero fue una experiencia muy provechosa que vamos a retomar con fuerza”.
¿Con qué te desconectas del trabajo y las actividades que ello conlleva?
“Podría decir tengo tres trabajos y solo uno remunerado. Tengo trabajo en mi casa, en la política y en la oficina. En los dos primeros, si bien no tengo una retribución económica, sí tengo la satisfacción o el gusto por lo que uno hace desde el corazón y eso también es una forma de pago y estoy súper feliz con eso. Y lo que me tranquiliza, que me hace entrar en calma, son mis hijos; puedo llegar muy cansada físicamente a la casa, o con alguna inquietud o problema, pero eso se queda de la puerta de mi casa hacia afuera porque cuando entro y los escucho, siento calma porque, en realidad, ellos son todo para mí. Y si hablamos de hobbies, estoy retomando hace poco algo que me gusta mucho que es la fotografía, de repente me arrancó a la cordillera por el día a sacar fotos y he estado leyendo la teoría y, también, mi mejor amiga entiende un poco del área y me está enseñando algo, así es que eso lo disfruto, es algo que me da calma poder mostrar el mundo como tú lo ves y me gusta buscar formas distinta de mostrar ese mundo. Y definitivamente, algo que me gustaría volver a hacer es jugar fútbol, que cada vez que puedo lo hago; tengo en el teléfono como dos o tres grupos de mujeres que juegan fútbol y que escriben todas las semanas de partidos o entrenamientos, y no siempre puedo ir pero no me salgo de esos grupos porque tengo la esperanza de volver a hacerlo de manera más seguida. El fútbol es algo que no voy a dejar jamás”.