Diputado Cristóbal Urruticoechea: “Soy provinciano, soy totalmente angelino”
Conversamos con este diseñador gráfico, ex concejal y actual diputado por el Distrito 21. Un hombre de familia que tiene sus convicciones claras frente a la sociedad y al mundo de la política.
“Soy padre de familia, tengo siete niños, casado hace 14 años, enamorado de mi mujer, de mis hijos, de mi país y de mi trabajo”, así se define Cristóbal Urruticoechea, diputado que representa a las provincias de Biobío, Arauco y a la comuna de Lota, todas de la región del Biobío.
Pertenece a una familia de 10 hermanos, y si bien nació en Santiago, toda su vida estuvo fuertemente ligada a Los Ángeles. La familia Ríos, por el lado de su madre, es oriunda de dicha ciudad y su padre llegó desde el extranjero a trabajar en un campo que pertenecía a la familia Urruticoechea en la misma comuna. “Se casaron, vivieron en Los Ángeles hasta que nació el tercer hijo del matrimonio y luego se trasladaron a Santiago”, explicó.
En ese contexto, agregó “mi padre nunca se estableció en Santiago de manera permanente, debido a los trabajos en el campo, por eso los viajes a Los Ángeles eran constantes, y nosotros lo acompañábamos. Yo no me siento santiaguino, me siento provinciano, totalmente angelino”.
¿Qué recuerdos tiene de su infancia?
“Gracias a Dios tuve una infancia maravillosa, una familia bien constituida y de mucho esfuerzo, criar a 10 niños no es fácil. Nuestros padres nos inculcaron las bondades de la vida, la importancia de la familia, tengo los mejores recuerdos de su entrega y amor. Con mis hermanos jugábamos mucho entre nosotros y éramos muy confidentes. Definitivamente esa etapa fue muy feliz”.
ANTES DE LA POLÍTICA
En cuanto a sus estudios, Cristóbal siempre gustó de las asignaturas de historia y las artes, lo que lo llevó a elegir Diseño Gráfico y Publicidad como el camino de los su vida laboral. “Tenía mucha inquietud, por todo lo que veía, sobre todo la gráfica que había en los años 70 en nuestro país, veía las carátulas de los discos de Quilapayún o la de Los Jaivas, luego conocí las obras de Vicente y Antonio Larrea, fue el principio de esas ganas intensas de estudiar Diseño Gráfico”, comentó.
Terminados sus estudios universitarios, se fue a Los Ángeles y se instaló con una oficina de Arquitectura y Publicidad, sin embargo, la vida le tenía preparado otro destino. “Me llamaron de la tienda París, en ese entonces Almacenes París, para trabajar en la sucursal de Chillán”, explicó.
Un ofrecimiento laboral que llegó de la mano del amor, pues en esta ciudad conoció a quien se convirtió en su señora, Tamara Küpfer Moller. Pero, su estadía en la que ahora es capital de la región de Ñuble no se prolongaría por mucho tiempo ya que fue trasladado a la sucursal de Concepción. No obstante, viviendo en la ciudad penquista tuvo una conversación con su padre.
“En una de sus visitas me preguntó si me gustaría hacerme cargo del campo en Los Ángeles, le respondí que sí (después de hablarlo con la Tami, mi mujer). Se mezcla el cariño que le tengo a la ciudad y a la agricultura y la cercanía de la Tami con el campo. Así fue como nos instalamos allá”, expresó.
Sin embargo, una nueva oferta de trabajo lo hizo regresar a Santiago junto a su esposa e hijos desde 2013 hasta 2017, para posterior regresar a Los Ángeles. “Tuve el gran regalo de trabajar como gerente comercial en la Fundación de Educación Nocedal, que queda en la población el Castillo de la comuna de la Pintana, hasta que decidí ir como candidato a diputado. Sin duda ha sido mi mejor experiencia laboral, me sirvió muchísimo para lo que enfrento hoy, para crecer como persona. La pobreza, la vulnerabilidad y el esfuerzo del ser humano se conoce a fondo trabajando en la Fundación”.
LA POLÍTICA EN SU VIDA
¿Cómo entró al mundo de la política?
“Cuando llegué a Los Ángeles, a trabajar en el campo, fue el mismo año de las elecciones municipales 2008. Me pidieron de Renovación Nacional que me presentara como candidato a concejal, salí con la tercera mayoría. Ahí se inicia todo este cariño y admiración que siento hoy por la política”.
¿Cuál es su impronta de gestión en el mundo de la política?
“Cada persona es única, tengo el deber de escuchar, atender sus necesidades y entender que en cada saludo o abrazo hay una persona, un corazón con sueños y esperanzas y no un voto”.
¿Qué le dejó su etapa como concejal entre 2008 y 2012?
“Es un trabajo constante de acercamiento hacia las personas, eso me dejó una huella profunda, pude entender que había cientos, miles de personas que esperaban algo de mí. La admiración que se puede llegar a encontrar en las personas y familias que se esfuerzan día a día, el concejal lo vive de forma constante”.
¿Qué lo decidió ir como candidato a diputado?
“El trabajo en la Fundación calo hondo en mi decisión. Si bien es cierto que no quería irme, no podía perder la oportunidad de contar o de traspasar al país lo que la fundación hace en su trabajo diario con los jóvenes y sus familias. Sí, se puede dar buena educación, de excelencia, de resultados brillantes y con poco presupuesto. Que los jóvenes sí quieren estabilidad en sus vidas afectivas, si quieren formar una familia, tener hijos, trabajo… La falsa realidad instalada sobre el aborto, el matrimonio igualitario o la identidad de género como necesidad está ausente en el colectivo. Las políticas públicas mal pensadas y peor instaladas sumadas a estas ideologías tienen que ser combatidas. Son algunas de las razones que me motivaron”.
¿Cuáles son sus objetivos como diputado?
“Quiero responder a los sueños, necesidades e inquietudes de aquellas personas que confiaron en mí, además poder impulsar todas aquellas leyes que fortalezcan a las familias y que tengan una gran base en lo social”.
¿Qué evaluación hace de la región del Biobío?
“Con el esfuerzo, creatividad y empuje de muchos logramos ser una de las regiones más importante del país. A pesar de no siempre contar con el apoyo del Ejecutivo y del Legislativo, fuimos capaces de ser los primeros en producción forestal, carbonífera y agrícola, entre otras. Poseemos una belleza natural inconfundible y no merecemos las altas cifras de pobreza y desempleo. Soy un convencido de que Biobío puede lograr nuevamente tomar el rumbo y representatividad que la hizo ser una de las regiones más importante de la nación”.
¿Cómo se proyecta en el mundo de la política?
“Quiero, en estos cuatro años realizar un trabajo eficaz, prudente, sencillo y honesto. Defender, con todo, a mi distrito y sus familias. Cuando se acerque el fin del periodo, no sé qué pueda pasar, es un tema que hablaremos con mi mujer y mis hijos”.
DESDE UNA MIRADA PERSONAL
¿Cuáles son sus virtudes y defectos?
“Alguna virtud debo tener, si logré conquistar a la mejor mujer del mundo, algo habrá ¿no? No lo sé, soy una persona que cree en Dios, fiel a mi mujer y mis hijos, me gusta trabajar. Si esas son virtudes, ya tengo tres entonces. En cuanto a los defectos, tengo muchísimos. Demasiados”.
Ya que menciona a su esposa, ¿cómo la conoció y qué le enamoró de ella?
“Realicé un evento solo para mujeres cuando estaba trabajando en París-Chillán y una amiga la invitó. Ahí nos conocimos. Luego de una semana nos volvimos a encontrar y la invité a salir con muchos nervios, pero me dijo que sí, fuimos a almorzar y en esa misma oportunidad la invité a salir en la noche.
A ella la vi y quedé flechado, dije, con ella me caso y así fue. Pasó un año y nos casamos, ya llevamos 14 años juntos. Hay cosas que me llamaron mucho la atención de ella y siempre lo he destacado, su generosidad inalcanzable, su amor por lo concreto, su agudeza de ingenio, su capacidad de intuición, su piedad, su tenacidad, su fuerza y su apoyo increíble. Ella es la base de nuestro hogar. Desde que soy diputado tomamos el compromiso de tener un rato, solos, una vez a la semana. A la fecha todo marcha bien, tenemos nuestros viernes de pololeo que no fallan”.
¿Cuáles son sus pasatiempos?
“Me encanta estar con mi señora y mis hijos, cuando estamos juntos siempre inventamos algo. La música también me apasiona mucho, sobre todo la música de nuestro país, el canto nuevo, la nueva canción chilena. Algo de lectura también”.
¿Tiene algún libro o autor favorito?
“En este momento estoy leyendo el libro titulado “El Corazón a contraluz” de Patricio Manns y también, estoy leyendo “Sociedad libre y responsable» de Gonzalo Rojas y Sebastián Donoso”.
Desde la perspectiva de su gran preocupación por su familia y el bien social, ¿qué mundo le gustaría que heredaran sus hijos?
“Me gustaría que ellos reciban un país libre, con su núcleo en la familia y con su base en lo social”.