Cultura

Coro Silla del Sol celebra noveno aniversario cantando a distancia debido al aislamiento

Han aplazado conciertos

Esta agrupación es dirigida por el profesor y cantante Mauricio Manríquez. A lo largo de la crisis sanitaria han mantenido sus ensayos desde sus casas, incluso con ejercicios individuales de técnica. Las plataformas electrónicas han sido cruciales.

Es un año especial, una fecha especial, pero también condiciones distintas a las que acostumbra el coro Silla del Sol para celebrar su aniversario. El 7 de mayo de 2011 nació esta agrupación de voces bajo la dirección del profesor y cantante Mauricio Manríquez Centrón. Está conformada exclusivamente por adultos y es la única en Ñuble que, a pesar de la pandemia, no ha detenido sus ensayos semanales.

Se respira una mezcla de nostalgia y orgullo entre los 29 integrantes del grupo. En los últimos dos meses, se mantienen en contacto a través de plataformas digitales, principalmente motivados por el enorme cariño que une a sus integrantes y su compromiso con la música. Al igual que todos los artistas, han postergado conciertos, pero con la ilusión de retomarlos apenas se controle definitivamente el Covid-19.

“Somos personas de piel, somos de vernos, de abrazarnos… Entonces que eso no se pueda hacer es la nota triste. Ahora, afortunadamente ninguno de nuestros integrantes está enfermo, pero sí hay que tener cuidado. Me molesta y me da rabia que la gente inconsciente salga por las calles y ande haciendo leseras. Todo mi coro se está cuidando y está tratando de hacer las cosas bien para poder juntarnos pronto. Nos perdemos una celebración”, desliza en tono optimista.

En efecto, los planes del coro Silla del Sol contemplaban un concierto religioso en el contexto de Semana Santa, una gira a Chiloé y cantar en algunos matrimonios, que se han suspendido en el gran paréntesis que paralizó al mundo entero. Pero esto, lejos de desmotivar a los cantantes, los mantiene todavía más comprometidos, pues sus compromisos se postergaron, pero no se suspendieron.

La amistad entre los integrantes del coro Silla del Sol se mantiene incólume ante la pandemia. Este grupo es diverso, compuesto por personas de diversas profesiones y oficios. Por sobre todo está la complicidad de cada uno de ellos con su amor por la música. Esta actividad es independiente, no reciben remuneración de ningún tipo, sino que se basa en la mejor voluntad de cada uno. La rentabilidad se percibe, sin lugar a dudas, en la satisfacción de un trabajo bien hecho.

“El coro lleva años y, si uno saca las cuentas, eso es mucho tiempo. Son muchas historias, mucho reinventarse, muchas personas que han pasado por el coro y se han ido, otras que se quedado y otras se han integrado. Es un coro estable, pero que en el tiempo se ha ido fortaleciendo. Además, se han formado lazos, hay mucho cariño, mucho compañerismo y eso es innegable”, destaca el director.

A esto Manríquez agrega que valora mucho a este grupo por la disciplina con que asume sus tareas. Es dúctil en el estudio, lo que se valora aún más, dado que es un grupo aficionado, no profesional.

Durante este largo confinamiento, el coro Silla del Sol mantiene activas sus redes sociales. En Facebook, Twitter e Instagram son @corosilladelsol, mientras que su canal de Youtube (Coro Silla del Sol) rescata muchas de sus actuaciones pasadas. También para este coro vale la celebración virtual del cumpleaños.

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