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Tips fonoaudiológicos sobre el Trastorno del Espectro Autista (TEA)

Karen Barros, fonoaudióloga

Antes que nada es importante conceptualizar el Trastorno del Espectro Autista (TEA). Consiste en un trastorno del neurodesarrollo de origen neurobiológico, que se inicia en la infancia temprana, donde podemos observar dificultades en la comunicación e interacción social y patrones restrictivos o restringidos del comportamiento, intereses y actividades. En relación a lo anterior, podemos distinguir comportamientos motores, verbales y uso de objetos de forma repetitiva y estereotipada. Resistencia al cambio y presencia de conductas “ritualizadas” en sus actividades. Intereses fijos, intensos, y prolongados que parecen exagerados en relación a su intensidad u objeto.

Cabe mencionar, que cada persona TEA, es única y si bien presentan ciertas características en común, cada uno es diferente. Por ejemplo, hay personas TEA, que pueden ser hipo o hipersensoriales.  En relación a estímulos del entorno, indiferencia al dolor frío o calor, rechazo a ciertas texturas, alimentos y/o sonidos, pueden oler o tocar de forma excesiva objetos, les llama la atención estímulos visuales, como luces, colores, brillos, fascinación por dar vueltas, entre otros. Otros pueden ser hipoactivos (prefieren estar quietos) o hiperactivos (están en constante búsqueda de movimiento).

En esta época en que hacemos frente al coronavirus, muchas familias que tienen niños o integrantes con trastorno del espectro autista (TEA) que como sabemos se enfrentan a la suspensión de clases y dinámicas esenciales que sus hijos están acostumbrados a recibir. Además, los niños con TEA pueden tener dificultades para adaptarse a los cambios en su rutina y entorno. Es muy probable que se sientas desconcertados o se puedan descompensar por los cambios en sus rutinas, se pueden generar alteraciones emocionales o de conducta.

Recomendaciones para TEA en casa en tiempos de confinamiento

Primero debemos explicar de manera sencilla y dinámica a los niños la situación que se está viviendo. Es fundamental crear rutinas, establecer horarios. Las rutinas son necesarias y precisas, ya que son actividades que permiten obtener información del mundo que les rodea y responder con seguridad a las demandas del entorno. Por lo que es conveniente mantener una rutina diaria y marcar horarios definidos para las actividades a realizar (desayuno, juegos, tarea, actividades motoras, ejercicios de relajación, etc.)

En estas rutinas tiene que haber cabida para todo y no hay que abusar de las tecnologías, es decir, combinar tiempo para aprender (sin saturar, no nos convirtamos en sus profesores y seguir siempre las recomendaciones de los mismos), crear, jugar, ocio, (limitando el tiempo de uso de Tablet o teléfono y de la TV), tiempo libre y hacerlos participes en la medida de lo posible de actividades diarias como puede ser cocinar alguna receta fácil.

Suele ocurrir que en muchas ocasiones un niño TEA se frustre o se ponga agresivo luego de no obtener lo que quiere en el instante, o de que las cosas no resulten como desea, pues muchas veces ellos buscan perfección. Y al no obtenerla lloran, golpean a los demás o se autolesionan, tiran las cosas, rompen cosas, etc.

A continuación, se presentan algunos tips y recomendaciones fonoaudiológicas que como padres pueden hacer al momento de que ocurra algo como lo anteriormente señalado. Cambiar situación. Ponemos música, lo abrazamos, intentamos calmar. Usar ejercicios de respiración. Soplar, inflar mejillas, por ejemplo. Esto permite usar la respiración, oxigenamos el cerebro, relajamos al niño y se retoma la calma. Acudir al rincón de la calma, espacio establecido para esto en el hogar. Poner música relajante y suave, cuando se está en plena crisis funciona súper bien para retornar a la paz.  Conversar con ellos posterior a la crisis, hacerle ver que es mejor conversar, que llorar o gritar. O romper las cosas. Establecer límites claros. Enseñarle por ejemplo que si algo no funciona como desea, puede haber solución. Cuando algo no les resulta como desean se genera frustración. Esto podemos trabajarlo haciéndole ver que no todo es perfecto. Y que si algo no salió como quería pueden ayudarle para mejorar.  Si se puede, realizar alguna actividad motora, con gasto de energía. Para regular el exceso energético y posibles “nuevas crisis sensoriales”.

Seguir una misma estructura y horario (horario con pictogramas, horario escrito, agenda con imágenes) Intercalar en este horario actividades que sean variadas, tales como: moverse, estar sentado, juego libre, tareas en la mesa. Mantener el horario habitual en la medida de lo posible, respetando los ritmos de sueño y alimentación de la persona con TEA. Permitir acceso y tiempo para conductas de regulación emocional.

Durante la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, las personas con TEA que tengan alteraciones conductuales están habilitadas para salir a la calle con un acompañante, siempre y cuando se respeten las medidas necesarias para evitar el contagio por coronavirus.

Mi nombre es Karen Barros B. fonoaudióloga egresada de Universidad del Bío-Bío. En este momento me encuentro realizando terapias, asesorías y talleres bajo la modalidad online (por plataforma Zoom o video llamadas). Evaluación, diagnóstico y tratamiento de patologías de lenguaje, habla, voz, audición y deglución, tanto en niños como en adultos. Además, servicio de asesorías y capacitaciones para padres, cuidadores o docentes. Talleres de estimulación temprana del lenguaje. Talleres de oratoria y mejora de expresión oral. Talleres de estimulación cognitiva para adultos mayores. Entre otros.

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