Obesidad Infantil, ¿quién es el culpable?
Estaba concentrada observando el ir y venir de los pasajeros en el terminal de buses de Concepción cuando me llamó la atención una pequeña de 2 años aproximadamente que pasaba con una fruta en la mano, en mi rol como nutricionista me alegré de verle saltando con una colación supongo de media tarde por el horario, pero su expresión cambió a una risita cómplice al ver una góndola de golosinas dulces ubicadas en el centro del lugar, le hizo gestos a la mamá para que comprara uno de estos productos, pero no tuvo respuesta, el papá desapareció de la escena, en ese momento aparece la abuela quien en un “acto de amor” y en respuesta al berrinche de la niña accede a comprar lo que ella deseaba, finalmente, presencié lo que es una escena normalizada por la sociedad, los niños generalmente están escogiendo qué comer y en qué horario, si come o no frutas o si ingiere alimentos jugando en su tablet.
Sabemos que los niños son el reflejo de sus padres o cuidadores y que estos son los responsables de velar por su crecimiento saludable en todos los ámbitos de su desarrollo, pero lamentablemente queda en evidencia que no lo están haciendo bien y que definitivamente no están dando el ejemplo correcto. Aunque suene frío y directo, los padres tienen la culpa de dejar a sus propios hijos la elección de lo que ingieren tanto en casa o cuando se consume comida rápida, el que no se limite el horario de televisión y el tiempo que pasa en juegos de vídeo y muy pocas veces se motiva a los niños a ser más activos.
Responsabilidad y prevención
Claramente no es fácil, especialmente si los mismos padres son obesos, pero enseñar a los niños a tomar decisiones más saludables es esencial si queremos que sean sanos y evitar las consecuencias que generan al organismo el sobrepeso y obesidad. Para mí esto se debe a la falta de apoyo para las familias no solo en lo cognitivo, sino principalmente en lo emocional por parte de los centros de salud familiar; existen programas, pero la información no está siendo canalizada de la mejor manera, un ejemplo de esto es que pocas veces se utilizan redes sociales u otros canales para llegar a la mayor cantidad de familias, no se aprovecha la tecnología y el aumento del acceso a internet para generar cambios de hábitos saludables, tips de alimentación y/o de actividad física.
Pero no solo ellos son culpables también lo son las empresas alimentarias y su publicidad, quizás ahora con la nueva ley de etiquetado la culpa ha disminuido, pero todos sabemos que existen empresas que solo rebajan 1 gr de azúcar en sus productos para que no lleven el sello en sus envases o que se adhieren a este vacío legal donde los alimentos de consistencia semilíquida que no aparecen explícitamente en la ley, no lleven el signo de alto en… siendo productos de elevado contenido de azúcar y grasas saturadas.
En este caso no se puede dejar de mencionar que no existen políticas públicas globales que ayuden a disminuir el sobrepeso y la obesidad en Chile. Con esto me refiero a que para enfrentar lo anterior se requiere del trabajo conjunto de los profesores y padres de familia, con un marco normativo que los apoye con la presencia clave de un profesional nutricionista en cada institución educativa debido a que no existen regulaciones que hagan cumplir el consumo de alimentos saludables dentro de las mismas escuelas o colegios; si bien la Ley 20.606 prohíbe vender y publicitar alimentos no saludables en las escuelas, no impide el consumo que puede venir de la casa o de la venta callejera. Existe legislación, pero no se vela porque se cumpla.
Si sumamos a todo esto las últimas cifras entregadas por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB) la cual dice que el 25 % de los niños preescolares y escolares presentan como estado nutricional Obesidad, cifras que desde 1987 han aumentado año tras año, respalda que no estamos haciendo bien el trabajo.
Finalmente ¿quién tiene la culpa?, creo que es una responsabilidad compartida entre padres y familia, sociedad y Estado por la falta de control de que se cumpla con la legislación vigente.
Michelle Contreras Cueto
Nutricionista
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