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Hiperhidrosis (Sudoración Excesiva), una enfermedad que puede ser tratada

Dr. Francisco Lama D. Dermatólogo. Universidad de Chile

La hiperhidrosis primaria comienza a edades tempranas, durante la pubertad o la adolescencia, y afecta determinadas zonas del cuerpo, como palmas, axilas, plantas o cara, para luego disminuir en edades avanzadas, afectando a ambos sexos por igual e incrementándose con el estrés.

Para tratarla, se debe realizar una evaluación exhaustiva del paciente tanto en la historia clínica como en el examen físico y solicitar exámenes para descartar causas secundarias de hiperhidrosis.

Síntomas como fiebre, sudoración nocturna, baja de peso, linfadenopatías (ganglios inflamados), deben hacer sospechar al dermatólogo de la existencia de un posible cáncer oculto o una infección crónica como la tuberculosis.

hiperhidrosisDentro de la terapia médica se encuentran los anticolinérgicos sistémicos como bromuro de glicopirrolato, oxibutinina, entre otros. Son útiles por su acción bloqueadora de la producción de acetilcolina periglandular. En la práctica, su uso está limitado por los efectos adversos asociados a su empleo.

También se utilizan ansiolíticos como las benzodiacepinas, cuya acción sería indirecta a través del control de la ansiedad, pero tampoco se emplean habitualmente, dado que inducen dependencia, tolerancia y somnolencia.

Otra terapia utilizada son los betabloqueantes como el propranolol. No posee una acción específica sobre la glándula sudorípara. Disminuyen la ansiedad y, por tanto, puedemejoraren algunos casos la hiperhidrosis.

Una de las terapias más utilizadas son los antitranspirantes con aluminio. Este tipo de agentes actúan por bloqueo de los conductos excretores de las glándulas.

La Iontoforesis es un tratamiento transcutáneo que consiste en el paso de corriente eléctrica a través de la piel. Es una técnica que facilita el transporte molecular a través de la piel bajo la influencia de un campo eléctrico externa. La corriente eléctrica moviliza los iones sodio de una solución acuosa y con ello produciendo un reposo temporal de las glándulas. Se piensa que induce taponamiento de los poros glandulares con obstrucción del flujo y de la secreción. Se emplean para tratar formas localizadas de hiperhidrosis como axilas, palmas y plantas. Está contraindicada en pacientes portadores de marcapasos, prótesis metálicas como los implantes ortopédicos y dispositivos anticonceptivos intrauterinos así como en el embarazo.

Otra terapia que ha mostrado gran efectividad en la hiperhidrosis axilar es la aplicación de toxina botulínica (Botox®). Esta sustancia inhibe la liberación de acetilcolina en la unión neuromuscular, implicando en este caso la inervación simpática postganglionar de las glándulas ecrinas, así se produce el cese transitorio de la producción de sudor. Los efectos del tratamiento empiezan a notarse entre los 3–5 días, y la sudoración cesa en una semana, pero reaparece al cabo de 4, 6 a 8 meses, por lo que debería reaplicarse una vez terminado el efecto según la respuesta de cada paciente. La toxina botulínica también se ha utilizado en las hiperhidrosis craneofaciales con buenos resultados. La principal contraindicación para el uso de toxina botulínica es la hipersensibilidad a la albúmina.

Dentro de la terapia quirúrgica está la simpatectomía torácica video-endoscópica, logrando altas tasas de curación en zonas a tratar como axilas y palmas, con bajo riesgo quirúrgico pero ocasionado sudoración compensatoria en algunos casos en otras áreas corporales como zona lumbar o glútea. Se realiza en pabellón bajo anestesia general y, habitualmente es ambulatoria.

Dado que la hiperhidrosis es una patología relativamente frecuente que afecta la calidad de vida tanto personal, social como laboral, recomendamos consultar con el dermatólogo para un correcto diagnóstico e instaurar prontamente una terapia.

Dr. Francisco Lama D. Dermatólogo.

Universidad de Chile

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