Deglución atípica: Cuando la infancia persiste en la edad adulta
Al hablar de deglución nos referimos a la acción de tragar. Este cotidiano y mecánico acto cambia con la edad, es decir, en la infancia y en adultez es diferente. En ese contexto, la deglución atípica se genera por la persistencia de la deglución infantil en la edad adulta, es decir, consiste en la postura y uso inadecuado de la lengua al tragar.
Como consecuencia de este mal hábito se puede modificar la postura de las piezas dentales y de las arcadas dentales; además del crecimiento y función de la musculatura orofacial.
TIPOS DE DEGLUCIÓN ATÍPICA
- Deglución atípica con presión atípica del labio: En el momento de la deglución la selladura de la parte anterior de la cavidad bucal no se realiza por el contacto simple del labio superior con el inferior, sino mediante una fuerte contracción del labio inferior.
- Deglución con presión atípica de la lengua: En el momento de deglutir los dientes no entran en contactos. La lengua se aloja entre los incisivos interponiéndose a veces entre premolares y molares. Este se subdivide en :
- Tipo I: que no causa deformación
- Tipo II: causa deformaciones
¿Cómo detecta la deglución atípica? Cuando los niños empujan la lengua hacia la cara palatina de los dientes anteriores abriendo la mordida, esto se traduce en problemas del lenguaje, pues no pronunciarían con claridad los fonemas como D, T, I, N y/o R.
Otros signos de la deglución atípica son:
- Lengua que descansa en las piezas dentales
- Respiración bucal
- Maxilar superior o inferior hacia adelante
- Maxilar superior o inferior retrasado
- Realiza movimientos excesivos como: elevar la cabeza, contraer los labios excesivamente o hacer muecas o ruidos al tragar
- Mastica con los dientes y no con los molares
En esa línea, para evitar este mal hábito se deben evitar otros, como por ejemplo, utilizar chupete o mamadera ya cumplidos los tres años; y succionarse los labios, mejillas u objetos. Además, se debe:
- Enseñar al niño a respirar bien y asegurarse de que no sufre obstrucciones nasales recurrentes.
- Ofrecer al niño la alimentación adecuada a su edad, con oportunidades para ejercitar la musculatura masticatoria.
- Acudir a los controles pediátricos estipulados para controlar el correcto desarrollo muscular, postural, etc.
- Realizar revisiones odontológicas periódicas.
Cuando no se logra detectar a tiempo y el niño o niña debe recibir un tratamiento que consiste en una reducación de la forma de deglución, enfocado en devolver el equilibrio muscular orofacial, restablecer la postura, restablecer la respiración adecuada y así, lograr una deglución correcta.