Cepillado dental: Métodos para eliminar la placa bacteriana
El cepillado es un hábito que se debe realizar a diario, de esta acción —en gran porcentaje— depende nuestra salud bucal, pues se elimina la placa bacteriana de las piezas dentales y ayuda a la prevención de las caries y enfermedades como, por ejemplo, la gingivitis o halitosis, padecimientos que se generan por una inadecuada higiene y de las que he hablando anteriormente.
La limpieza se debe realizar luego de cada comida y se recomienda que tenga una duración de dos a tres minutos. En cuanto a las técnicas, existen diferentes formas de limpiar los dientes y dependerán de cada paciente y del tiempo que se dedique a ésta.
- Fones: Se comienza por un lado de la boca y se finaliza en el otro extremo, frotando todos los dientes y realiza con movimientos circulares para que el cepillo abarque en su totalidad las encías. Es la forma más recomendada para niños, ancianos o pacientes con dificultades motoras.
- Charters: En esta técnica se requiere que las cerdas del cepillo se doblen y sus puntas se dirijan hacia el nacimiento de los dientes. Con una inclinación de 45° sobre las encías se desarrolla el barrido desde la encía hasta el diente. Esta técnica es adecuada para pacientes con recesión gingival, sometidos a cirugía y/o portadores de ortodoncias.
- Bass modificada: En un ángulo de 45° al surco gingival se realizan movimientos vibratorios cortos para que las cerdas se flexionen, además en la cara masticadora de las piezas el movimiento debe ser de atrás hacia delante. Está es la técnica más indicada, tanto para pacientes sanos como para quienes que padecen periodontitis o posición dentaria incorrecta.
- Stillman: Es muy similar a la anterior, su principal diferencia es la posición de las cedras que se colocan 2 milímetros por encima del margen gingival (comienzo de la encía) y se realizarían movimientos vibratorios. Este cepillado está indicado para pacientes que padecen recesión gingival.
En cuanto al cepillo idóneo se recomienda que sea de cerdas suaves con la cabeza pequeña para que pueda recorrer toda la boca. El recambio de éste se debe hacer cuando se desgasten las cedras o cada un mes. En esa línea, cuando un paciente estuvo resfriado el cepillo también debe cambiarlo, pues podría provocar una infección.
Cabe destaca, que el cepillado debe ir acompañado de la limpieza con hilo dental, un enjuague bucal y la visita periódica al dentista. Teniendo en consideración los puntos anteriores se puede tener una boca sana. Además, es fundamental controlar la ingesta de alimentos altos en azúcares y carbohidratos.