Usted… ¿recuerda estas situaciones?, recibir muñecas de regalo para las niñas y pelotas para los niños… Delantal escolar rosa para las niñas y celeste para los niños… Juego de tacitas para las niñas y autitos para los niños… Ir al estadio es de hombres y estar en la cocina es de mujeres… Si vemos conscientemente cada una de ellas, podemos reflexionar que toda nuestra crianza se desarrolló en torno a una discriminación de género, sin tomar ninguna postura, lo que es tan vinculante para hombres como para mujeres…
Años más tarde, nos encontramos con un panorama en que los patrones y modelos se copian, es decir, se vuelve a repetir la historia, una y otra vez, entorpeciendo la igualdad y pleno desarrollo tanto de hombres como de mujeres. Por ejemplo, “recibir muñecas de regalo para las niñas y pelotas para los niños”, si los niños también recibieran muñecas de regalo o se les permitirá jugar con ellas, de seguro que mejorarían sus habilidades y competencias como hermanos, amigos, pololos, esposos y padres, logrando ser parte activa en la crianza de sus futuros hijos o hijas, para olvidar ese rol pasivo y sexista con respecto a las labores domésticas y el trabajo de la crianza, teniendo claro que la “crianza no es un derecho adquirido a la mujer”, sino más bien un trabajo constante y cotidiano que debiese ocurrir entre las personas responsables de un hogar.
En el ámbito de educación podríamos encontrar una serie de situaciones que nos juegan en desventaja desde los primeros años de escuela; como por ejemplo la feminización de la educación parvularia, los primeros años de educación básica y la inequidad salariar por carreras. ¿Existe en nuestro país alguna legislación en donde nos indiquen que la educación preescolar debe ser entregada solo por mujeres?… Así como también donde se potencie el liderazgo de los centro de alumnos… ¿podríamos hablar también de alumnos y alumnas?… O relacionar el logro en las mujeres por el esfuerzo y merito logrado y en los hombres por las habilidades y gran capacidad de aprendizaje. Temas transversales presentes en el currículum de las aulas, que de alguna u otra manera intervienen en las expectativas de aprendizaje, generando una predisposición al futuro ocupacional de las/os estudiantes, dando sesgo a que los hombres se inclinen por carreras que presenten un mayor salario y sean de orientación matemática, escudando el mayor desarrollo del pensamiento lógico y las mujeres orientando su vocación hacia las humanidades y las ciencias sociales, limitando significativamente la libertad del ser humano por desarrollar lo que realmente es de su interés.
Generalizar las instancias en el hogar y en la escuela donde se encuentre una equidad de género, nos traería, sin duda alguna, la mejora del potencial de los niños y niñas, es decir, le estaríamos ofreciendo reales oportunidades para mejorar su calidad de vida a largo plazo, teniendo como resultado personas con un índice alto de felicidad producto del desarrollo de su identidad, quitando esa carga heredada de las tradiciones familiares que no se han adaptado al contexto histórico en el que nos encontramos en la actualidad, siendo necesario evocar la capacidad de modificar los patrones vividos.
No debe ser un tema que acompleje a las personas, ni que atemorice, pero sí que deje el estado de alerta para ir tomando conciencia y demostrar la necesidad equidad en la vida. Debemos trascender esta etapa de revuelo social que vivimos y llegar al hogar hasta la crianza y en educación desde la formación inicial hasta el profesor o profesora en aula. Como sociedad debemos ir generando cambios significativos que demuestren el crecimiento del ser humano en todas sus dimensiones.
Camila Sanhueza Venegas
Máster en gestión de calidad educativa
Profesora Educación Diferencial
camila.sanhueza.venegas@gmail.com