Acné, ¿por qué debe ser tratado?
El acné es una enfermedad crónica que se presenta en la gran mayoría de los adolescentes y adultos jóvenes en el mundo, siendo unos de los principales motivos de consulta en dermatología, ya que genera un gran impacto social y en la calidad de vida.
Es una afección multifactorial. Las personas con mayor riesgo de desarrollar acné son las que presentan alteraciones endocrinas/hormonales como síndrome de ovario poliquístico, hiperandrogenismo, hipercortisolismo y pubertad precoz. Estos pacientes tienden a tener un acné más severo que no responden a la terapia convencional. Además de las hormonas sexuales, otros factores como los genéticos (antecedentes familiares de padre o madre con acné severo), la resistencia a la insulina, alimentos con alta carga glicémica, el estrés, el tabaco, algunos fármacos y vitaminas (del complejo B) tendrían un rol en la persistencia o severidad de este.
El peak de prevalencia se registra entre los 12 y los 24 años, afectando al 85% de este grupo etario. La edad de comienzo varía de 12 a 13 años en las niñas y de 13 a 14 años en los varones, que se pudiera explicar por el inicio de la pubertad más temprana. Aunque es una enfermedad de la adolescencia, el 12% de las mujeres y el 3% de los hombres continuarán presentando acné hasta los 44 años.
El acné se clasifica en 2 grandes grupos. Acné no inflamatorio o comedoniano, donde predominan los comedones (puntos negros y puntos blancos). El otro gran grupo es el Acné inflamatorio en donde predominan las lesiones inflamatorias, es decir, pápulas, pústulas, nódulos y quistes. Las lesiones inflamatorias tienden a dejar cicatrices las cuales pueden ser de por vida. Es ahí la importancia de tratar esta patología. El acné se presenta principalmente en cara, cuello, pecho y espalda alta.
Con respecto al tratamiento, este dependerá del tipo de acné que presenta el paciente. La base de tratamiento son los retinoides tópicos. Si el acné es inflamatorio están indicados los antibióticos sistémicos de la familia de las tetraciclinas, ya que presentan un efecto antinflamatorio en la piel o retinoides orales. En mujeres, en ocasiones, se indican anticonceptivos orales y fármacos con efecto antiandrogénico. Ya que el acné es una enfermedad crónica, el tratamiento tiende a ser prolongado.
Ahora en el caso que las cicatrices ya se hayan instaurado, estas pueden ser manejadas con terapia láser.
Dado que el acné es una enfermedad, que si no se trata en forma oportuna, tiende a dejar cicatrices de por vida, se recomienda consultar de manera oportuna al dermatólogo, para una completa evaluación y tratamiento precoz.
Dr. Francisco Lama D.
Dermatólogo. Universidad de Chile