La primera pregunta que suele hacerse un paciente que sufre de algún trastorno temporomandibular o de alguna condición que manifieste dolor en la región facial es habitualmente: “¿tendré bruxismo?”. Lo cierto es que responder a esta pregunta no suele ser algo fácil o rápido.
Partiré definiendo en términos simples la labor a la cual se dedica un especialista en trastornos temporomandibulares y dolor orofacial (TTM y DOF) para luego desglosar el tema en sus puntos más importantes.
Los especialistas en TTM y DOF se encargan de diagnosticar y tratar múltiples enfermedades dolorosas y no dolorosas que afectan a diferentes estructuras de la cara y cuello principalmente. Normalmente ayudamos a resolver los casos que el odontólogo en general no maneja dentro de su quehacer habitual, que normalmente se enfoca en patologías de los dientes, mucosas y tejidos periodontales.
Agrupando los distintos aspectos que aborda la especialidad se definen sus pilares: Dolor orofacial y trastornos temporomandibulares, oclusión dentaria, medicina de sueño odontológica y trastornos de movimiento de presentación orofacial.
¿Qué son y cuáles son los síntomas de los TTM?
Los trastornos temporomandibulares corresponden a un grupo de condiciones o enfermedades que afectan a músculos, articulaciones y estructuras adyacentes como ligamentos, tendones y otras.
Dentro de los signos y síntomas más frecuentes de los TTM están los ruidos al abrir y cerrar la boca, dolor asociado a alguna función del sistema masticatorio, ya sea en los músculos o la zona delante del oído que corresponde habitualmente a la articulación temporomandibular (ATM), también podemos encontrar dificultad para realizar una apertura amplia de la boca o también desviaciones de la mandíbula al abrir la boca, problemas para juntar los dientes, entre otros.
En el campo del dolor orofacial se agrupan los mismos TTM con presentaciones dolorosas, además de un sinfín de enfermedades dolorosas como son diferentes cefaleas, neuralgia del trigémino, neuropatías dolorosas de diferente origen, entre otras. Muchos de estos cuadros son confundidos con dolor de origen dental, generando un retraso habitual en su diagnóstico.
Medicina de sueño odontológica
Esta ha tomado protagonismo en el último tiempo debido a que se le ha dado al sueño la importancia que merece. El rol del odontólogo especialista en relación al sueño se sustenta principalmente en la relación bidireccional que existe entre el sueño y el dolor.
Los principales problemas que el odontólogo especialista en TTM y DOF maneja son los trastornos respiratorios del sueño (apnea de sueño y roncopatía primaria) y el bruxismo de sueño (BS).
El BS se define en términos simples como una actividad muscular mandibular de apriete y/o rechinamiento que ocurre durante el sueño con o sin contacto dentario.
En la actualidad, el BS se considera más un síntoma que una enfermedad por sí sola y podría ser una señal de alerta de otras enfermedades, tales como: apnea obstructiva de sueño, reflujo gastroesofágico, movimiento periódico de extremidades, entre otros. El dolor facial o cefaleas matutinas no son actualmente indicadores de bruxismo de sueño, y pueden deberse a otras patologías.
Investigaciones de la última década han concluido que no existe una relación entre bruxismo de sueño y dolor orofacial, por lo que debiéramos abandonar el viejo paradigma de que BS es sinónimo de dolor o de trastornos temporomandibulares.
Es posible que se presente un reporte de rechinamiento dentario nocturno en un paciente que a la misma vez presenta signos y/o síntomas de TTM. Por lo que la recomendación más importante es que consulten con un especialista en TTM y DOF si es que tienen síntomas de algún TTM de los que describí previamente.
¡Necesito una placa de relajación!
Esta es una afirmación muy frecuente de escuchar en las evaluaciones. Los pacientes vienen con una preconcepción de que necesitan una placa o plano de relajación para “el bruxismo que tienen”.
En la práctica clínica lo que vemos es que la gran mayoría de los pacientes que creen acudir a la consulta porque “tienen bruxismo”, terminan con otro diagnóstico definitivo y, por su puesto, otro tratamiento propuesto en base a su problema. Cuando indagamos en los signos y síntomas que llevaron a nuestro paciente a consultar, habitualmente diagnosticamos un trastorno temporomandibular, independiente de que el paciente tenga reporte de rechinamiento dentario al dormir.
Las placas o planos oclusales forman parte del arsenal terapéutico del especialista en TTM y DOF. Tienen indicaciones específicas y por supuesto también contraindicaciones en algunos pacientes, por ejemplo, en los pacientes roncadores habitualmente no se utilizan debido a que podríamos agravar un trastorno respiratorio del paciente, afectando su calidad de sueño y de vida. Es muy importante la evaluación previa para conocer a nuestro paciente, contar con toda la información necesaria para indicar un tratamiento y evitar así las recetas de cocina.
No es recomendable el uso de planos de farmacia sin una evaluación por parte del especialista. Los planos de relajación no son para siempre. La utilización de estos dispositivos sin el debido control en el tiempo podría traer problemas irreversibles.
Por último, recalcar que las placas de relajación no eliminan el bruxismo de sueño y por esta razón, la mejor estrategia es que el especialista junto al paciente puedan ir en búsqueda de la causa como primer objetivo.
El motor de nuestra labor debe ser ayudar en mejorar la salud y la calidad de vida de nuestros pacientes y esto nunca será posible sin educación. A veces la mejor intervención es educación conductual.
Dr. Aldo Marcenaro Poloni
Especialista en Trastornos Temporomandibulares y Dolor Orofacial
Clínica Bi-Odent