En una edición anterior hablamos de Marketing de Contenidos, definimos qué es, cuáles son sus objetivos, cómo debería llevarse a cabo y cuáles son finalmente sus beneficios. Sin embargo, nos faltó hablar de algo que siempre se menciona pero que no se define con certeza. Tiene que ver con lo que se considera un buen contenido. Escuchamos en charlas, videos, leemos en columnas de opinión, paper de especialistas, análisis, estudios, etc. algo como “lo importante es que debemos hacer un buen contenido” o “sin un contenido adecuado esta estrategia no llegará a ninguna parte” o peor aún “preocúpate de que tu campaña tenga un buen contenido”.
¿Pero a qué se refieren cuando hablan de tener un buen contenido?
Lo primero que hay que decir es que esta pregunta siempre queda en el aire porque en efecto el buen contenido no es algo estandarizado relacionado con la calidad del mismo en su forma (por ejemplo, un video en calidad cine o un podcast con un sonido maravilloso), sino que tiene que ver con el fondo del mensaje y esa calidad varía dependiendo de tu audiencia. Entonces, lo que para algunos es un gran contenido, tal vez otros lo consideren no tan bueno e irrelevante para sus pretensiones. Por lo tanto, el buen contenido será evaluado por tu público objetivo, por tus seguidores y potenciales clientes y no por especialistas en temas específicos del formato en el que estás entregando el mensaje. Convengamos que también es importante que todo contenido se entregue con una calidad aceptable, pero ello no implica necesariamente que deba ser muy elaborado. Muchas veces un video selfie grabado con la propia cámara del teléfono conecta mejor que algo más profesional o, en otro caso, una foto tomada de manera espontánea con tu teléfono tiene mejor llegada que una de estudio tomada con cámaras profesionales, entre miles de ejemplo con los que nos encontramos a diario en las campañas que ejecutamos para diferentes clientes.
La importancia de conocer a nuestro público más allá de una simple calificación de mercado meta, por ejemplo, saber sus comportamiento, cuáles son sus intereses, qué es lo que le divierte, lo que le emociona, sus valores, entre otros elementos, nos acercará un paso hacia el conocimiento para buscar los mejores contenidos que conecten y sean efectivos al momento de ejecutar estrategias de marketing digital. Es cierto que un contenido debe tener ingredientes técnicos mínimos para cautivar al consumidor final, sin embargo, por muy espectacular haya sido redactado un texto, grabado un video o diseñado una gráfica, si el tema de fondo no es de interés para tu audiencia, definitivamente no conectará.
Álvaro Martínez Bianchi
Ingeniero Comercial MBA en Dirección General de Empresas / Gerente Agencia 7 Días