Jengibre: Salud que brota desde la tierra
Es una planta originaria de China e India llamada en botánica, Zingiber officinale, que se cultiva hace más de 5 mil años, y pertenece a la familia de las zingiberáceas, que incluye a otras dos especias: la cúrcuma y el cardamomo. Pero este cultivo subterráneo (rizoma), con marcado acento en la medicina natural, ha adquirido un protagonismo muy destacado en los últimos años a nivel mundial, ya que su consumo está muy relacionado con la alimentación saludable, concepto que hoy se ha universalizado.
Actualmente China es el productor más grande del mundo, quien acapara más de la mitad de la producción mundial y cuya importación está destinada principalmente a Estados Unidos y Europa, lugares donde el concepto de alimentación saludable se ha hecho latente, puesto que hoy esos mercados cuentan con más personas que están dispuestas a pagar un poco más por productos más naturales. En Sudamérica, el primer lugar lo tiene Perú, el cual se distribuye también al país del norte y Europa, aunque también hay una parte que llega a otros países del continente como Brasil, Chile y Argentina, donde el jengibre ha alcanzado notoriedad por sus múltiples beneficios a la salud. También es posible reconocer otros mercados productores como Jamaica y Australia.
El jengibre en nuestra alimentación
Para Susana Figueroa Acuña, nutricionista, lograr una alimentación adecuada y saludable es el desafío para muchas personas en la actualidad. “A diario escuchamos en los medios de comunicación, en revistas, incluso en los programas de televisión, como el consumo de algunos alimentos es beneficioso e incluso se le dan atribuciones de “milagrosos”, por eso importante tener claro que si tenemos una alimentación equilibrada nuestro organismo recibirá la nutrición adecuada que contribuirá a mantener la salud de las personas”, afirma, aseverando también que existen múltiples reportes que demuestran la capacidad funcional de distintos alimentos y plantas que han sido utilizados durante mucho tiempo con un poder protector o curativo, entre los que destaca al jengibre.
“Este es un tubérculo con forma de mano, con diversos rizomas de color cenizo por fuera y amarillo pálido por dentro, de sabor picante y un fuerte olor aromático. Entre sus componentes activos podemos mencionar una gran variedad de ácidos, como por ejemplo el linoleico, el ascórbico y el glutámico; algunos aceites esenciales entre los que destacan compuestos terpenicos, como el alcanfor y linalol. Además el jengibre tiene principios picantes que son responsables de las propiedades digestivas como es la regulación de tránsito intestinal. Dentro de su composición también encontramos vitaminas A, B y C y sales minerales como fierro, magnesio y zinc”, detalla la profesional.
Respecto de sus comentados beneficios para la salud, Figueroa asegura que “están dados por la acción antioxidante presente en este tubérculo, que contribuye a combatir los radicales libres o también llamadas sustancias tóxicas para nuestro organismo, que favorecen reacciones muy dañinas, desencadenando un fenómeno conocido como estrés oxidativo, muy relacionado actualmente a problemas de salud. Dentro de los efectos positivos del jengibre, podemos mencionar los que tienen un respaldo científico como es su poder antiinflamatorio debido a que este combate las citoquinas pro inflamatoria, además de combatir la inflamación gástrica y distención abdominal. También se le atribuyen efectos antibacterianos y antifúngicos (evita el desarrollo microbiano), así como también su acción anticancerígena, pues sus componentes muestran un efecto fundamental en el desarrollo de la célula cancerosa, disminuyendo la proliferación de éstas”, complementa.
Según la nutricionista, es necesario reforzar que la evidencia actual nos dice que su rol es más bien preventivo que curativo en tipos de cáncer como el de endometrio, mama, colon y recto. El uso más antiguo a lo largo de la historia ha sido para aliviar náuseas y vómitos debido a su efecto antiemético. Cabe considerar que no existe suficiente evidencia científica que respalde todos los efectos que se le atribuyen a esta especie en la actualidad.
¿Cómo consumirlo de manera adecuada?
- Se puede consumir el rizoma de jengibre fresco, en polvo como especie y en cápsulas. Siendo lo más frecuente en su presentación fresca a la cual se le retira la piel exterior que deja el 100 % del interior utilizable.
- Se puede agregar una cucharadita de jengibre rallado a diversas preparaciones como ensaladas, jugos de frutas, batidos, adobos o vinagretas, sopas o salsas, carnes o pescados, y también a preparaciones dulces como galletas o biscochos. La raíz fresca es ideal para hacer té u otras tizanas.
- La dosis también estará determinada por la tolerancia al sabor picante que este posee, pues no siempre es bien asimilado por la población.
- Existen pocos efectos secundarios asociados al consumo de jengibre, pero en altas dosis puede provocar acidez estomacal, distención abdominal, mal sabor o irritaciones en la boca, también se han conocido casos de aumento de la presión arterial o alteración de la frecuencia cardiaca, pero faltan estudios al respecto.
- Es importante concluir que si optamos por una alimentación saludable y equilibrada aportaremos todos los nutrientes y sustancias esenciales que protegerán nuestro organismo manteniendo nuestra salud.
Volver a lo natural
Lautaro Briones, nutricionista y académico de la Universidad del Bío-Bío, afirma que frente a este producto no existen investigaciones profundas realizadas en nuestro país, confirmando que solo tenemos referencias por estudios norteamericanos que abordan las propiedades y los beneficios del jengibre. “Lo importante es dejar en claro que la evidencia científica con la que contamos es proveniente de Estados Unidos, que desde el 2005 comenzó a aumentar en estudios sobre este tema, donde se deja de manifiesto que muchos de los beneficios que popularmente se asumen de este cultivo, están probado solo en animales. Los únicos efectos notorios en seres humanos son que otorga saciedad y elimina la nauseas en personas enfermas de cáncer que estén bajo tratamiento de quimioterapia”, afirma.
Es por lo anterior, que Briones aconseja consumir el jengibre de forma natural y fresca, considerando la madurez de la raíz (8 a 9 meses), y ojalá siempre una vez al día. “Es mejor consumirlo fresco por la buena fuente de potasio que entrega, en cambio si el producto está elaborado pasa a ser rico en sodio, lo que es nocivo para la salud. No es positivo consumirlo deshidratado, en tabletas o polvo, ya que pierde muchos de sus nutrientes. Además, al tener en la actualidad solo estudios provenientes de Estados Unidos, debemos considerar otros factores que también inciden en los efectos del jengibre como el tipo de suelo donde se cultiva, el agua con que es regado, entre otros factores”, asegura.
En cuanto a la proporción máxima de consumo diario, el profesional nos indica que según la FAO y la OMS, el jengibre es un alimento seguro siempre y cuando no exceda el gramo por kilo al día, aunque cabe señalar que el exceso se eliminará por la orina y las heces.
En medicina
Como hemos afirmado, la utilización de jengibre como alimento saludable ha crecido significativamente, más aún dentro de la medicina natural, la cual lo utiliza para todo tipo de enfermedades. Al respecto, Briones asevera que el jengibre posee: efectos hipoglicémicos, baja los lípidos, baja la insulina en plasma, efectos antiinflamatorios, ayuda a la hipertensión, previene el cáncer al colon, protege el sistema cardiovascular, entre otros aspectos, aunque aclara que no todos estos beneficios se han comprobado 100% en humanos. “Lo ideal es invertir en investigaciones sobre los mecanismos por los cuales está haciendo efecto el jengibre”, indica.
Aporte nutricional del jengibre:
- 100 grs es igual a 300 kilocalorías.
- 14 grs. de fibra (24 grs. de fibra requiere nuestro cuerpo a diario).
- Vitaminas hidrosolubles del complejo B y Magnesio que activan en las células en el sistema mitocondrial la obtención de energía.
Grupo etario
La edad en la que es seguro consumirlo es en la etapa de adultez. “En el embarazo se probó en mujeres durante el primer trimestre, sin efectos mutagénicos a grandes rasgos, pero no es recomendable exponer a alguien que esté embarazada o que esté en formación (niños)”, argumenta el nutricionista.
Un toque ideal en la gastronomía
El jengibre común (Zingiber officinale), ampliamente utilizado como especia en la cocina, se presenta de diferentes formas, que van desde su variedad fresca hasta la caramelizada, pasando por otras variedades como la variedad en conserva o la seca. El jengibre tiene un sabor fuerte y punzante, muy intenso y ligeramente dulzón. Es por ello que en el mundo culinario, el jengibre se usa de múltiples formas, ya que proporciona un toque muy original a los alimentos a los que añade sus propiedades medicinales.
La utilización y preparaciones principales son las siguientes:
- Jengibre fresco: Es el más utilizado, se puede comprar en la mayoría de las fruterías o tiendas de alimentación. Puede ser en forma de raíces jóvenes o maduras. Las primeras no requieren ser peladas. Puede utilizarse en trozos o para gratinar. El rizoma se añade a caldos, sopas, sofritos u otras preparaciones. Se debe utilizar como una verdura más en las preparaciones, aunque en poca cantidad, ya que cuando se mastica tiene un sabor fuerte. Combina con platos salados (guisos, wok, etc.) y dulces (compotas de fruta, melón con jengibre, pasteles, galletas, etc.).
- Jengibre en polvo: Se fabrica a partir de las raíces africanas que no son tan finas como las asiáticas. Se puede encontrar en muchas tiendas de alimentación saludable. Tiene un sabor diferente al fresco y se utiliza fundamentalmente para postres y recetas un poco picantes.
- Jengibre encurtido: Conservado en vinagre, se utiliza para la confección del sushi. Puede encontrarse también en tiendas de comida saludable más especializadas.
- Jengibre caramelizado: Estos caramelos se consumen como tal, o se utilizan para pastelería.
- Jengibre en conserva: Conservado en sirope de azúcar, se utiliza fundamentalmente para la confección de postres.
- Jengibre seco: Su sabor y sus usos son similares al jengibre fresco, aunque debe remojarse antes de su utilización.
A su vez, existen dos preparaciones simples que pueden considerarse a la hora de utilizar el jengibre:
- Se lava para quitarle toda la tierra y se puede pelar. Unos 100 gramos de jengibre rinden para 3 tazas de agua, y si el sabor es demasiado fuerte, puede ser diluido con más agua.
- Se pone a hervir el agua y se añade el jengibre picado, lavado o rallado, después se cuece a fuego lento para evitar los burbujeos y se le deja reposar por 15 minutos. Se apaga la flama y se esperan 5 minutos, después de los cuales se utilizará un colador para evitar los trozos cuando éste se sirva. ¿Cuándo tomarlo? Para saber en qué situación acudir al jengibre, estas son sus principales propiedades y usos, de acuerdo a lo que indican especialistas en medicina y productos naturales:
- Disminuye los dolores reumáticos y menstruales.
- Es eficaz contra la gripe y los resfriados, al favorecer la expectoración.
- Mejora el flujo sanguíneo, por lo que previene las enfermedades cardiovasculares.
- Elimina el mareo y el vértigo.
- Es un afrodisíaco natural, al estimular la libido.
- Es un antidepresivo natural.
- Combate el envejecimiento prematuro y reduce los niveles de estrés.
- Disminuye las migrañas al bloquear los efectos de la prostaglandina.
- Previene el cáncer de colon y de ovario.
- Facilita la digestión.