Franco Gutiérrez, deportista de kayak y canoa polinésica
“Ser deportista en Chile no es fácil y ser deportista paraolímpico es un tremendo desafío”
Oriundo de Talca, este deportista se declara un admirador de la naturaleza y de las aguas, a tal punto que decidió que el kayak y la canoa polinésica debían ser parte de su vida. Disciplinas que practica desde hace tres y dos años respectivamente, pero con una carrera que ha sido explosiva, pues cuenta con importantes logros nacionales e internacionales.
Franco Gutiérrez (38) siempre realizaba ejercicios de montañismo, nunca de manera deportiva a nivel competitivo, sino más bien de forma recreacional. Pero, luego del accidente se dedica más al deporte, al principio por un asunto de rehabilitación, nos cuenta.
Y es que, cuando tenía 21 años, Franco tuvo un accidente ferroviario que le causó la amputación de sus dos piernas. Por este motivo, estuvo hospitalizado alrededor de tres semanas y media en Talca, posteriormente se fue a Santiago al Instituto Teletón para comenzar su rehabilitación: “Parte de este proceso era mejorar la musculatura y la capacidad física, entonces comienzo con gimnasio y natación, ahí se desarrolla mi primera veta deportiva, luego hago una incursión en el tenis pero regreso a Talca por el costo económico de vivir en la capital”.
Volvió a su ciudad natal, comienza a trabajar en la municipalidad como encargado de la oficina de los derechos de las personas con discapacidad y con un grupo de amigos de otros servicios forman el Club Montañosos, orientado a realizar montañismo, fue así como se presentó la oportunidad del kayak. No obstante, no se concretó dentro del club pero las ganas de practicar este deporte quedaron en Franco.
“Un día, un apoderado del colegio de mi hija, que es instructor de kayak, me dijo ‘oye, nosotros hacemos kayak en el Río Claro de Talca, si te interesa puedes ir’, y ese mismo día estuve ahí, se presentó la oportunidad, la tomé enseguida, me subí al kayak y no me bajé más”, relata Franco, quien practica desde hace tres años kayak olímpico en aguas quietas y desde hace dos años canoa polinésica, un deporte que se realiza en el mar.
Su llegada a la canoa polinésica también fue otra oportunidad fortuita de la vida: “Estaba remando en la regata del Maule y estaba la delegada nacional del va’a (canoa polinésica) Mónica Hernández y me preguntó si yo había competido alguna vez, yo le conté que en Constitución y San Javier, y ella se puso a reír porque eran localidades cercanas, me dijo que ella venía llegando de México, donde hubo en representante pero que yo estaba remando el doble que él”, detalla.
Con esta conversación, la misma delegada le envió a Franco una canoa polinésica a Talca y dos meses después el deportista talquino participó en su primera competencia del va’a en Perú, donde obtuvo medalla de plata sudamericana: “Ahí se inicia un proceso que vemos con harta posibilidad para seguir mejorando y así ha sido”.
¿Qué te gustó de ambas disciplinas?
Yo tengo una conexión fuerte con el agua, me gusta su fuerza, energía y al ser un deporte que se practica al aire libre me relaja, me conecto con la naturaleza y eso me genera mucha tranquilidad. Pienso que ambos son deportes apasionantes y uno se encuentra con los mejores seres humanos, personas con empatía, además que me ha permitido viajar mucho y conocer otras culturas.
Además que la canoa tiene su historia por ser un transporte milenario…
Exactamente, es un deporte que tiene bastante mística, un medio de transporte milenario, nosotros hemos escuchado muchas veces en clases de historia que el mundo fue poblado en viajes en canoas que realizaban los aborígenes de diferentes partes del mundo, entonces tiene historia, fuerza, uno se da cuenta que la naturaleza es muy potente.
¿Y cómo ha sido la trayectoria?
Esto se presenta súper fuerte en la canoa, porque inmediatamente fui a una competencia sudamericana en Perú, en la cual obtuve medalla de plata. Luego, en 2018, producto de este segundo lugar, pude ir a un selectivo nacional de canoa polinésica en la Laguna de la Luz en Carauma, donde quedé onceavo, pero onceavo de deportistas no paraolímpicos y fue motivo de gran orgullo.
Quedar en el puesto número once me permitió ser el deportista representante paraolímpico para ir al Mundial de Tahití el año pasado, viajamos con una delegación con recursos propios y autogestión, sin recibir ningún apoyo, y obtuve el quinto lugar del mundo. Para mí fue una carrera sumamente explosiva, me dio mucha motivación para seguir remando, ¡fui a competir a Tahití y ellos prácticamente fueron los que inventaron las canoas! Tienen incluso estacionamiento de canoas, es una postal maravillosa.
¿Cómo fue el torneo en Tahití?
Duró 10 días aproximadamente, sin embargo, yo estuve un mes allá y durante ese tiempo participamos en distintas actividades, una de ellas fue en una isla vecina de Tahití donde compitieron cerca de 200 remadores en canoa polinésica y no me fue muy bien (ríe) pero fue una tremenda experiencia, además que en esa competencia fui el único deportista paraolímpico. En cuanto al torneo en Tahití fue un mundial para deportistas convencionales y con discapacidad, había más de 30 países, marcando la nota muy fuerte Tahití y Nueva Zelanda, yo logré quinto lugar del mundo.
¿Y en cuanto a tus experiencias arriba del kayak?
En el kayak he ido a competir internacionalmente una vez, que fue en diciembre de 2018 en Argentina. Esa vez se fusionó en el campeonato la canoa polinésica y el kayak, fue mi primera competencia en otro país y obtuve el segundo lugar en kayak y medalla de plata en canoa polinésica. En Chile me ha ido bien, siempre he tenido medallas y a veces con botes de muy mala calidad, por ejemplo, una vez en Constitución llegué con la mitad de un bote hundido pero terminé la competencia con buen tiempo, uno a veces empieza a, literalmente, remar contra la corriente.
Una disciplina de alto impacto
Franco entrena en Talca junto al profesor Fabián López, quien lo instruye en el gimnasio con ejercicios para mejorar la condición física y fortalecer la musculatura. Mientras que en aguas practica junto al entrenador nacional Ariel Rubilar, quien es de Concepción: “Una vez al mes voy a un intensivo en San Pedro de la Paz donde me concentro tres días de full técnica de canotaje”, explica.
Esto es durante este tiempo, porque cuando los días lo permiten, Franco desde las 07:00 a 08:30 horas practica en el agua, luego se dirige hacia su trabajo y al finalizar la jornada va al gimnasio. Una rutina exigente, todo para remar fuerte.
¿Cómo es el ambiente en cada competencia?
El kayak es una competencia de alto impacto y velocidad, entonces existe una rivalidad un poquito más marcada. En cambio, en el va’a, que también son carreras de velocidad, se forma una especie de fraternidad entre equipos que es bien entretenida, se comparte harto, y esto tiene que ver de dónde viene la canoa, porque la Polinesia tiene una cultura muy diferente a nosotros.
¿Cómo crees que están posicionados ambos deportes en Chile?
El canotaje es el deporte fuerte, una disciplina que no se le da tanta publicidad pero que trae muy buenos resultados, en los últimos juegos tuvimos tremendas presentaciones y deportistas con hartas medallas. En el caso de la canoa polinésica es un deporte del cual estamos aprendiendo pero estamos con buena gente y tenemos excelentes maestros que son los isleños de Rapa Nui y también las etnias originarias del sur, de hecho, yo bauticé mi canoa polinésica (va’a) como “Raíz Selknam”, porque me gusta mucho creer que me puedo conectar con los ancestros a través de mi canoa.
Escaso apoyo
Según Franco, existen muy pocas jornadas deportivas de carácter paraolímpicas, de hecho, no había competencias de clasificación como las que se realizan con deportistas convencionales para que puedan ser representantes nacionales en otros países. En junio de este año se realizará la primera. Se trata de un torneo de deportistas paraolímpicos para quedar seleccionados, a nivel nacional, con el fin de representar a Chile en el panamericano en Brasil, que se realizará en julio, y en agosto el mundial.
¿Cómo evalúas el apoyo a los deportistas paraolímpicos?
Es muy malo el apoyo que tenemos a nivel de Estado, ya que en este deporte solo este año vamos a tener financiamiento para que dos deportistas vayan al mundial y tres al panamericano, siendo que del último sudamericano volvimos con medallas de oro, plata y bronce. Si el Estado no se preocupa de potenciar a los deportistas vamos a dar ventaja a los otros países y se perderán esos talentos, a mí esto me apasiona mucho y por eso lo sigo haciendo, pero es un deporte que conlleva un gasto fuerte y en estos momentos estoy sin auspiciador, todo es por autogestión.
¿Qué mensaje le darías a los futuros deportistas paraolímpicos?
Ser constantes, ser deportista en Chile no es fácil y ser deportista paraolímpico es un tremendo desafío, hay que buscar el objetivo diez, veinte veces, a lo mejor van a pasar años para lograr las metas pero nunca hay que rendirse en la búsqueda de alcanzar los sueños.
Luchar por los sueños
Además de su faceta como deportista, Franco es papá de Denisse (19), trabaja actualmente en un servicio público de Talca y también realiza charlas motivacionales a estudiantes y emprendedores sobre su vida, accidente, entre otros aspectos: “El llamado que hago en mis charlas es que vivo una vida muy parecida a la tuya, tengo dificultades más extremas, pero tengo un pensamiento positivo para seguir mis sueños. Le transmito a la gente que uno debe hacer lo que ama y amar locamente lo que hace porque es la pasión lo que te da las fuerzas para levantarse cuando caes, mirar al frente y seguir avanzando”, declara.
¿Cuál es la importancia de este deporte en tu vida?
Ha sido importante para mi rehabilitación, me siento mucho mejor físicamente y también por cumplir sueños como representar al país por ejemplo, tener la posibilidad de viajar, conocer nuevas culturas y dejar una marca para que otros deportistas en el futuro vean que se puede lograr.
¿A qué aspiras con la disciplina que practicas?
A corto plazo voy en búsqueda de una medalla panamericana y la calificación en el mundial. A mediano plazo, aspiro a los Juegos Paraolímpicos de Tokio, estoy apuntando hacia allá, es parte del sueño, mis condiciones aún no están, pero son las ganas las que muchas veces mueven el mundo.