Eugenio Silvestre, Mountain Bike – Descenso
UNA VIDA EN BICICLETA
Todos los fines de semana Eugenio toma su bicicleta y se dirige a Ninhue, Recinto o Los Lleuques tres lugares que para él son idóneos para entrenar la disciplina que hace ya más 30 años practica, es decir, el Downhill o más conocido como Descenso.
Dos veces por semana intenta terminar su jornada laboral puntalmente a las 18:30 horas para pedalear por más de una hora, generalmente se traslada al sector de Quilmo donde conoce varios circuitos, recorre unos 20 kilómetros a un ritmo medio-intenso y así aprovechar al máximo su limitado tiempo. Un entrenamiento que complementa con un día del fin de semana para practicar Descenso. Esa es la rutina de Eugenio Silvestre de 47 años, que desde 1983 que se dedica al Mountain Bike en la modalidad de Downhill, disciplina que consiste en bajar en el menor tiempo posible cronometrado una pista.
“Habitualmente en forma de entrenamiento salgo a pedalear en los diferentes cerros que tenemos presente en la región de Ñuble, voy a Ninhue, Recinto, Los Lleuques o en el verano voy al Bikepack que funciona en Nevados de Chillán”, comentó Eugenio, a lo que agregó que “en Ninhue encuentro pistas largas y físicas, y en cuatro o cinco bajadas uno queda bien, tanto en entrenamiento como en el control de la bicicleta”.
¿Cómo comenzaste a competir en este deporte?
“Toda la vida he andado en bicicleta, pero comencé en forma competitiva en el ‘83 corriendo en BMX o Bicicross en Chillán, en esa época en el sector de Quilamapu no había nada, solo uno cerritos para andar, y nuestros padres en conjunto con la Municipalidad de Chillán la mejoraron. Luego, cuando entré a la universidad aparecieron las primeras Mountain Bike y ahí no me bajé más. Como siempre tuve una tendencia a deportes más adrenalínicos me fui por el lado del Downhill”.
Este deportista, amante de las bicicletas en todos los modelos, enfatizó en que es un apasionado por la disciplina que practica. “La verdad es que después de tantos años, no hay día en que me levanto y no pienso en tener un poco de tiempo para pedalear más y eso, sin duda, resume la pasión que tengo” expresó.
¿En qué competencias has participado?
“En lo que es Descenso he participado en campeonatos panamericanos, uno de esos se hizo en Chile hace unos años atrás y quedé tercero panamericano en la categoría Máster. También, participé en el Mundial de los Máster que se realizó en Camboriú, Brasil. Y he corrido en Argentina en la Copa IXS donde obtuve un tercer lugar. Además, actualmente estoy corriendo una vez al mes dentro de Chile”.
¿Cómo practicas este deporte, con autofinanciamiento o has recibido aportes externos?
“Siempre ha sido por aporte económico propio, por ello tengo una tienda especializada “Bike House”, ya que me vi en la necesidad de abrir este lugar hace ya siete años donde tengo repuestos de gama media-alta y repuestos de competencia que muchas veces cuesta encontrarlos. De esta manera complemento un ingreso financiero con mi pasión”.
¿Cuáles son los principales riesgos de practicar este deporte?
“El descenso es un deporte de alto riesgo, pues es extremo. Pero, teniendo las condiciones, una habilidad media y con entrenamiento se puede practicar sin mayores inconvenientes. Eso sí, si hay lesiones y fracturas, las clavículas son las principales dañadas, por eso se debe tener el cuidado necesario para aminorar los posibles accidentes”.
Según indicó el deportista no solo hay que preocuparse del aspecto físico, de igual forma hay que tener en cuenta la preparación psicológica al practicar Descenso.
“El formato de competencia se divide en dos, primero la carrera de clasificación y segundo, la final. En la primera tú tienes una referencia del tiempo que te demorar en bajar la pista, pero en la final tú te juegas el todo por el todo, pues es la carrera donde se definen los lugares por categoría independiente del tiempo que demoraste en la etapa de clasificación. En esa línea, muchas veces aquí no gana el más loco, sino el más frío, en otras palabras, es importante estar tranquilo de mente para no cometer errores y realizar una bajada perfecta”, explicó.
¿Qué experiencias han marcado tu trayectoria?
“Recuerdo los primeros nacionales que fui a correr al Cajón del Maipo en Santiago, estaba comenzando en el Descenso y me fui a una pista de nivel sudamericano, debido al poco agarre que tenía la bicicleta me costó mucho. Fue un parámetro en mi vida esa experiencia.
Y otra experiencia en la parte deportiva y competitiva fueron las pistas del cerro Catedral en Bariloche, creo que es la pista que más se acerca a una de copa mundial en la que he participado, me sorprendió y fue muy entretenido estar ahí”.
¿Cómo complementas el deporte con tu vida profesional?
“Yo habitualmente corro el Tour Nacional de Mountain Bike hace más de 20 años. Y como te decía, trabajo en el área del retail y ventas, por ende viajo mucho. Entonces, en los momentos de competencias trato ir a ciudades cercanas a trabajar, por ejemplo, si el tour es en Santiago voy a trabajar a Curicó para el fin de semana ir a competir y el trayecto sea más corto”.
En cuanto a tu familia, ¿te apoyan en este deporte?
“Muchas veces le he quitado tiempo a la familia, por el tema de entrenamiento y competencia. Pero, si no fuera por el apoyo de ellos, mi señora, Paola y Juan Pablo, mi hijo de 11 años, no podría estar compitiendo. En algunas oportunidades me acompañan a las competencias, ya que el Mountain Bike y específicamente el Descenso se desarrolla en lugares donde las condiciones no siempre son las más óptimas, a veces hay mucho sol o lluvia, entonces no siempre es cómodo estar ahí”.
Tú dices que la bicicleta es una pasión para ti, ¿cómo puedes definirla?
“Hay tres cosas que yo pienso en todo momento y no se salen de mi cabeza, la familia, el trabajo y la bicicleta. Siempre están presente de igual forma.
Es una pasión que nació sola, por la libertad que te brinda. Uno se sube, llevas un poco de agua, una barra de cereal y puedes andar 20 o 30 kilómetros para llegar a un lugar y reencontrase con uno mismo, es una experiencia impagable. Yo creo que los que nos sentimos amantes de la bicicleta pensamos muy parecido, somos como una tribu”.
Poniendo énfasis en que son como una tribu, ¿integras alguna agrupación?
“En estos momentos pertenezco al “Club Mountain Bike de Recinto-Los Lleuques”, también estoy relacionado con el Club de Ninhue, una comuna que tiene tremendo potencial. Y en Chillán, tengo a mi grupo de amigos de toda la vida con los que he andando en bicicleta siempre”.
LA BICICLETA COMO CULTURA
En la Región de Ñuble la bicicleta es un medio de transporte muy utilizado por la comunidad, una característica que Eugenio destaca entre los ñublensinos, además de la confección de ciclovías. Sin embargo, fue enfático en que aún falta una cultura ciclística como también, educación vial.
“Es importante la seguridad, ya que el automovilista no tiene respeto hacia el ciclista. Por su parte, el ciclista debería tener internalizado el uso del casco, ya que un porrazo suave o un golpe en la cabeza puede provocar un daño mayor que se podría evitar utilizándolo” explicó.
En cuanto a la educación vial expresó que “sobre las ciclovías es fundamental enseñar que no son para estacionamiento y definir cuáles son los espacios para peatones para evitar atropellamientos”.
¿Qué le recomiendas a una persona que quiere partir en el mundo del Mountain Bike?
“Primero la persona debe tener claro qué quiere realizar y la función que le dará a su bicicleta, porque el costo de las bicicletas no es barato, estamos hablando que una básica para andar en cerros supera los 300 mil pesos y de ahí para arriba, el tope de línea puede llegar a los ocho millones de pesos. Además, se debe fijar en el tamaño de la bicicleta, las velocidades, etc. Pues, las tecnologías que traen es todo un mundillo aparte”.
¿Cómo ves la proyección del deporte?
“Chile históricamente, tanto en el Mountain Bike como en el Descenso, es una potencia sudamericana. Sin embargo, persisten los problemas de financiamiento dentro de la Federación para competir en Descenso, pero continuamos siendo potencia con tremendos exponentes vigentes aún en competencia. Por ello, la idea es que las generaciones de recambio mantengan el mismo nivel”.
En cuanto a su proyección personal como deportista, Eugenio pretende continuar manteniendo la alegría que le entrega su pasión, evitar las lesiones y no dejar de lado sus ganas de competir para buscar los mejores lugares en los eventos deportivos que participe. Pero, por sobre todo, disfrutar de su amada bicicleta y del paisaje que le brinda la montaña cada fin de semana.